Washington— Funcionarios de la administración Biden han insistido en que tienen un mejor control de los niños migrantes que han abarrotado los centros de detención en la frontera entre Estados Unidos y México.
Sin embargo, los documentos obtenidos por The New York Times indican que el problema se ha movido a otras instalaciones, como los centros de convención en Dallas, San Diego y Long Beach, California, que están llegando a su capacidad mientras que los fondos para conseguir más espacio son escasos.
Los niños migrantes están mucho mejor cuidados en las nuevas instalaciones, operadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, que lo que estaban en las sobrepobladas cárceles que están a cargo de Aduanas y Protección Fronteriza del Departamento de Seguridad Interna, de acuerdo a funcionarios de la administración.
Sin embargo, los funcionarios del Departamento de Salud están tomándose aproximadamente un mes en promedio para entregar a los niños y adolescentes de la custodia del gobierno a un familiar o tutor en Estados Unidos.
En esta semana, la Casa Blanca permitió que el Departamento de Salud y Servicios Humanos desviara 850 millones de dólares para la atención de los migrantes, de acuerdo a un documento interno fechado el 6 de mayo. Otros 850 millones de dólares podrían estar disponibles en las próximas semanas. Antes de que el traslado quede concluido, la administración estimó que podría necesitar otros 4 billones de dólares antes de que termine el año fiscal el 30 de septiembre, de acuerdo al documento.