‘No merecían morir así’

Ciudad Juárez— “Ella no merecía morir así, nadie lo merece, pero menos una madre que trabaja para sacar adelante a sus hijas”, dijo entre lágrimas Rosa, madre de Sairy Anel Rodríguez Castruita, una de las cuatro mujeres que la madrugada del martes fueron asesinadas en el bar en el que trabajaban.

En humildes domicilios del suroriente de la ciudad fueron velados tres de los cuatro cuerpos, en medio del dolor de sus seres queridos. Danya Viviana Rosendo Jáquez, de 27 años, fue velada en una funeraria ubicada en el bulevar Óscar Flores.

Al enterarse de la noticia, la madre de Sairy viajó desde el Estado de México hasta esta frontera. Al llegar pudo ver por última vez a su hija, aunque no de la manera en que esperaba, mencionó.

“No merecía lo que le pasó, ninguna de ellas; yo no las conozco pero son mujeres trabajadoras, se supone que estaban ahí por necesidad, estaban trabajando”, dijo.

El cuerpo de Sairy fue velado en un domicilio del fraccionamiento Praderas del Sur. En el lugar permaneció sólo unas horas ya que sus restos fueron trasladados al estado de Zacatecas, de donde era originaria.

Sairy, de 34 años, llegó a Ciudad Juárez siendo adolescente y desde entonces empezó a trabajar en la industria maquiladora.

“Ella trabajó toda su vida, desde chiquita, desde que la aceptaron en la maquila, era una persona muy alegre, muy luchona, nunca hubo una barrera para ella. Sin su pareja, sola, sacó a sus hijas adelante”, mencionó Gerardo, primo de Sairy.

Sairy Anel dejó en la orfandad a una niña de 11 años y una adolescente de 17.

“Va a ser una Navidad muy triste, muy difícil, una pérdida irreparable… hace tres meses se me fue mi hermana y ahora mi hija”, agregó Rosa.

Al mismo tiempo, el ataúd con el cuerpo de Sarahy Cardona Gómez llegaba ayer al domicilio de sus padres ubicado en el fraccionamiento Praderas del Sauzal, el cual fue recibido en medio del llanto.

La mujer de 23 años era madre de una niña de 4, quien, aunque ya se le dio a conocer la noticia, aún no logra comprenderla, mencionaron familiares que la cuidaban en una vivienda cercana.

Karla Yareli Irigoyen Cardona, de 21 años, también fue velada ayer en un domicilio ubicado en el fraccionamiento Las Arecas, en el suroriente de la ciudad. En el lugar se encontraban sus dos hijos, uno de 5 años y otro de 3.

Las cuatro mujeres fueron asesinadas la madrugada del martes en el interior del bar “El Manantial”, en el que trabajaban, ubicado en la avenida Ejército Nacional, a unos 300 metros del bulevar Francisco Villarreal Torres.

De acuerdo con la información que hasta la tarde de ayer había proporcionado la Fiscalía General del Estado, en el hecho sangriento participaron al menos dos personas, una de las cuales ingresó al lugar cubriendo su cara con una máscara, según las imágenes captadas por el circuito cerrado.

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