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Opinión

Ahora contra la UNAM

‘Nadie se levanta como presidente por las mañanas buscando cómo fregar a los ciudadanos’

César Jáuregui Robles
Abogado

lunes, 25 octubre 2021 | 06:00

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Ciudad de México– Ha pasado ya algún tiempo desde que Enrique Peña Nieto, en un tono que reflejaba molestia, hizo la declaración que parecía explicación no pedida, de que: “nadie se levanta como presidente por las mañanas buscando cómo fregar a los ciudadanos”. Lo hizo en razón de las muchas críticas a políticas públicas que generaban malestar entre los ciudadanos como el llamado “gasolinazo”.

Cobra relevancia el recuerdo porque pareciera que Andrés Manuel López Obrador hurga entre todos sus rencores y conceptos para ver a quién debe señalar y fastidiar en la mañanera cotidiana. Ya fueron los conservadores, los empresarios, los medios de comunicación, la industria energética, Iberdrola, Felipe Calderón, el PAN, los aspiracionistas, la Organización de las Naciones Unidas, los científicos del Conacyt, la Organización Mundial de la Salud, o el INE como sucedió la semana pasada.

Ahora dirige sus baterías a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no obstante haber egresado (aunque con enormes dificultades) de esa magna casa de estudios.

A la UNAM y a todas las universidades del país las ha acusado de haberse acogido al pensamiento neoliberal y de haberse derechizado. Señaló en un par de veces distintas que inexplicablemente estas instituciones no hubieron  denunciado el saqueo que se propició con los regímenes que le antecedieron.

Por si fuera poco, criticó que los egresados de la Universidad no hayan enfocado sus carreras en privilegiar el servicio público en las dependencias del Estado mexicano y hayan preferido el sector privado, careciendo de toda dimensión social.

Todas estas expresiones, producto más de su ocurrencia semanal y de su exitosa estrategia de generar distractores para evitar hablar de los problemas nacionales que son su responsabilidad, fueron en su momento motivo de reclamo de académicos, intelectuales e integrantes de la comunidad científica.

A diferencia de otras ocasiones en que la Universidad se había mantenido al margen del debate político y de las declaraciones del señor presidente, en esta ocasión, con verdadera mesura salió a responder que en la máxima casa de estudios se privilegia siempre la libertad de cátedra, toda vez que una de las mayores fortalezas para formar ciudadanos íntegros, de pensamiento independiente y sin ideologías impuestas, es el reconocimiento de la pluralidad y de la diversidad.

Situación que incomoda mucho al titular del Ejecutivo, más proclive al pensamiento único y a creer que todo aquel que le critica o que hace señalamientos de los errores de su gobierno y de sus múltiples fallas quisieran acabar con su propósito de trascendencia como adalid de la Cuarta Transformación.

A diferencia de otras ocasiones en que se generan enormes expectativas y donde finalmente se concluye en la nada, como por ejemplo la consulta (farsa) para llevar a juicio a los expresidentes, ahora ha sido útil el ejercicio puesto que muestra que las voces discordantes son muchas y que desde luego se inclinan por el lado del conocimiento, de la diversidad y del progreso. Muy alentadora es la voz del Coordinador de Morena en el Senado de la República, el doctor en derecho por la UNAM, Ricardo Monreal, quien sin atisbo de duda manifestó que, sin contradecir al presidente, él se ponía del lado de la Universidad.

No podía ser de otra manera; ante quienes pretenden imponer ideologías y establecer la dictadura cultural en consistencia con su visión personalista, se oponen las voces de la tolerancia, el respeto por los demás y desde luego por la apuesta de que en la pluralidad todos tenemos algo que aportar.

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