Participando por Ciudad Juárez

Desde hace muchos años he pensado acerca de lo importante que es actuar y no esperar a que las cosas sucedan. El año pasado constituí junto con un grupo de amigos activistas Alegrando la Niñez de Juárez, una asociación civil cuyo objetivo principal es ayudar a los menores vulnerables de esta frontera.

El activo más importante de nuestra comunidad son los niños. Aunque suene trillado, ellos son el futuro de Juárez. Estoy seguro que si apostamos por una mejor educación y espacios dignos para su desarrollo integral, tarde o temprano se reflejará en una ciudad más próspera, con mayores oportunidades para todos.

Los movimientos sociales necesitan de la colaboración y buena actitud. Va más allá de las creencias ideológicas, religiosas o incluso partidistas, porque al final de cuentas, todos queremos un mejor lugar para vivir. 

Hace años vi con mucha tristeza cómo la falta de recursos económicos se convertía en una limitante para que los menores continuaran con sus estudios. A esto se sumaba las malas condiciones de sus espacios educativos y hasta la apatía social.

Entonces decidí tomar acciones. La verdad que me pareció muy inhumano de mi parte, quedarme aislado de este tema, y cuando vi cómo en muchas zonas de la ciudad los niños salían de sus casas sin desayunar y luego sufrían dolores de cabeza durante las clases en sus escuelas, pensé que tenía que hacer algo desde varios frentes.

La solución para la mayoría de los problemas que padecemos en el país, era y sigue siendo la participación social. Esa fue una de las razones por las que también soy miembro del consejo directivo de la Cruz Roja delegación Ciudad Juárez, donde uno de nuestros proyectos tiene que ver también con la educación, ya que buscamos que los 400 alumnos que actualmente se encuentran en la Escuela de Enfermería puedan graduarse con nivel de licenciatura, para brindarles mejores oportunidades.

Me parece también que es importante evolucionar socialmente y uno de los pilares de este crecimiento comunitario, tiene que ver con desprenderse de esa idea obsoleta que apunta a que todo le corresponde al gobierno. Eso es un pensamiento que tiene que abandonar nuestras cabezas.

Hay que tomar consciencia de nuestros espacios, lo que hace falta y cómo cada uno de nosotros podemos poner nuestro granito de arena para que el engranaje social funcione mejor a favor de toda la comunidad, no solo a favor de unos cuantos.

Lo más fácil es hacerse a un lado y dejar que las instituciones trabajen solas. Así no funcionan las cosas. Es sumando esfuerzos como se transforma el presente para tener un mejor futuro, en el que todas y todos quepamos, un lugar donde la justicia, la equidad, la seguridad y las oportunidades sean nuestro mayor orgullo.

Sin duda el país, el estado y la ciudad han avanzado en varios renglones. Ya no es como antes, ahora la sociedad participa más en pro de quienes más lo necesitan.

Frente a las adversidades que hemos tenido como ciudad por muchos años, considero que es importante no dejar únicamente las decisiones importantes de la ciudad a unos cuantos, sino que nosotros, los ciudadanos, tomemos las riendas por el Juárez que todos soñamos.

Necesitamos enseñar a los menores a respetar la ley y las normas que rigen la vida de nuestra sociedad. Es muy importante que normalicemos la participación ciudadana y trabajar unidos para concretar los objetivos con el fin de alcanzar la paz y armonía social. Si la mayoría de los juarenses nos involucramos en tratar de cambiar nuestro alrededor, tendremos un mejor lugar para vivir.

Hace unos días, nació mi primer hijo, Alejandro, y quiero que cuando crezca, esté orgulloso de la ciudad donde crecerá. Si antes estaba seguro que tenía que poner todo de mi parte para trabajar por una mejor comunidad, específicamente a favor de los niños, ahora tengo nuevas fuerzas para hacerlo.