PUBLICIDAD

Opinión

¿Como en 2020?

Me preocupa que no les preocupe. Que a estas alturas parezcan no haber entendido nada de sus errores a lo largo de estos ya casi dos años de pandemia

Yuriria Sierra
Analista

miércoles, 01 diciembre 2021 | 06:00

PUBLICIDAD

Ciudad de México.- Me preocupa que no les preocupe. Que a estas alturas parezcan no haber entendido nada de sus errores a lo largo de estos ya casi dos años de pandemia. Que la soberbia y/o la incompetencia sean más grandes que su capacidad de aprendizaje.

Y vaya, claro que tiene lógica y sentido la decisión de Andrés Manuel López Obrador de advertir que no habrá cierre de actividades económicas ante un posible aumento de contagios por la aparición de la variante ómicron de covid-19. Lógica, porque en los últimos días hemos visto que los mercados financieros no recibieron bien esta llegada, la incertidumbre de lo que ocurrirá en el mundo sacudió las bolsas como reacción inmediata a un nuevo confinamiento.

Una nueva pausa ya es imposible, lo han asegurado insistentemente funcionarios mexicanos y se entienden las razones: la economía global apenas da acuse de las consecuencias de los movimientos de los últimos 20 meses y, también apenas, comienza a labrar su camino para la recuperación; detenerlo todo sería dinamitar lo que sea ha construido; ha habido aumentos en la generación de empleos y, aunque no se han dado con la calidad ni la velocidad deseada, ya son señales de recuperación, algo que, hasta hace un año, no se tenía y ni siquiera se pronosticaba.

Sin embargo, lo que sucede en nuestro país dista mucho a lo que se ve en el mundo. El gobierno de México está actuando exactamente igual como lo hizo en marzo de 2020. En aquel entonces, mientras los países del mundo armaban sus estrategias para hacer frente a una recién anunciada emergencia sanitaria, cuando el planeta entero comenzó a familiarizarse con conceptos como la “distancia social” y hacía el uso de cubrebocas, un accesorio riguroso, aquí en nuestro país las autoridades sanitarias, aún en funciones a pesar de los resultados de su trabajo, minimizaban aquellas medidas, pasaban de largo las advertencias de organismos globales, incluso afirmaban que un insumo como el cubrebocas sólo abonaba a una falsa sensación de protección. Incluso López Obrador llamaba a salir a las calles, a reunirnos, sus giras seguían lo que marcaba la agenda. Al “detente”.

El tiempo se encargó de ponerlos en evidencia: casi 300 mil mexicanos fallecidos (según el registro de la Secretaría de Salud), hablan más de omisiones que del comportamiento de un virus aún desconocido.

Hace una semana, en Sudáfrica detectaron la última variante identificada de coronavirus y, de nuevo, el titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud,  Hugo López-Gatell, repite el guion: el sábado advirtió que las restricciones impuestas en algunos países de Europa ante este virus eran medidas inútiles. Y el lunes también, Andrés Manuel López Obrador.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search