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Opinión

La migración hacia Estados Unidos, un botín político

Pobres personas en situación de movilidad internacional hacia Estados Unidos de América a través de México y Texas

Luis Ernesto Orozco Torres
Analista

miércoles, 27 marzo 2024 | 06:00

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Ciudad de México.- Pobres personas en situación de movilidad internacional hacia Estados Unidos de América a través de México y Texas. Son un botín político en tiempos electorales en nuestro vecino del norte. Republicanos (Greg Abbott gobernador de Texas, entre otros más) y Demócratas, con Biden a la cabeza).

A finales del año pasado el gobernador de Texas promulgó la ley de inmigración SB4, pero su final implementación ha llevado a las administraciones tejana y federal a un escenario de enfrentamiento en sede jurisdiccional, es decir, en los tribunales.

La postura del Estado mexicano se fijó de la siguiente manera: “El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reprueba la entrada en vigor de la ley SB4 en Texas, que pretende detener el flujo de personas migrantes mediante su criminalización, fomentando la separación de familias, discriminación y perfilamiento racial que atentan contra los derechos humanos de la comunidad migrante… México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a las autoridades estatales o locales ejercer labores de control migratorio, detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano”. (México reprueba la entrada en vigor de la ley antiinmigrante SB4 en Texas, Comunicado No. 108, https://www.gob.mx/sre/prensa/mexico-reprueba-la-entrada-en-vigor-de-la-ley-antiinmigrante-sb4-en-texas?idiom=es)

Insiste el Gobierno federal, también, en su preocupación por los 10 millones de mexicanos que residen en Texas, pues este tipo de leyes general un ambiente hostil, expresiones de odio, perfilamiento racial y, desde luego, discriminación, que implican necesariamente violaciones a los derechos humanos de dichos compatriotas.

Además, México reitera su derecho a brindar protección a sus connacionales dentro de Estados Unidos, y se decanta por seguir haciendo un esfuerzo “bilateral” en tan sensible asunto, para garantizar la migración de forma que se respeten los derechos humanos y sea de manera segura y ordenada la repatriación.

La insistencia en lo “bilateral”, es de suma importancia, pues implica que… “México no aceptará, bajo ninguna circunstancia, repatriaciones por parte del estado de Texas”, sino, en todo caso, de la administración federal del vecino del norte. Asimismo, el Estado mexicano anuncia sus acciones al respecto:

“para velar por los intereses de México y de sus nacionales en EU, el Gobierno de México participará como Amigo de la Corte ante la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito ubicada en Nueva Orleans, Luisiana, para acercar información relevante sobre el impacto que dicha ley tendrá en la comunidad mexicana y/o mexicoamericana, así como su efecto en las relaciones entre México y Estados Unidos… históricamente ha participado de manera determinante como Amigo de la Corte en otros litigios contra leyes antiinmigrantes. Por ejemplo, contra la ley SB1070 de Arizona, en 2010; HB 56 de Alabama, en 2011; o SB4 de Texas, en 2017”.

Debemos recordar que existen ya otras demandas del Gobierno federal americano contra Texas porque este último ha emprendido acciones ejecutivas y legislativas que ponen en riesgo la capacidad del Gobierno federal de gestionar debidamente sus relaciones internacionales con México, por violaciones directas a la Constitución norteamericana en temas de inmigración.

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