Buitres morenos sobre el custodio asesinado

-Buitres morenos sobre el custodio asesinado

-Huele a plan para más tranzas en IMSS

-Y sigue el desastre en el hospital 66

-Área del comercio de penales en penumbras

A raíz del homicidio en Chihuahua del responsable del Comercio Penitenciario, Nicolás Monárrez, no faltaron los grillos morenistas que empezaron a organizarse para tomar el tema como bandera política en medio de las actuales campañas electorales.  

Un caso bien identificado fue el de la expresidenta del Partido Verde, excandidata a gobernadora y ahora representante de algunos intereses de la candidata presidencial oficialista, Claudia Sheinbaum Pardo, es decir, Brenda Ríos Prieto, también diputada en los tiempos de César Duarte.

Carente de experiencia, con poco tacto y nulo respeto por la viuda que aún está sufriendo por la muerte de su esposo y las graves lesiones de su pequeño hijo, la representante de Morena busca sacar raja de un evento lamentable.

Nos dicen que ha quedado constancia del intento de lucrar con el dolor de la familia que enfrenta el duelo y además el dolor de ver cómo se debate un niño entre la vida y la muerte.

Lo ha hecho a través de ciertas personas que conocen del caso en la capital, pese a que la reacción de las autoridades fue en menos de 24 horas dar con los responsables y presentarlos ante el Ministerio Público y ante un juez penal, que en cuestión de horas habrá de definir la situación jurídica de los detenidos.

Ojo con eso, pues nos aseguran que ese es el nivel que sin duda Morena usará en el proceso electoral para hacer sonar el nombre de la candidata presidencial y el resto de los abanderados, solo que ahora además de lucrar con los pobres y la carencia social, le entrarán al negro negocio de revictimizar a las víctimas de hechos delincuenciales.

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Fue justo el lunes que cayó abatido a tiros en la ciudad de Chihuahua el responsable de comercio en el Cereso 1, de Aquiles Serdán, Nicolás Monárrez Gaxiola. Fue una operación donde intervinieron materialmente cuando menos ocho sicarios, todos detenidos.

El hijo del mando penitenciario, por cierto, de apenas cuatro años, y un escolta permanecen bajo atención médica dada la gravedad de las lesiones.

Surgen muchas dudas en relación con esa área de comercio, porque está prácticamente sin regulación puntual alguna.

Parece que es una amplia zona gris, bajo las órdenes directas del responsable administrativo de la Secretaría de Seguridad Pública y del director de cada penal, área a la que suponemos pertenece en la actualidad.

Y lo suponemos porque no encontramos un organigrama detallado ni mucho menos las funciones que debe realizar el responsable de comercio dentro de los Ceresos de la entidad, en la importante función de la “tiendita”, que mueve a diario una buena cantidad de dinero, y los indispensables insumos alimenticios, y otros productos como los cigarros, enseres de limpieza, etc., para los internos.

No sabemos entonces cómo se maneja el dinero, si es en efectivo, cuánto entra y cuánto sale, si hay “fiado” y por qué montos, y con qué criterios.

Todo ello debe estar en un reglamento que insistimos no aparece por ningún lado, salvo que esté por ahí en algún escritorio.

Tenemos dos reglamentos localizados a fuerza de buscar en internet; uno correspondiente al Cereso 3 de Juárez, expedido en la administración de Patricio Martínez, que habla del área de Industria y Comercio.

También encontramos en la página del Congreso, un reglamento de la Penitenciaria hoy Unidad de Bajo Riesgo, con el detalle de muchas actividades desarrolladas dentro de “la peni”, pero nada del comercio o “la tiendita”.

Tendría que ser ese funcionamiento del área de comercio objeto de puntual atención, aprovechando que se acaba de reformar a fines del año pasado el reglamento interior de la Secretaría de Seguridad Pública, debido a que reasumió las facultades penitenciarias, que estaban a manos de la Fiscalía General, hasta que sobrevino la fuga de reos en el Cereso 3 el primer día del año pasado.

No es bueno que estas áreas tan sensibles permanezcan sin vigilancia y control real, más allá de la discrecionalidad de los responsables.

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Algo más que siniestro ocurre en la delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a cargo, desde enero, del doctor José Antonio Zamudio González.

Es siniestro, sórdido, porque la institución sigue enfrentando los mismos graves problemas de siempre relacionados con el desabasto de medicinas y pésimo servicio médico en los hospitales, pero el delegado, en lugar de concentrarse en superar esas deficiencias, su prioridad ha sido agenciarse el control de áreas relacionadas con el dinerito.

Al propio interior del IMSS algunos creyeron que la llegada de Zamudio significaría mejorar el servicio tercermundista prestado a los derechohabientes del IMSS porque de inmediato iniciaron los cambios en las áreas estratégicas de adquisiciones. No ha sido así.

En estos muy escasos meses al frente de la institución, se deshizo del jefe de Servicios Jurídicos, Alejandro Rivero Sosa, y por fin pudo colocar en ese lugar a uno de sus incondicionales, Ián Carlo Vargas Serrano, presto para “cualquier sacrificio” por la patria...de él y de su siempre jefe.

Antes de regresar a Chihuahua (ya había estado antes como director del Hospital Morelos, en la capital estado), Zamudio era director del mismo Seguro Social en la zona norte del IMSS en Ciudad de México.

Pues de allá, de aquella chilanga tierra, se acaba de traer al nuevo titular de la Coordinación de Abastecimiento y Equipamiento, Alfredo Ramos Peña. Corrió a Sergio Sabino del Valle Campos. Abastecimiento y Equipamiento, su nombre lo dice todo, dinero y más dinero.

El Departamento Consultivo permanecía acéfalo desde hace más de dos años. Ahí acaba de colocar a otro más de sus incondicionales, Mario Sarmiento.

La fresa, o cereza en el pastel, ha sido el nombramiento de una fisicoculturista, Ethernie Sáenz, al frente del Departamento de Adquisiciones.

Ella carece completamente de experiencia para ese cargo; ¡ah!, pero es hija del  exjefe de afiliación, Carlos Sáenz Pando, otro subordinado completo del nuevo dueño, gulp!, delegado, del IMSS en Chihuahua.

Es otra de las áreas neurálgicas que no tenía titular desde hace rato y que, como todo en ese organismo, venía trabajando con la poca velocidad apenas para sobrevivir que se maneja en el Seguro.

Así las cosas en esa institución que atraviesa por una de las mayores crisis en su historia. Sus directivos andan más ocupados en el año de Hidalgo que en las dolencias de los derechohabientes en todos los sentidos, en los hospitales, en sus “farmacias” y ahora hasta en la falta de pago por incapacidades médicas.

Así las cosas, México es la envidia de Dinamarca en sus servicios de salud, diría el señor presidente AMLO.

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Ese servicio médico que tenemos en México al nivel de Dinamarca, según el presidente de la República, en Juárez sigue reducido a una crisis que no se atiende ni por la víspera de las elecciones.

Ya se cumplió más del mes desde que usuarios y los mismos enfermeros y enfermeras exhibieron la crisis que padecen decenas de usuarios del hospital general de zona número 66, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la sala de urgencias, y el problema no se ha solucionado ni por el impacto mediático que seguro se traducirá en votos el próximo dos de junio.

Los pacientes siguen regados por toda la parte exterior, sufriendo dolores sentados en sillas porque no hay camillas. Si no se resuelven esas situaciones, que debieran ser inmediatas, la falta de medicamentos y de esperas por meses por falta de especialistas, qué pueden esperar.

Nos hacen llegar nuevas fotos que muestran a los usuarios convaleciendo en una silla de ruedas.

Para asemejarnos un poco al país danés, deberíamos tener atención de calidad, infraestructura médica, además de disponibilidad de medicamentos, lo cual no ocurre en ninguna de esas palabras.

Ya expusimos casos de pacientes que mejor se fueron a morir a sus casas, quién sabe qué tenga que pasar para que la cosa mejore.

Mientras, el delegado estatal preparando los meganegocios antes de cerrar el sexenio.