SOS a las OSC

Otro golpe para las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), ahora les limitarán los accesos a los recursos que pudieran ser donados, sobre todo aquellas que tienen permiso de expedir recibos deducibles de impuestos.

Ya se había contemplado en la reforma fiscal 2020, el cambio de los estatutos en las OSC, señalando que debería agregarse una cláusula forzosa, manifestando en caso de liquidación de la misma, el patrimonio pasará a otra institución del mismo carácter social autorizada para recibir donativos deducibles de impuestos.

En el mismo lapso, se estipuló que las donatarias autorizadas que obtengan más del 50 por ciento en donativos que no se contemple exclusivamente para su objeto social, perderían su autorización, obteniendo multa.

Ahora, afirman las nuevas disposiciones hacendarias que se limitará la deducción de donativos en pagos del Impuesto Sobre la Renta, entre otros aspectos que están subyugando y prácticamente desapareciendo a los organismos sociales.

Actualmente dichas instituciones no lucrativas están siendo reguladas con normas legales, administrativas, fiscales e informativas. Y por si fuera poco están siendo relegadas a su exterminio. Jamás alguien pensó que hubiera un tirano empeñado en desaparecerlas, hoy lo vemos. El poseer la fuerza en una sola mano, parece ser la única perfidia que se quiere prevalezca, a pesar de lo que tenga que caer o morir.

Si consideran que existen mal manejo de los recursos o acciones que incomoden al Gobierno federal, deben realizar los cambios pertinentes a través de las leyes de fomento de las OSC. La cuestión no es extinguir, sino mejorar aquellas situaciones que pudieran afectar su buen funcionamiento. 

Para mejorar las condiciones de vida de la sociedad, no basta con el “buen corazón” de una sola persona, solo con becas, la unión de esfuerzos da mejores resultados, es lo que han hecho cerca de 43 mil 524 asociaciones, hasta este 2021, a lo largo y ancho de la República Mexicana. El querer realizarlos por una sola persona, con fines egocéntricos y no filantrópicos, raya en lo ridículo, es como querer ser santo, con cuernos del diablo. 

El reconocimiento que la población ha dado a la sociedad civil organizada, por años, ha resultado positiva, sobre todo al ver sus actividades que ofrecen, y más al compararlas con el gobierno que hace poco por aliviar las carencias reales. 

Estas asociaciones deben ser tratadas como colaboradores y aliados de la causa del Estado. Hoy en día es todo lo contrario, las ven como enemigos, hablando del Ejecutivo del país. A pesar de ser vapuleadas cada año, y hoy más que nunca, siguen subsistiendo. 

Administraciones van y llegan, y estas asociaciones permanecen laborando por el bien de millones, demostrado que las actividades diarias ejecutadas impactan directamente en la calidad de vida de los beneficiarios.

El generalizarlas como corruptas o mal administradas en general, es lamentable, si existen instituciones con esos problemas que se hagan saber y se tome la ley como principio, no se trata de exterminarlas, sino corregir lo procedente, esto raya en lo absurdo.

Nos dijeron que ahora se van a entregar directo los recursos sin intermediarios, veamos entonces, como le van a hacer las personas con esa cantidad para pagar una quimioterapia, una sesión terapeuta, un lenguaje de señas, un internamiento contra las adicciones o una estancia infantil o de adulto mayor, entre varias acciones que realizan las honorables organizaciones de la sociedad civil.