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Opinión

La frontera bajo presión

Hoy, justo unos instantes de que que concluya el día, a las 23:59:59 concluye la aplicación legal del Título 42 en Estados Unidos, y se vuelve a la aplicación del Título 8, una disposición de las leyes migratorias de ese país

Francisco Ortiz Bello / Analista

jueves, 11 mayo 2023 | 05:52

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Hoy, justo unos instantes de que que concluya el día, a las 23:59:59 concluye la aplicación legal del Título 42 en Estados Unidos, y se vuelve a la aplicación del Título 8, una disposición de las leyes migratorias de ese país. Esa es una mala noticia para los migrantes. 

¿Cuál es la diferencia entre una disposición y otra? Bueno, para explicarlo sencillamente, es abismal, del cielo a la tierra. 

El Título 42 fue una orden ejecutiva del gobierno estadounidense para simplemente regresar a migrantes que intentaban ingresar a su país, adoptada durante la pandemia, buscando refugio o asilo, sin que ello implicara un registro judicial del hecho, por lo tanto no les impedía seguir intentándolo de diversas maneras, en cambio, el Título 8 es el proceso formal y legal de deportación, que implica castigos severos (hasta por 20 años o permanentes), que prohíben cualquier forma de ingreso a ese país. 

Pero no solo son malas noticias para los migrantes, también para Chihuahua y Juárez, porque eso significa que la cantidad de migrantes deportados de los Estados Unidos a nuestro país, se va a incrementar considerablemente, principalmente originarios de Venezuela, con todo lo que eso implica. 

No estoy diciendo que los migrantes sean un problema, cualquiera que sea su origen, venezolanos, hondureños, nicaragüenses o de dónde sean, el problema será por la demanda de servicios y atención que van a requerir, y la nula intervención del gobierno federal en el tema presupuestal que eso significa. 

Y lo será porque la mayoría de ellos son venezolanos, y las deportaciones que realizará Estados Unidos serán obligadamente a nuestro país, ya que no existe un acuerdo o convenio firmado con Venezuela, por tanto, ese flujo migratorio tendrá que ser atendido en México, principalmente en Chihuahua y Ciudad Juárez. 

Y esa circunstancia me lleva a preguntar ¿Por qué tantos venezolanos están queriendo salir de sus país? Como nunca antes en la historia. 

Tuve la oportunidad de entrevistar, para el programa Pido la Palabra de Canal 44, a Carlos Modesto Prosperi Manuilt, precandidato a la presidencia de Venezuela por la Plataforma Unitaria que aglutina a más de 18 organizaciones políticas de ese país, y a Guillermo Miguelena, subsecretario de asuntos internacionales del Partido Acción Democrática de Venezuela, y lo que me dijeron es muy revelador de lo que ocurre también en México. La entrevista completa la podrá ver el próximo domingo a las 10 de la mañana por el canal 44. 

La paulatina destrucción de las instituciones, con feroces ataques desde el poder, al ahogamiento financiero y las decisiones autoritarias, terminaron con la bonanza y prosperidad petrolera de Venezuela, convirtiendo ese país en uno de los mayores generadores de pobres, que hoy buscan mejor suerte en Estados Unidos. 

La oposición en Venezuela enfrenta no solo a un gobierno autoritario y dictatorial, sino a todo un esquema de cooptación de las instituciones, se enfrenta a feroces persecuciones desde el poder, con todos los instrumentos judiciales en manos del gobierno, y a la feroz represión de un gobierno para el que la legalidad y el Estado de Derecho simplemente no existen. 

El salario mínimo en Venezuela es de 5 dólares al mes ¿Quién puede vivir dignamente con eso? Pero lo peor, aún quienes por alguna razón tienen oportunidad de tener un poco más, tampoco pueden subsistir con dignidad, porque el desabasto de mercancías en Venezuela es brutal. 

De eso escapan los venezolanos, por eso deciden abandonar todo lo poco que tienen, arriesgando incluso la vida y buscar mejores oportunidades, para ellos y sus familias. 

Sin duda alguna es un fenómeno sumamente complejo, por un lado el derecho de los migrantes a buscar mejores niveles de vida, pero por el otro la necesidad de más recursos para brindarles la atención y servicios que requieren además, claro, de brindarles la oportunidad de adquirir un estatus migratorio regular. 

El reto es muy grande, y sumamente desafiante, sobre todo para los gobiernos locales, tanto el estatal como el municipal, que son quienes hasta hoy han corrido con la carga presupuestal que han significado los altísimos flujos de migrantes, pero también la sociedad tiene el mismo reto, la solidaridad y el trato humanitario se deben imponer, pero sin que ello signifique perder el orden y la seguridad pública en nuestra ciudad.

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