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'El Pompín', último líder Mexicle prófugo

Son ocho los fugados que siguen prófugos, pero únicamente Lucio con fuerte influencia entre los perseguidos Mexicles no únicamente porque estuvo cerca de “El Neto”, sino porque conoce ampliamente las distintas ramas delictivas del grupo

LA COLUMNA
de El Diario

domingo, 12 febrero 2023 | 06:00

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El segundo posible sucesor en la jefatura de Los Mexicles, Félix Sánchez Hernández, “El Félix”, fue recapturado el martes en Torreón, Coahuila, por policías de la Agencia Estatal de investigaciones (AEI) de Chihuahua con el apoyo de la policía estatal de aquella entidad.

En ese mismo operativo pudo escapar otro prófugo considerado con algo más de nivel jerárquico dentro de esa organización autollamada “criminal” e “independiente” y con un  perfil también extremadamente violento como el de Sánchez Hernández.

“El Félix” carga un largo historial delictivo a sus 44 años de edad que se remonta a su lugar de origen, Ensenada, Baja California, donde fue acusado en el 2005 de participar en la muerte de dos de sus tíos para robarles 10 mil 500 pesos. Tenía 26 años de edad.

De hecho, su causa penal está fechada precisamente en el 2005, pero no son conocidas las razones por las que fue trasladado al Cereso 3, ni cuándo ocurrió, o si obtuvo allá la libertad y llegó a Juárez, donde también carga con otro homicidio cometido en el 2012, según la ficha carcelaria divulgada por las autoridades chihuahuenses tras la fuga del primero de enero.

Conocer paso a paso su historial completo sería fundamental para la sociedad en general, pero son de los grandes misterios guardados bajo mil llaves por ciertos niveles de autoridad y de gobierno que no tienen otra explicación que la corrupción y/o el desorden en los expedientes.

“El Félix” no tenía pues ni tiene aún el nivel de su finado jefe, Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, “El Neto”; vaya, tampoco comparable a quienes fueron sus manos genuinamente derechas, César Vega Muñoz, “El Chilín”, quien fue asesinado durante la fuga por sus propios cómplices de pandilla, o Braulio Raúl O. C., que manejaba un perfil a ras del suelo afuera del penal hasta su aprehensión el mes pasado. Tampoco llega al nivel de “El Tower”, Edgar G. C., el actual jefe indiscutible del grupo aún en el Cereso 3.

Esos individuos eran grandes operadores financieros de “El Neto”; dos adentro del penal y el otro en el exterior. Braulio tenía la confianza de “administrar” los recursos económicos destinados por Piñón para su familia.

Sánchez Hernández no estaba ni cerca de ese nivel, pero sí permanece en el mismo círculo por su amplio conocimiento en la geografía delictiva de Los Mexicles, con control en todo Juárez, y ahora vemos que con nexos en Durango, Coahuila y quizá más lejos.

Un poco más arriba de “El Félix”, pero quizá sin el nivel estratégico y de conocimientos de “El Chilín” y “El Braulio”, sigue en libertad, ahora el único libre de todos los fugados con nivel de liderazgo, Francisco Lucio Juárez Hernández, alias “El Pompín”. Su nombre aparece tal y cual en la lista de 30 evadidos que divulgó el gobierno la primera semana de enero.

Son ocho los fugados que siguen prófugos, pero únicamente Lucio con fuerte influencia entre los perseguidos Mexicles no únicamente porque estuvo cerca de “El Neto”, sino porque conoce ampliamente las distintas ramas delictivas del grupo como el secuestro, las extorsiones, el tráfico de drogas y el tráfico de migrantes. Es calificado como muy violento.

Originario de Durango y radicado en Riberas del Bravo a su llegada a Juárez, “El Pompín” tenía si acaso medio año en el Cereso 3 al momento de la fuga. Fue ingresado apenas en julio del año pasado por el delito de homicidio. Bastante joven, apenas 27 años de edad.

Hay que detenernos un poco en el momento y en las razones de su detención explicadas, esas sí, con bastante detalle por la Fiscalía General de Justicia (FGE) en un comunicado de prensa divulgado el 22 de julio del año pasado; sí, puede decirse que hace apenas unos meses.

Ese boletín habla sobre la desarticulación “de una célula criminal” compuesta por “13 generadores de violencia, relacionados con diversos hechos delictivos”.

Explica, los imputados “que se encuentran en prisión preventiva y fueron identificados como José Eduardo C. D., José Ángel G. G, Ulises H. V., Benigno R. S., José Luis M. D., Luis Alberto M. H., Raúl Ramón M. M., Silverio P. G., Francisco Lucio J. H., Álvaro R. J., Levis Alonso V. M., Oscar B. R. y Jesús Manuel I. C”.

No sabemos todavía qué habrá sido de ellos –salvo Lucio-; ni siquiera si permanecen en el Cereso, el caso es que fueron varios los delitos por los que resultaron aprehendidos por gente al mando de quien ha sido muy eficaz en su persecución, el director estatal de la policía ministerial en el estado, Arturo Zuany, cuya figura ha permanecido en relativo anonimato por razones obvias, pero no les ha dado un minuto de descanso junto con un equipo que tuvo sus inicios policíacos como grupo antisecuestros hace más de una década; desde la gubernatura de José Reyes Baeza con Patricia González como Procuradora de Justicia.

Agrega textualmente el comunicado susodicho:

“Al momento de su detención, se les aseguraron armas de fuego de alto poder, municiones, cargadores, droga, equipo táctico y vehículos, algunos con reporte de robo”.

“De acuerdo con los análisis y estudios, se estableció la manera de operar, en la que, previo reparto de funciones y con el uso de armas de fuego, arribaban a los domicilios de las víctimas, las sustraían y posteriormente, las privaban de la vida. En otros casos, generaban daños a los inmuebles y ahí mismo los asesinaban”.

El dato más relevante en toda esa información para efectos de mayor ubicación de “El Pompín” es que la Fiscalía acompañó el comunicado con un diagrama en la que aparecen las fotos de 12 detenidos, los nombres correspondientes a cada uno, pero arriba de la docena la imagen y nombre de Lucio como líder de esa célula.

En otra fotocomposición aparecen los 13 recién detenidos aun con los chalecos fosforescentes para la primera ficha con una leyenda que informa sobre “detenidos con armas y droga; acusados por el secuestro e inhumación clandestina de una mujer”. (Presentamos todas las imágenes en versión digital de La Columna).

Podríamos decir que las corporaciones policíacas e instituciones militares, con la Fiscalía General del Estado como responsable principal, mantienen prácticamente cercado e inmovilizado al último líder libre fuerte de Los Mexicles, pero toda la descripción de su contexto, desde la influencia y control de dicho grupo aún en miles de miembros y su amplia actividad delictiva, colocan en grado de relativa esa inmovilidad y ese cerco si son burlados por relevos o no identificados aún o por los largos brazos de los naturales sucesores, aunque presos, “El Tower”, “El Braulio”; y por supuesto, el mayor de todos, el primer “carnal” de “El Neto”, recluido en un penal de Chiapas, Eduardo S. R., “El Lalo”.

Las autoridades, hoy agobiadas junto con la sociedad por una cuarentena de asesinatos en solo 11 días de febrero, tienen la última palabra. ¿Sacudida interna en Mexicles? ¿La pelea de otros grupos por el control de los Mexicles? Saberlo será otra parte seguramente de la misma historia.

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