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Opinión

Las brujas de Salem

Últimamente se han presentado casos de feminicidio en donde las mujeres son quemadas, así tenemos el caso en Ciudad Juárez de la joven Jessenia Johana Cisneros Robles de tan solo 17 años

Olivia Aguirre Bonilla
Académica

jueves, 04 agosto 2022 | 06:00

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Últimamente se han presentado casos de feminicidio en donde las mujeres son quemadas, así tenemos el caso en Ciudad Juárez de la joven Jessenia Johana Cisneros Robles de tan solo 17 años, quien en el mes de mayo de este año fue asesinada toda vez que fue salvajemente golpeada y quemada dentro de su domicilio. Feminicidio que a la fecha no se ha esclarecido, ni hay personas detenidas. 

Por otro lado, encontramos el caso de Luz Raquel Padilla Gutiérrez, de 35 años, quien radicaba en la ciudad de Zapopan, Jalisco, y que el 16 de julio del presente año fue rociada con alcohol y quemada viva, la cual previamente había denunciado que era víctima de amenazas, sin embargo, la autoridad nunca proporcionó las medidas de protección adecuadas. Luz Raquel falleció tres días después del atentado consecuencia de las quemaduras en todo su cuerpo.

Pareciere que nos encontramos en una comunidad más represora y misógina que la del pueblo norteamericano de Salem en el siglo XVII, pues hoy al igual que las mujeres de Salem, quienes fueron acusadas de brujería, son torturadas y asesinadas de la forma más cruel.

Las brujas de Salem fueron perseguidas y quemadas en la hoguera porque se les consideraba una amenaza, mujeres ubicadas bajo la categoría de “brujas” porque no encajaban en los cánones establecidos del sistema patriarcal imperante, pues habían desarrollado conocimientos y habilidades que en aquella época no estaban permitidas para las mujeres, por lo que la forma de vida de estas mujeres representaba una transgresión para el sistema de creencias y valores de aquella época, ya que fueron asociadas con las fuerzas diabólicas por las autoridades eclesiásticas. Por tanto, en la Edad Media, la mujer que se salía del sistema patriarcal era una mujer transgresora con lo demoniaco y por ello era necesario la tortura y la muerte para que las mujeres se sometieran a los patrones establecidos.

El 2 de junio de 1692, el juez William Stauton envió a la horca a Bridget Bishop, la primera mujer ejecutada en los juicios de Salem, quien fue acusada brujería y cuyo único pecado había sido tener un carácter extrovertido y haberse casado tres veces. 

El recuerdo de una época en donde la tortura y la muerte era la consecuencia que le tocaba vivir a las mujeres que se atrevieron a salirse de los patrones patriarcales sigue latente en pleno siglo XXI. Conviene reflexionar el concepto de “bruja” porque usualmente se entiende como mujeres maléficas, pero si nos vamos a sus orígenes, este término se utilizó en Europa durante la Edad Media para designar a mujeres que contravenían los órdenes establecidos.

Los casos de Jessenia Johana y Luz Raquel son un ejemplo de la intolerancia, misma que se encuentra sumergida en un sistema patriarcal que estigmatiza y castiga la diferencia. Los feminicidios persisten en esta ciudad, pues tan solo hace dos semanas cuatro mujeres fueron asesinadas, aumentándose a 10 el número de asesinadas en el mes de julio.

Que nos llamen entonces “brujas” a todas las mujeres contrahegemónicas, rebeldes y opositoras al sistema patriarcal, a quienes exigimos justicia para nuestras mujeres y niñas, quienes somos la voz de las que ya no están y quienes preservamos la memoria de todas aquellas mujeres que les arrancaron la vida.

Facebook: Dra. Olivia Aguirre Bonilla

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