Se une a ‘las batallas’ por el medio ambiente

Ciudad Juárez.- El Frente Amplio Ambiental del Norte (FAAN), integrado por colectivos y activistas en defensa del agua, la biodiversidad, el territorio y los derechos humanos, se reunió ayer en el Museo de Arqueología e Historia de El Chamizal para establecer los lineamientos por los que procederá por medio de la vía legal para solicitar la declaración de un corredor biológico en la cuenca del Río Bravo Grande Rojo.

“Es muy importante repetir que necesitamos elevar la conciencia sobre la sacralidad de los elementos dadores de vida, que son el aire, el agua, la tierra, es decir, nuestros alimentos. Son sagrados no porque alguien lo diga, sino que porque sin ellos comprometemos nuestra propia existencia”, dijo Rubén Albarrán, músico y compositor integrante de la banda Café Tacvba, quien se unió a las voces de los chihuahuenses en defensa del medio ambiente.

El FAAN se constituyó este año con el objetivo de sumar los esfuerzos de cada uno de los colectivos y activistas que luchan por defender los ecosistemas del estado de Chihuahua. Su primera acción como un solo organismo la llevaron a cabo al promover la consulta pública Sierra Nombre de Dios, que se realizó del 11 al 30 de abril con la intención de declararla área natural protegida.

"Es muy importante repetir que necesitamos elevar la conciencia sobre la sacralidad de los elementos dadores de vida… son sagrados no porque alguien lo diga, sino que porque sin ellos comprometemos nuestra propia existencia”, dijo Rubén Albarrán.

Este sábado concluyeron las mesas de trabajo del FAAN, luego de que se reunieron para proponer la constitución de un corredor biológico en la cuenca del Río Bravo Grande Rojo, por lo que abordaron líneas de trabajo: agua, biodiversidad, territorio e historia y derechos humanos.

“Es importante la concientización y la sensibilización ambiental a todos los niveles, no sólo a nivel educativo, sino también a niveles comunitarios, trabajar con los padres de familia y también trabajar con los servidores públicos, ellos se tienen que concientizar y todos nos tenemos que reeducar y, definitivamente, ir tratando de tejer lazos binacionales para que no se quede sólo en local y en México, sino que traspase esta frontera”, dijo uno de los activistas.

La denominación de Río Bravo Grande Rojo se realizó con la intención de recuperar la raíz de la nación N’dee para la cual la Madre Tierra es sagrada, pero no sólo para los ancestros, sino también como símbolo de cada una de las personas que actualmente la habitan y dependen de la biodiversidad y de la relación de respeto entre el ser humano y el ecosistema, señaló Luis Rivera, del movimiento Salvemos los cerros de Chihuahua.

“No somos desierto sin nada, somos un conjunto de ecosistemas valiosos del que depende la vida, del que dependemos todos porque no vamos a sobrevivir de máquinas ni de concreto, vamos a sobrevivir de estar colaborando y siendo parte del propio medio ambiente, entonces nuestro sueño es tener corredores en toda la frontera norte, en todo el país, en toda Latinoamérica, en todo el mundo, donde las áreas naturales sean protegidas”, dijo David Hernández del colectivo Keyah.

Los estatutos legales de un corredor biológico permitirán proteger todas las áreas naturales y arqueológicas que colindan en ambos lados de la cuenca, no sólo al sur de la frontera con Estados Unidos, pues actualmente el Río Bravo es un monumento natural hasta el área de Ojinaga, pero se busca que se extienda hasta el Valle de Juárez, explicó la ambientalista Lidia Graco.