PUBLICIDAD

Opinión

La cultura del dame-dame en Juárez

Hoy 25 de abril inician las campañas de los candidatos a la alcaldía, los diputados locales y las sindicaturas

Thor Salayandía / Empresario

jueves, 25 abril 2024 | 06:00

PUBLICIDAD

Hoy 25 de abril inician las campañas de los candidatos a la alcaldía, los diputados locales y las sindicaturas. Y a raíz de esto, he traído esta reflexión de lo mucho que pierde la gente por lo poquito que le dan.

En este tiempo es cuando inicia la compra de votos con todo tipo de dádivas que dan gobiernos y candidatos tratando de conquistar el voto de los electores. Los programas de “desarrollo social”, que son asistencialismo puro, son una maquinaria fabricando votos, que se está acabando las finanzas públicas del país.

Una de las armas más potentes que traen los candidatos para comprar el voto es precisamente esta estrategia de programas sociales, pero están gastando dinero que no tenemos.

Según el IMCO, para este 2024, el Gobierno federal asignó 3.7 billones pesos para desarrollo social, que representan 41% del Presupuesto total, un aumento de 7.6% en términos reales en comparación con lo aprobado para 2023.

Ahí dentro de esa partida vienen 8 programas: Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Beca universal para estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, Sembrando Vida, Programa de Becas de educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, Jóvenes Construyendo el Futuro, Jóvenes escribiendo el Futuro y Programa de apoyo para el Bienestar de Niñas y Niños, hijos de madres trabajadoras.

Este análisis del IMCO dice que el gasto en todos estos programas aumentó de 534 mil millones de pesos en 2023 a 646 mil millones de pesos en 2024, lo que significa un alza de 21 por ciento.

¿Qué es lo preocupante? Que el aumento del presupuesto para “desarrollo social” se da en un contexto de finanzas públicas ajustadas. Este año el gobierno tendrá que incurrir en endeudamiento para cubrir el incremento en el gasto gubernamental. Está dando un nivel histórico de apoyos a la población, justo en el año del proceso electoral de 2024, en el que se renovarán cargos públicos en 32 estados y a nivel federal. 

Viene el gobierno a aprovecharse de un estatus de pobreza que él mismo ha venido fortaleciendo por su incapacidad de generar desarrollo económico. No ha sabido crear un modelo económico de bonanza como sí lo han logrado otros países, dónde las empresas generan mucha riqueza y esa riqueza se distribuye mejor en la población.

En México el camino que el gobierno ha tomado es el de complicar la operación de las empresas, cobrarles cada vez más impuestos y obligarlos a subir los salarios.

Yo noto que todos estos programas sociales están creando en Ciudad Juárez una cultura de “dame, dame, dame”. Dame y voto por ti. Y así como lo está haciendo el elector, así lo está haciendo el político, el gobernante, el empresario: Dame, dame, dame.

En lugar de enfocarse en producir, en aportar, los juarenses están pensando nomás en “a ver qué me dan, a ver qué saco”. Así empezó Venezuela, con esta cultura de que el gobierno todo les daba y cuando el gobierno se quedó sin dinero, ¿qué pasó?

Pues en lugar de una despensa ya nomás les daban un kilo de arroz para toda la semana. Poner un negocio se volvió imposible porque nomás los afines del gobierno podían hacerlo.

Y sin empresas creando riqueza, el gobierno dejó de recibir dinero. Y con el embargo petrolero el gobierno se quedó sin dinero para repartir. Y ahí viene toda la ola migrante de gente que de plano ya no pudo ni encontrar trabajo, ni hacer un negocio para sacar adelante a su familia.

México está en una situación peor, porque ya no tiene ni petróleo, ni dinero para repartirlo como lo está haciendo. 

Hay un término muy bonito para la deuda total del Estado Mexicano, le dicen Requerimientos Financieros del Sector Público y lo reporta Hacienda a través de Banco de México.

En diciembre del 2018 cuando entró AMLO al poder, la deuda de México medida a través de este indicador, estaba en 10.5 billones de pesos. Al cierre del 2023 ya andamos en 14.8 billones. Ha crecido un 40%.

El crecimiento económico no promedia ni el 1% anual en el sexenio. Mientras no fortalezcamos nuestra economía y la productividad de las empresas ¿cómo podemos estar repartiendo el dinero que no producimos?

No digo que no apoyemos a los que lo necesitan, claro que sí. Pero así como lo estamos haciendo no es sustentable. Lo que digo es que primero hay que fortalecer a las empresas, crear modelos económicos nuevos, y los políticos no lo están viendo ni les preocupa.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search