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Opinión

OPINIÓN

Desde el aire maquinó ataques el cuatrero

Aunque permanece desconectado de los híper delgados hilos cerebrales, de la inteligencia, la lengua es el único músculo sólido que ha podido desplegar durante los últimos 15 días Corral

LA COLUMNA
de El Diario

domingo, 23 enero 2022 | 06:00

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“Cómo la ven con éste, primero muy amigo mío y de repente cambió de bando”. Carcajadas de los presentes.

Esas palabras salieron de la boca de Javier Corral Jurado en un vuelo de Chihuahua a la Ciudad de México. Lo acompañaban varios colaboradores; además, el senador Gustavo Madero y el diputado federal, Miguel Riggs Baeza.

Fue hecho el trayecto en el famoso jet CJ3 del Gobierno del Estado algunos meses antes de llegar a la jornada electoral del 6 de junio donde, por primera vez en la historia del estado, los chihuahuenses eligieron a una mujer como su gobernadora.

Corral convocó a todos sus acompañantes para fraguar la expulsión de Maru Campos como candidata bajo cargos de corrupción, pero después que ella hubiera pasado por encima de Madero en la correspondiente elección interna panista.

Se la jugarían en adelante por Morena, con Juan Carlos Loera, y le jugarían también al vivo en Movimiento Ciudadano, colocando algunos candidatos y dorándole la píldora al abanderado naranja a gobernador, “El Caballo” Lozoya.

El diputado Miguel Riggs (antes perteneciente al PAN, ahora del Movimiento Ciudadano), dio en el vuelo un reporte pormenorizado sobre la información “secreta” que recibió del síndico de la ciudad de Chihuahua Amín (“El Mamín”) Anchondo respecto de supuestas irregularidades cometidas por Maru a su paso como alcaldesa de la capital del estado.

Luis Fernando Mesta, entonces secretario General de Gobierno, recibió la instrucción de hablar con el también entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Pablo Héctor González y los respectivos jueces, para acelerar los procesos judiciales contra la candidata María Eugenia. Unía al Poder Ejecutivo y al Judicial el cordón umbilical del interés y la complicidad.

“Ok, a mí déjame lo del Supremo, yo me encargo”, dijo Mesta a un patrón Corral eufórico porque “las cosas van muy bien”. Se había convertido dicho funcionario estatal en uno de los principales golpeadores de Maru a pesar de contar ambos con un largo historial militante bajo las mismas siglas blancas y azules.

El senador Madero, aplastado en enero del 2021 por Maru justamente hacia la nominación a la gubernatura, recibió la consigna de operar en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de su partido para que Campos Galván fuera retirada de la postulación.

Marko Cortés y los demás miembros de la cúpula partidaria no lo pelaron a pesar de las amenazas de índole policiaco y judicial, y de los salivazos infectos lanzados en redes y por todas partes.

En el inter del trayecto había extraído Corral de su portafolios un gordo folder azul que presumió de nueva cuenta como el tiro de gracia contra la hoy jefa del Poder Ejecutivo Estatal. Era la famosa nómina secreta cuyo documento terminó hasta en intendencia de Palacio de Gobierno. Salieron copias como confeti.

Todos esos papeles fueron sacados para ser llevados en copia a El Heraldo de Chihuahua que publicó las partes esenciales relacionadas contra Maru. Trabajaba dicho periódico día y noche para su jefe Corral Jurado sin ningún empacho, inclusive en público.

Ahí, en el vuelo sin nubes, fue asignado Francisco “La Coty” Muñoz, secretario privado de Corral, como puente para trasladar los acuerdos relacionados con el manejo mediático de la estrategia al coordinador de Comunicación Social, Manuel “Igor” del Castillo. Mala fe y pésimos operadores. Mascabrothers de Palacio.

Corral Jurado buscó poner al equipo al tanto de sus maquinaciones para deshacerse de Maru como su posible sucesora. Detalló las conversaciones sostenidas con fuertes empresarios de la región noroeste y centro del estado que estuvieron abogando por la exalcaldesa de Chihuahua.

Supuestamente, uno de ellos había propuesto resarcir en efectivo “algún daño” que hubiera sufrido el erario producto de las presumibles anomalías cometidas por la candidata a cambio de que fueran retirados los cargos iniciados por la Fiscalía General del Estado.

“Como la ven con éste, primero muy amigo mío y de repente cambió de bando”, les dijo. Soltó Corral la carcajada y todos le siguieron a risa abierta igual como le siguieron en la flojera y el fracaso de cinco años. Al final del día de lengua comió Maru muchos tacos.

A esas alturas de la campaña prácticamente todos los grandes empresarios no habían cambiado de bando, más bien habían definido su respaldo a la nominación de la panista porque nadie en Palacio pudo convencerlos, con pruebas, sobre la corrupción de la que acusaban a cada instante a María Eugenia.

Pérdida de tiempo y de recursos económicos los planes fraguados. Las maquinaciones fueron operadas con torpeza de caricatura cómica. A la vista los resultados.

***

Aunque permanece desconectado de los híper delgados hilos cerebrales, de la inteligencia, la lengua es el único músculo sólido que ha podido desplegar durante los últimos 15 días Corral para intentar defenderse de un par de asuntos que lo colocaron en la hoguera nacional, pero de los que no tiene ni tendrá escapatoria. Entre ellos el anterior.

Ese vuelo narrado hacia la Ciudad de México ya está ubicado en las bitácoras correspondientes por las nuevas autoridades estatales que han iniciado las investigaciones por la bomba que hizo estallar hace 15 días el juez penal Uriel Samuel Mendoza.

Reveló el togado en exclusiva a El Diario que desde la Secretaría General de Gobierno fue objeto de presiones para vincular precisamente a Maru, tal y como fue orquestado en el CJ3.

Tras la confesión de Mendoza, primero salió a escena la segunda ocupante de más vuelos en la flotilla aérea del gobierno los pasados cinco años después de Corral, la expresidenta del DIF, Cinthia Chavira, para defender a su tesoro en Twitter y luego saltó él mismo blandiendo la lengua como espada: “su historial corrupto y corruptor no hay quién se los quite”, dijo la una y repitió el otro sobre la hoy gobernadora.

Aparte de pasear los cinco años en la flotilla aérea con costo al erario (todos los vuelos registrados en las bitácoras respectivas), Chavira salió a defender al consorte, pero también a blindar tácitamente el dulce nepotismo que le permitió mantener en la nómina oficial a integrantes de su familia. Hermana, cuñado, etc., corrupción de 20 kilates.

Se defendieron con la única forma que saben hacerlo, a insultos aventados como escopetazos, pero ni una palabra que clarifique su participación primero para intentar llevar a la cárcel a Maru a través de magistrados y jueces que ellos mismos, Corral y la señora de Corral, impusieron en sus cargos bajo procesos de designación operados por la comadrita de ambos (las fotos que presentamos son incontrovertibles por si hubiera duda), la exconsejera de la Judicatura estatal, Luz Estela Castro.

No tienen salvación. Uriel Mendoza es uno de esos jueces; el expresidente del TSJ es otro.

El otro tema de igual, extraordinario relieve, es el abordado esta semana en su mañanera por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador: el historial sobre la doble ciudadanía de Corral Jurado y la infinidad de delitos cometidos en sus registros personales de identidad para ejercer cargos públicos mediante procesos electorales.

No fue la gobernadora quien negó a Corral la embajada en “algún país” del mundo, ni tampoco El Diario; fue AMLO, y la negativa fue en razón de que el exgobernador no es mexicano, es nacido en los Estados Unidos; por lo tanto, impedido de ostentar cargos diplomáticos.

Corral entendió perfectamente el mensaje de López Obrador. En sutil venganza dijo que planea trabajar al lado del Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado, con quien AMLO enfrenta desde hace años fuertes diferendos, pero igual que en el caso de la nómina secreta, en lugar de aclarar, de explicar a los mexicanos sus fantásticas mentiras sobre el manejo irregular de su ciudadanía en los órganos electorales para conseguir 25 años de cargos públicos, la emprendió corajuda, convenencieramente, contra la gobernadora, contra el partido que le regaló esos 25 años de cargos públicos, el PAN, y de nuevo contra El Diario.

Las pruebas que lo aplastan son contundentes, dobles CURP, dobles actas de nacimiento; firmas ante notario como nacido en Juárez... en el Senado de la República.

Sin semejante corrupción ante las autoridades electorales, Javier Corral Jurado (incluso luego veremos si su primer apellido legalmente es el correcto o solo Jurado), no hubiera alcanzado ni una sola posición electoral al inicio de su vida como cuatrero de la política.

Quizá callado no se hundiría más, pero ha optado por seguir con su espectáculo atroz de mentiras lacerantes tratando de seguir con el engaño a los mexicanos, bajo patrocinio de la nómina pública.

Desconoce lo que es sudar auténticamente la camiseta para vivir. Su pesadilla mayor es quedar fuera de ese círculo, el pánico a dejar de recibir cada quincena los pagos en su cuenta bancaria sin soltar el palo de golf, sin despegarse de la arena de Mazatlán, sin salir de su cabaña en la sierra de Basaseachi, donde llegó al extremo de ordenar tapar con ramas de pino el helicóptero oficial Bell429 para evitar que le tomaran fotos “los de El Diario” cuando dormía allá algunos fines de semana.

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