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Opinión

¿Escuela, un lugar sin discriminación?

La discriminación es un problema muy común en nuestra sociedad, y lamentablemente los entornos escolares no son la excepción

Juan Pablo Martínez
Analista

miércoles, 22 febrero 2023 | 06:00

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Ciudad de México.- La discriminación es un problema muy común en nuestra sociedad, y lamentablemente los entornos escolares no son la excepción. Estudiantes de todas las edades son víctimas de discriminación en las aulas, ya sea por su género, orientación sexual, religión, raza, etnia o por ser personas con discapacidad. Este problema no solo es injusto y dañino para los estudiantes directamente afectados, sino que también tiene un impacto negativo en la educación y en la sociedad en general. Por eso, es fundamental promover la no discriminación en todos los ámbitos educativos. 

Esta es una situación al que se le debe prestar atención con urgencia, porque, aunque creamos que la discriminación va disminuyendo en la actualidad, todavía sigue siendo un problema significativo. Por ejemplo, según datos de la Unesco, en países en vías de desarrollo el 90 por ciento de los niños con discapacidad no asiste a la escuela, al encontrar alguna barrera o discriminación por su condición. Este es un dato sumamente alarmante, pues implica que la brecha de desigualdad se acrecentará cuando estos niños sean adultos. 

Por otro lado, las personas con alguna discapacidad que logran asistir a la escuela, en ocasiones suelen ser víctimas de discriminación. En primer lugar, la discriminación en la escuela afecta directamente el rendimiento académico de los estudiantes; cuando un estudiante es discriminado, se siente marginado y desmotivado para participar en las clases y para realizar sus tareas. Además de esto, la discriminación puede generar una sensación de inseguridad y miedo en los estudiantes, lo que interfiere con su capacidad para concentrarse y aprender. La discriminación en la escuela impide que los estudiantes alcancen todo su potencial académico y que se desarrollen plenamente como personas. Si bien, la discriminación es un problema en todos los entornos, no solo los escolares, esta se acentúa en las aulas, pues se supone que la escuela debería ser un lugar seguro y libre de violencia. 

Aunado a ello, la importancia de la no discriminación en la escuela va más allá del rendimiento académico: también tiene un impacto en la formación de los valores y actitudes de los estudiantes. Es cierto que muchos de los valores se aprenden en casa, pero no por esto, los valores deberían de dejar de ser aprendidos también en la escuela. Cuando los estudiantes son testigos de la discriminación en la escuela, se aprende que es aceptable tratar a las personas de manera injusta y prejuiciosa. Esto puede llevar a la formación de prejuicios y estereotipos con graves consecuencias para el futuro. Por el contrario, cuando se promueve la no discriminación en la escuela, se fomenta el respeto y la tolerancia hacia la diversidad, lo que puede contribuir a crear una sociedad más justa y equitativa. Este es uno de los aspectos centrales por el cual la discriminación debe desaparecer con apremio. 

Además, la no discriminación en la educación es un derecho humano fundamental. Todos los estudiantes tienen derecho a recibir una educación de calidad, sin importar su origen, género, orientación sexual, religión o cualquier otra característica. La discriminación en la educación viola este derecho y perpetúa la exclusión y la desigualdad. Por eso, es importante que los sistemas educativos se comprometan a eliminar la discriminación y a garantizar la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes. 

Por supuesto, promover la no discriminación en la escuela no es una tarea fácil. Requiere un esfuerzo constante por parte de toda la comunidad educativa. Los docentes deben estar capacitados para reconocer y prevenir la discriminación, y para fomentar el respeto y la tolerancia en el aula. Los estudiantes deben ser educados sobre la importancia de la no discriminación y sobre los efectos negativos que tiene en la educación y en la sociedad. Pero, sobre todo, los padres de familia debemos enseñar a nuestros hijos e hijas la importancia de la inclusión. 

También es importante recalcar que las políticas educativas en nuestro estado y en nuestro país deben ser diseñadas para garantizar la no discriminación y la igualdad de oportunidades para todas y todos los estudiantes. La no discriminación no debe ser negociable, es tarea de todas y todos construir una sociedad libre de prejuicios y libre de entornos que discriminen.

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