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Opinión

El ego de administraciones destruye lo poco que se construye

Es bien sabido que el crear nuevos planes de desarrollo o acciones en cualquier nivel de gobierno, ya sea municipal, estatal o federal, toma su tiempo

Itzel Castillo
Analista

jueves, 12 agosto 2021 | 06:00

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Es bien sabido que el crear nuevos planes de desarrollo o acciones en cualquier nivel de gobierno, ya sea municipal, estatal o federal, toma su tiempo. En ocasiones pueden llegar a ser cambios tan sustanciales y detallados que el tiempo de una sola administración no basta para completarlos; pues no solo se habla de la implementación de una reingeniería o de una nueva política pública, sino que dentro de estos cambios también tiene que llevarse a cabo la revisión, el control y el mejoramiento de posibles defectos o fallas detectadas al instante.

Podemos encontrar un sinfín de culpables, para que obras públicas, políticas públicas o reingenierías administrativas puedan ser un éxito en tiempo y forma… que si fue tardía la autorización de presupuesto asignado, que si la contestación de formatos y oficios correspondes a plazos excesivamente largos, que si la burocracia en distintas dependencias atonta el proceso o la mala relación de un nivel de gobierno a otro a lenta a propósito el seguimiento del mismo, etc…

Pero el punto clave que el día de hoy quiero tratar es: ¿Qué pasa con el trabajo incompleto o aquel completo que solo le falta ser implementado y revisado?

Independientemente de cualquier color partidista del que este pintado tu corazón, como servidor público, es tu deber dejar a un lado el bienestar personal o tus propios intereses y egos, para enfocarte en el desarrollo y bienestar del público, increíblemente en el sistema político mexicano es importante recalcar y recordar qué somos, porque pareciera que diariamente se nos olvida, al final ¿qué caso tiene llamarnos así, si no atendemos nuestro principal propósito? 

Remarco lo anterior porque a lo largo de la historia vemos como el desarrollo en México se ha vuelto una cadena de egos que destruye lo poco que se logró construir en seis o tres años para construir algo que dentro de seis o tres años volverá a ser destruido. Para el PRI es inadmisible sostener políticas y obras públicas que no sean impulsadas por su partido, como igual de inadmisible es para el PAN, el PRD, o cualquier otro partido político patito y sobre todo hoy lo estamos viendo, que es totalmente repúgnate para el partido de Morena el sostener y seguir fortaleciendo los programas exitosamente implementados o las innovaciones con causa de las antiguas administraciones, bajo la excusa de la corrupción. 

Hoy más que nunca nuestro país está conociendo el verdadero decrecimiento.

La cancelación de programas como FORTASEG, el proyecto del Aeropuerto de Texcoco, apoyo a estancias infantiles, la eliminación del Seguro Popular y un sinfín de programas establecidos y proyectos que me podrían tomar 2 columnas más para enlistar, han sido eliminados por el enorme ego de nuestro presiente de cuarta. Este podría ser el más claro ejemplo de ego en transiciones gubernamentales y repito esto pasa también a nivel estatal inclusive a nivel municipal.

Caray, a qué podemos llegar por la inmadurez política, hablamos de dinero y tiempo tirado a la basura, que obviamente no nos sobra. Este tipo de políticos son capaces de aniquilar la esperanza con tal de no dejar que la oposición triunfe como promotor de cambio. Como políticos e idealistas, fomentemos la lógica y el bien común, que es lo que nos une como partidos políticos ¿O no? No tiremos el recurso a la basura ya implementado y démosle continuidad a los proyectos que sí sean de beneficio para la ciudadanía. 

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