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Las historias
domingo, 08 diciembre 2019 | 06:00
Cada año en diciembre los niños de Lomas de Poleo esperan la posada en la asociación Manitas en Movimiento, pues además de que conviven en una fiesta donde hay dulces y piñata, también es cuando les dan un juguete y en algunos casos ropa como regalo de Navidad, obsequios que no pueden recibir en su casa porque sus padres no tienen para ello.
Al menos así ha ocurrido en los últimos tres años, en que han sido invitados al convivio navideño que organiza esta asociación, misma que el resto del año proporciona la comida que diariamente se les ofrece como un apoyo para las cientos de familias que viven en esta colonia en el norponiente de la ciudad, muchas de ellas en condiciones de pobreza extrema.
En esta ocasión la posada está planeada para el próximo martes 17, pero hasta ahora sólo saben que los niños disfrutarán de nachos, agua fresca y piñata, pues aún no llegan los regalos que les llevan empresas y distintos grupos de personas de otras partes de la ciudad, pero tienen confianza en que como en años anteriores, ahora también los apoyen.
“La realidad es que en esta colonia la gente tiene muchas carencias y hay familias que viven en condiciones de pobreza extrema, casi todos los papás trabajan en las maquiladoras o en la obra, de albañiles, y es poco lo que ganan, por eso los niños ven a Manitas en Movimiento como su segunda casa”, dice María Inés Ángeles, fundadora de esta asociación.
Solicitan el apoyo a través de la red social Facebook y por medio de empresas
Espacio Comunitario Manitas en Movimiento, es el nombre oficial de esta asociación civil que surgió cuando María Inés se dio cuenta de que los niños padecían de hambre, luego de que en su casa ayudaba a un grupo de ocho a hacer sus tareas.
“¿Qué hizo de comer Mary?”, le preguntaban los niños, y ella les contestaba que cocinó sopa, pero no les podía ofrecer porque no tenía para comprar más, hasta que un día decide comprar un paquete extra y les da a esos ocho menores.
En otra ocasión, un niño le pide un huevo cocido para una tarea, pero se lo come y deja la cáscara junto a la puerta de la casa; él tenía mucha hambre, por eso, desde entonces, junto con otros vecinos decidimos abrir el comedor y darles por lo menos una comida al día, lo que hacíamos en mi casa, comenta.
Al principio eran ocho niños, después subió a 21, luego a 36, a 52, a 75 y ahora a 127 con edades desde uno hasta los 17 años, por lo que fue necesario conseguir un local más amplio y lo obtuvieron en la misma colonia, con apoyo de voluntarios y de la Fundación del Empresariado Chihuahuense a través del programa Ampliando el Desarrollo de los Niños, por lo que además de ayudarles en sus tareas, los pequeños reciben talleres para estar siempre ocupados.
“En la comida les damos arroz, frijoles, sopa y guisado de verde o rojo, y cuando podemos les cambiamos el menú, pero los niños reciben con gusto lo que se les da, porque es mucha la necesidad que existe en sus casas y este apoyo es importante para ellos”, dice María Inés.
“La misión que tenemos en Manitas en Movimiento es ayudar a los niños a salir adelante, ayudarles a estudiar, a que sean felices aunque su entorno es de mucha necesidad, por eso también por Navidad les hacemos la posada y los sacamos a pasear al parque DIF para que recorran la Villa Navideña”, comenta.
Sin embargo, dijo, como todos los años estamos esperando que la gente nos apoye para darles un regalo el día de la posada, solicitamos el apoyo a través de la red social Facebook y con visitas a empresas, pues en Ciudad Juárez hay gente buena y nos ayudan a darle felicidad a estos niños que tienen grandes sueños.
María Inés dice que los sueños de los pequeños que viven en Lomas de Poleo son para mejorar su colonia o para ayudar a los demás, como es el caso de Ian, de 8 años de edad, quien cursa el tercer grado de primaria y cuando sea adulto quiere ser juez de lo penal para castigar a los que cometen abusos contra la gente indefensa.
Jasiel, alumno del sexto grado, quiere ser maestro porque le gusta enseñar lo que sabe y quiere que todos los niños de su colonia estudien para mejorar sus condiciones de vida; incluso, dice que le gustaría recibir como regalo de Navidad algún juguete con el que pueda aprender a hacer algo, y compartirlo con sus amigos.
“Para estos niños el recibir un regalo por la Navidad es un premio a su esfuerzo en la escuela y en ayudar a sus padres en casa, son pocos los que tienen bajas calificaciones, pues las carencias que enfrentan en sus familias no les impiden ser buenos estudiantes”, destaca la fundadora de Manitas en Movimiento.
“Gracias a esta asociación nuestros hijos reciben un regalo por la Navidad, desafortunadamente somos muchos los que no podemos darles un juguete o algún obsequio, aunque a veces les compramos algo sencillo, pero no siempre tenemos para eso, hay otras necesidades que atender”, dicen las señoras Maribel y Aracely, habitantes de Lomas de Poleo.
“En estos tiempos de fiestas y en que toda la gente se prepara para la convivencia en familia, les pido que apoyen a estos niños, son buenos muchachos que merecen un obsequio por la Navidad”, dice María Inés. (Luis Carlos Cano C. / El Diario)
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