Cientos de migrantes, de nuevo en las calles

La falta de capacidad para albergar el excesivo número de migrantes que cruzan la frontera ha obligado una vez más a la Patrulla Fronteriza a liberar a cientos de refugiados en las calles de la ciudad, lo que genera un problema social.

Tan solo en los últimos tres días de noviembre dejaron en libertad a 550 extranjeros originarios de diversos países de Centro y Sudamérica; la cifra muestra un incremento sustancial, dado que en todo el mes liberaron a mil 348 personas.

Debido al elevado número de encuentros con migrantes, el Sector El Paso ha tenido un promedio de 2,800 migrantes retenidos diariamente durante los últimos siete días en el Centro de Procesamiento Central y el área de desbordamiento del Sector El Paso”, dijo Carlos Rivera, portavoz de la agencia federal. La mayoría de estos migrantes son de Nicaragua, México, Ecuador, Colombia y Venezuela.

Aunque en menor cantidad, los refugiados han dado un cambio a la imagen urbana del Centro de la ciudad tal y como ocurrió a principios del mes de septiembre cuando miles de personas aspirantes al beneficio del asilo político fueron encarceladas en los centros de procesamiento de la corporación.

Al soltar a los migrantes prácticamente se les deja a su suerte ya que muchos de ellos carecen de los recursos económicos para poder viajar y reunirse con sus familias o amigos que los esperan en alguna de las ciudades del país.

La presencia de los refugiados en la zona céntrica de la ciudad volvió a causar sorpresa entre los comerciantes de la zona, quienes asombrados no entendían por qué andaban de nuevo en las calles cuando el propio alcalde Oscar Leeser había comentado que ya no se permitiría que se liberaran en las calles.

“Eso escuché a mediados de septiembre, de que ya se había hablado con los de CBP y que ya no habría problemas”, dijo Gonzalo, un comerciante del sector.

Y es que en los últimos días decenas de extranjeros, unos solos y otros acompañados con niños, pasean por las calles mientras esperan alguna noticia de sus familiares… “Me da tristeza que al llegar la noche andan en busca de un refugio, muchos se acercan a la central de autobuses pero es insuficiente el lugar”, dijo otro de los negociantes.

Y es que por orden de las autoridades ahora ya no es posible que levanten carpas para pasar las noches, eso está prohibido.

Por lo pronto, y adelantándose a lo que sucedería a partir del 21 de diciembre, fecha en que se le levantará la orden de salud pública Título 42, que impide el cruce de aspirantes al asilo para prevenir la propagación del Covid-19, personal de los albergues y organizaciones civiles no lucrativas se preparan  para recibir la avalancha de migrantes.

“Ya se están abriendo más iglesias aquí en El Paso para que podamos comenzar a recibir a un mayor número de personas para que no se queden en la calles de la ciudad”, dijo Dylan Corbett, director del Instituto Fronterizo de Esperanza (HBI).

Para él, al igual que para otros líderes involucrados en la atención a los migrantes, ahora más que nunca se requiere de la ayuda del Gobierno federal.

“El Gobierno federal debe intervenir y cubrir la brecha y ayudar a nuestra ciudad a ayudar a nuestro condado para que podamos manejar los desafíos”, dijo Corbett, tras agregar que si la necesidad va más allá de la capacidad de las organizaciones, debe hacerlo.

La Diócesis de El Paso, liderada por el obispo Mark Seitz, mantiene pláticas con los sacerdotes para trazar la estrategia de recibimiento a los viajeros extranjeros.

“Estamos en la discusión para definir la manera en que vamos a recibirlos. Estamos conscientes que van a hacer muchos más así que tenemos que estar preparados”, dijo Fernando Ceniceros, vocero de la Diócesis de El Paso.

Manifestó que el obispo Seitz se ha dado cuenta de ello y ha girado la instrucción a los párrocos para que se preparen y armen sus equipos de voluntarios.   

Agregó que por lo pronto los refugios habilitados en las iglesias San Ignacio, Sagrada Familia y San Xavier, ubicadas en la zona Sur-Centro de la ciudad, así como el Centro Pastoral atienden a los migrantes que acuden ante la falta de un lugar dónde pasar la noche.

Asimismo la Ciudad de El Paso mantiene un programa de apoyo, dotando de recursos económicos a las organizaciones no lucrativas que ofrecen albergue a las personas que son liberadas por la Patrulla Fronteriza.