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Opinión

El calvario de los arrepentidos de Andrés

El día 24 y 31 de enero pasados, Denise Dresser a través del canal de Latinus publico dos videos de aproximadamente cinco minutos cada uno, el primero lo tituló 'Me equivoqué al votar por AMLO'

Ricardo Tuda V.
Abogado/Analista Político

domingo, 05 febrero 2023 | 06:00

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El día 24 y 31 de enero pasados, Denise Dresser a través del canal de Latinus publico dos videos de aproximadamente cinco minutos cada uno, el primero lo tituló “Me equivoqué al votar por AMLO”, en el que narra cómo fue el momento cuando AMLO ganó y que ella le envió una carta donde le hace ver que gozaba el hecho de haber dejado atrás las antiguas prácticas y de cómo el voto se volcó a su favor y cómo AMLO capto el sentir de los indignados, de los ignorados, etc.

Denise Dresser la autora, la periodista, no es santo de mi devoción, pero reconozco que es una de las voces de la opinión en México más influyentes, pero en cuanto a su forma de ver las cosas, en ocasiones pareciere expresarse más con el corazón que con la razón, o peor aún, con el estómago o todo el sistema digestivo, pues su idealismo en ocasiones rebasa los límites de la credibilidad, hasta el punto de caer en la manipulación, con un estilo sumamente incisivo y crítico. La importancia de lo que en este caso representan sus palabras después de cuatro años del gobierno de AMLO donde ella reconoce que, se equivocó en haber votado por él, en haber creído que él sería diferente y que transformaría el país y después de cuatro largos años finalmente declara “hoy reconozco que me equivoqué”, ojalá y hubiera sido únicamente el haber votado por él como ella lo dice, un voto no es gran cosa, lo que debió de haber expresado y con suficiente vergüenza era la campaña mediática que desarrollo a favor de AMLO, la forma tan aprensiva como lo defendía y lo impulsaba a través de su influencia para hacerlo obtener votos, hoy es una de sus más férreas opositoras, cada que tiene oportunidad para hacer comentarios en contra de él con el fin de provocar hostilidad entre las opiniones, lo hace, incluso en más de una vez lo ha increpado en las mañaneras para hacer saber el repudio que le tiene no solo a su gobierno, sino a su persona, cual persona tóxica. 

Son varios los decepcionados, no solo miles de ciudadanos electores, sino personalidades de su propio equipo y gabinete así como artistas, empresarios, líderes de opinión, periodistas y académicos, por decir algunos, Víctor Trujillo “Brozo”, Elena Poniatowska, Gerardo Esquivel, Gibrán Ramírez, Tatiana Clouthier, Carlos Urzúa, Arturo Herrera, Lily Téllez, German Martínez Cazares, Jaime Cárdenas, Rubén Albarrán (vocalista de café Tacuba), Gael García, Patricia Navidad, Susana Zabaleta entre muchos otros más.  

Pero quiero referirme particularmente y de nueva cuenta, de esa forma en la periodista Dresser, porque en política hay que tener dignidad y saber que uno se equivocó, ella cometió el error primero que nada en haber cargado la balanza a favor de un candidato y no solo eso, sino haberlo apoyado como ya lo manifesté, fue una decisión de ella, pues al tener un liderazgo en el periodismo debió de haber actuado de manera profesional y no haberse enamorado de la propuesta del caudillo tabasqueño o del insurgente, como ella lo llama, debió haberse comportado en la línea y sin preferencias para uno o para otro, pues son elecciones y tu opinión influye en los votantes, a que voy con esto, a que en su momento Andrés y Denisse fueron amigos compartían ideas liberalistas como parecía ser, si finalmente hubo un rompimiento porque ella consideró que AMLO la decepcionó, no es razón para que ahora trate de subsanar su error dedicándose desde entonces a atacarlo en todo momento y ser su principal opositora, siendo que esto es política y nunca ha dejado de serlo, ya hizo un mal, el haberlo impulsado para llegar al poder, por dignidad y por prudencia debería de abstenerse de atacar como lo hace, como cual novia o novio que es cambiado por otro y juran vengarse, pues ella es parte del problema, durante estos seis años que dure este gobierno es a ella y entre otros los culpables de esta debacle, de este mal gobierno represor, fueron ellos parte fundamental por la cual Andrés llegó al poder, cuidaron su imagen, fungieron como defensores y lo más imperdonable es que todo esto sucedió porque “le creyeron”.

El ciudadano común es presa de la influencia de los medios de comunicación, de las redes sociales, de los discursos, el marketing político y principalmente por las acciones y el hartazgo del gobierno en turno, como decide por quién votar, pero en el caso del grupo de personajes que mencioné, pues no le veo remedio al pensar que “le creyeron” a AMLO, pues en el caso particular, tuvimos durante más de 12 años a un candidato haciendo campaña y prometiendo por todos los rincones de México que el sería el cambio, la transformación, la mismísima propuesta llevó todos esos años con el mismísimo discurso, no cambió nunca, la única diferencia es que cada vez iba envejeciendo y hablando cada vez más lento, pero su esencia como político siempre fue la misma, porque en la elección federal del 2006 los lopezobradoristas no se volcaron a votar por él, los 30 millones de votantes, que lo hicieron en el 2018, pues solo fueron 15 millones, los cuales no le alcanzaron para ganar, en el 2012 después de seis años más de campaña con la misma bandera debió de haber llegado con sus 30 millones de votos y no, volvió con sus mismos 15 millones de votos que son los que originalmente siempre representó, los que fueron sus verdaderos seguidores y leales fans, no fue hasta el 2018 que históricamente se sumaron 15 millones más de mexicanos de los que ya había para lograr, ganar con la cifra de 30, el pueblo votó en esa ocasión.

La importancia del voto, pocos ven lo que representa poder del voto, no es hacerlo en un sentido y decir después le creí y me equivoqué, no, es asumir la responsabilidad por haberlo hecho y por haber logrado con tu voto ascender finalmente al caudillo campañero que fue por el país mintiendo durante más de 12 años hasta que logró convencer las mentes débiles de 30 millones de personas que no nomás en un afán natural por un cambio, como ha sido en otras elecciones donde ha habido alternancia, donde el votante por hartazgo del gobierno en ese momento va y vota para ver qué pasa por el candidato de oposición sin tener una verdadera convicción de hacerlo, eso es un voto irresponsable, pero justificable, pues nuestros mismos gobernantes nos orillan a elegir otras opciones y en ocasiones no las hay, más que una o dos. Me refiero a esas personas que votaron con mucha devoción, que incluso se autoproclamaban Amlovers, Pejezombies, etc., seguidores que más allá de lo racional caían en el fanatismo y que finalmente ahora han despertado de su estado de inconciencia y se han dado cuenta de que fueron engañados, de que creyeron que “Andrés El Insurgente” era la salvación del país y de sus vidas eternas cual Mesías que viene en carne y hueso a liberarte del yugo de los conservadores, de los neoliberales, del capitalismo y de la mafia del poder en general.

Durante esos 12 años era muy visible su perfil psicológico, los especialistas lo analizaban y determinaban que es un hombre con varios trastornos de personalidad, narcisista, megalómano, antisocial, derivado de lo anterior expresa las siguientes características como el sentimiento de superioridad, la autoproclamación de logros y talentos, lo egocéntrico, arrogante, irritable, de naturaleza agresiva, provocador, socializa solo con los que piensan como él, es iracundo y abuso del verbo (verborrea), delirio de grandeza, irrevocabilidad de sus ideas, paranoia, desconfiado, busca siempre la hostilidad en su entorno etc. Recuerdo la campaña del 2006 que decía “AMLO un peligro para México” cuanta verdad tenían, incluso recuerdo cómo muchos lo desestimaban y se referían a eso como guerra sucia, desde entonces era evidente su personalidad atrofiada por su exagerada ambición por el poder.

No basta con decir “le creí y me equivoqué” es asumir que durante todos estos seis años de gobierno lopezobradorista es y será la repercusión por haber votado en ese sentido, no se vale decir “pues ya ni modo”, se vale decir que la próxima vez tomaré la decisión del sentido de mi voto de forma más responsable y valorar de forma concienzuda la opción que elegiré, analizando y documentando el perfil psicológico del candidato y las personas que lo rodean, pues el espectáculo que existe durante todas las mañanas en este país, con esa imagen de Andrés a cuadro donde despotrica por todo y es irracional al punto la gran preocupación por demencia que cada vez más, se ve incontrolable.

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