PUBLICIDAD

Opinión

La crisis que se nos viene (inevitable)

'El líquido vital' tiene sus días contados en nuestra Ciudad Juárez

Erasto L. López
Analista Ciudadano

jueves, 26 mayo 2022 | 06:00

PUBLICIDAD

“El líquido vital” tiene sus días contados en nuestra Ciudad Juárez. Cada vez es más frecuente escuchar y leer en medios sobre la escasez del agua en nuestra región. Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, pero definitivamente, el agua es una de esas cosas que no podemos darnos el lujo de perderlo para comprender su valor. Los fronterizos hemos adoptado una actitud “valemadrista” respecto al cuidado y buen uso del vital líquido. 

Si nos remontamos a la historia de la humanidad nos daremos cuenta de que todas las civilizaciones se desarrollaron enseguida o cerca de un río, lugar donde se tenía acceso al agua dulce y de esa manera poder utilizarla para consumo propio, sembradíos, ganadería, e incluso para el lavado corporal y otras necesidades de higiene. Ciudad Juárez no fue la excepción a este caso, si bien siempre se nos ha dicho que “estamos en medio del desierto”, la verdad es que nuestra ciudad también se desarrolló en torno al agua que solía transportar el Río Bravo. 

Hace unos días la JMAS hizo pública la noticia de que en la zona de Anapra había personas que tienen albercas “clandestinas”, y que este tipo de acciones eran muy negativas para otros que carecen del acceso al agua. Pese a los intentos de la JMAS de encontrar a un culpable, muchas personas comenzaron a argumentar que el problema del agua y su escasez o baja de presión no se limita solo a la zona de Anapra, sino que este problema está presente en casi toda la ciudad. 

Es fácil culpar a unos cuantos, pero la responsabilidad y si quieren llamarle “culpa”, es de todos. La industria maquiladora es uno de los grandes consumidores de agua en la ciudad, tanto de agua potable como agua tratada. La industria restaurantera y bares también, hay testigos que afirman conocer la manera indiscriminada en la que se desperdicia el agua. Las insaciables inmobiliarias que a diestra y siniestra construyen fraccionamientos y plazas comerciales, aunque por mala planeación algunos terminan en fracaso. Los pobladores también son responsables del consumo desmedido con acciones negativas como: durar mucho tiempo en la regadera, lavar el auto con la manguera, regar los jardines en horarios fuera de lo establecido, limpiar las banquetas a manguerazos, conectarse de forma ilegal a las tomas, etcétera. 

Con respecto a las albercas, considero que, por la crisis que estamos enfrentando, estas deberían ser prohibidas en nuestra ciudad, en estas circunstancias, ninguna casa-habitación debería tenerlas. Esto nos lleva a otro punto que no se ha mencionado, los lavados de autos improvisados, aquellos lugares que en la cochera o banqueta de su casa prestan el servicio de lavado de autos utilizando agua potable. 

Si bien, la JMAS de Juárez debe hacer su trabajo y sancionar a aquellas personas que, más que aprovecharse del agua se adueñan de ella, las acciones sancionadoras ya no serán suficientes para revertir el problema. Por ello, la dependencia estatal debe aplicar un doble esfuerzo para encontrar una solución o ya de perdida retrasar un poco más esta catástrofe. Para los demás responsables (maquiladora, industrias, comerciantes, inmobiliarias, población en general) no nos queda más que quitarnos esa actitud “valemadrista” y comenzar a pensar y actuar como personas dentro de una sociedad, entendiendo que para los grandes males los esfuerzos en conjunto son los que logran superar crisis.  

El agua no es negocio, ni política, mucho menos propiedad, debemos comprender que el agua representa vida para todos, por ello todos tenemos derecho a su consumo, pero también tenemos la responsabilidad de su cuidado, solo de nosotros depende.  

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search