Enfrenta Biden desafío sobre acceso a información sensitiva

Washington.- El presidente electo Joe Biden y su equipo pronto tendrán que decidir si van a compartir las transcripciones de las llamadas presidenciales con líderes extranjeros a una audiencia amplia con autorización de seguridad o van a mantener cerrados las transcripciones oficiales de las llamadas y otra información altamente sensitiva impuesta por la administración de Donald Trump debido a su preocupación de que fueran filtradas, publicó CNN.

Una persona cercana al equipo de transición de Biden le comentó a CNN que no se ha tomado la decisión acerca de ese material sensitivo que será entregado cuando el presidente electo asuma el poder el 20 de enero, y es muy probable que va a mantener el cercano control de la administración de Trump sobre esa información, por lo menos al principio, hasta que eso sea decidido y Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional que escogió Biden, pueda evaluar las necesidades de seguridad en la información.

Un funcionario de alto rango dijo que el equipo de Biden tendrá acceso a un servidor secreto que contiene información sensitiva relacionada con las conversaciones más controvertidas del presidente Trump con líderes extranjeros y que la administración Trump está preparada para compartir cualquier información que consideren relevante para su futuro proceso de toma de decisiones.

Aunque es probable que el equipo de Biden sea más transparente, ya que muchas cosas han cambiado desde que sus designados de alto rango en el gobierno y la atmósfera políticamente cargada en Washington antes de la elección tiene a algunos funcionarios urgiendo ser cautelosos en los primeros meses, para impedir filtraciones y evaluar la necesidad de poner límites para compartir esas información sensitiva.

Filtraciones seguidas respecto a declaraciones controvertidas hechas por Trump durante llamadas telefónicas con líderes de México y Australia en los primeros días de la Casa Blanca de Trump dieron como resultado una inusual política de distribución de registros, provocando que los funcionarios decidieran usar un servidor secreto para almacenar las grabaciones relacionadas con líderes de Arabia Saudita, Rusia y Ucrania.