Litio: Sexteto del fin del mundo

“La sierra se oscurece, los cerros lloran su suerte, los árboles son mecidos por un viento recio que parece nacer de su vientre”.

Al principio fue solo la portada arrojando sin pudor el cráneo de una vaca muerta, las órbitas vacías, los cuernos secos, la dentadura incompleta y el costillar anclado a la tierra. Más allá los cactus, la flora del desierto y las montañas abrazando secretos. Al fondo el adiós rojizo del sol atravesado por las letras oscuras de un nombre: Litio.

Había leído algunos artículos sobre el metal denominado el nuevo “oro blanco”, sin embargo no me había detenido a pensar en las implicaciones que este tiene en la vida cotidiana y que lo han convertido en uno de los minerales más codiciados del planeta, contando con el mayor volumen de transacciones a nivel internacional. 

Fue así que, de la mano de Imanol Caneyada, narrador y periodista de origen vasco pero sonorense por convicción, empecé un viaje por el paisaje agreste de Sonora, su geografía lastimada por las grandes empresas mineras que no solo han contaminado el agua, como ocurrió en 2014 tras el derrame de 40,000 m3 de lixiviados de sulfato de cobre acidulado en el Arroyo Tinajas, fluyendo desde los ríos Bacanuchi y Sonora hasta la presa Molinito, que surte de agua a la ciudad de Hermosillo. También han desplazado a la gente.

El viaje se extendió a la Ciudad de México, Michoacán, Guerrero, algunos puntos de Canadá y Venezuela; recorrí ciudades, oficinas, sedes diplomáticas donde se toman decisiones basadas en intereses comerciales y geopolíticos, pero también, calles y plazas que dan cobijo a las bajas pasiones del ser humano; pueblos que se han ido convirtiendo en fantasmas que deambulan bajo el avance imparable de las transnacionales.

La historia de María Antonieta Ochoa y familia, despojada de su predio que alguna vez tuvo mejores tiempos como rancho ganadero, obligada al exilio como tantos otros, es impactante.

Su destino final aún peor.

“Un día estás allí y al siguiente quien sabe”, porque los grandes intereses sobrepasan cualquier acción de quienes habitan el pedazo de tierra bendecido con alguna riqueza pero también maldito por la misma razón.

María Antonieta lucha con sus demonios internos al tiempo que enfrenta presiones y amenazas externas con careta de un “porvenir dorado”. Mientras eso ocurre, Ana María -la madre- libra su propia batalla con los recuerdos perdidos entre la bruma de la desmemoria y Heriberto, el amante-amigo incondicional, quiere volver atrás, al sitio de donde fue expulsado veinte años antes.

“Dicen que siempre te alcanza aquello de lo que huyes”.

A lo largo de las 269 páginas que conforman la novela de Imanol, encontré también las imágenes de un país herido por la corrupción, el narcotráfico, los levantones, la muerte sin sentido, el desplazamiento forzado, las desapariciones, la ambición y el canibalismo de los llamados países del primer mundo pero también, de ese canibalismo propio que corroe desde las entrañas hacia el exterior, en un sentido inverso e implacable.

Imanol hace una radiografía del territorio mexicano, donde según datos proporcionados por el Senador Alejandro Armenta en febrero pasado, hay 82 yacimientos de Litio repartidos en 18 estados; Sonora concentra 13, Puebla 12, Oaxaca 9, Nuevo León 8, Durango 7, Chihuahua y Tamaulipas 5 cada uno, Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, San Luis Potosí y Zacatecas 3 cada uno y Chiapas, Michoacán, Morelos, Sinaloa y Veracruz 1 cada uno.

La creciente demanda de litio, que se espera aumente 42 veces para 2040, ha detonado su precio a nivel global, reportando ya un incremento de 171 por ciento en el valor del carbonato de litio, mientras que el del hidróxido de litio, 173 por ciento. 

La emergencia climática está llevando a los países ricos a acelerar su transición energética y por ende requieren de nuevos minerales, lo que, acorde con un análisis del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) los países de América Latina que cuentan con recursos naturales de este tipo tendrían mucho que ganar.

La revista Forbes publicó en junio de 2022, que en ese año Bolivia, Argentina y Chile concentraban más de la mitad de las reservas mundiales de este mineral (64%), pero si a eso se suman las de Perú, México y Brasil, América Latina domina el 68% de las reservas mundiales, dándole así la “llave” de un nuevo escenario geoeconómico.

Dada la escasez de yacimientos, este metal representa ganancias considerables para los países afortunados de contar con él en sus suelos como los ya mencionados. 

México es uno de esos países “afortunados”, sin embargo, a veces pareciera que esa “buena suerte” no es para los mexicanos.

La obra de Imanol Caneyada nos lleva invariablemente a la reflexión sobre la condición humana y la respuesta ante tópicos como la amistad, el amor, las relaciones familiares, la violencia, la traición, el cuidado del entorno y la naturaleza, pero sobre todo, lo que se hace y deja de hacer en aras del poder y la riqueza.

Nos obliga a pensar en un futuro, que por momentos luce devastador y a preguntarnos ¿Qué estamos haciendo ante ello?

“Litio” es pues, no solo una novela sobre la ambición y la descomposición en México y el orbe en general, sino una muestra de que la corrupción, crimen organizado, mineras, impunidad, explotación y soborno conforman un sexteto propio del fin del mundo que conocemos.

*Bibliografía*

-Caneyada, Imanol. Litio. Editorial Planeta. 2022.

-Tapia Cervantes, Patricia. Forbes. Exportación de Litio una fuente segura de dinero para 6 países. 2022

- Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica. Panorama del Litio en América Latina. 2022.

-Armenta, Alejandro. Senado de la República. 2023.

-Centro Nacional de prevención de desastres. Desastre ecológico en los ríos Bacanuchi y Sonora. 2019