Así las cosas, con el Poder Judicial

El Poder Judicial en México es el eje donde reside la función de la consolidación del Estado de Derecho y para salvaguardar los derechos fundamentales de los ciudadanos. Sin embargo, la situación actual del Poder Judicial presenta diversas problemáticas que requieren una reforma urgente. Es por ello que resulta importante que todos los involucrados estén en condiciones de analizar y discutir la importancia de implementar cambios y mejoras en uno de los tres poderes del sistema de gobierno mexicano. 

Es común, sobre todo en recientes fechas, que cuando hablamos del Poder Judicial en México, viene a nuestra mente la imagen de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; sin embargo, el Poder Judicial en México está conformado por diversos órganos encargados de la administración de justicia en el país entre los que se incluyen la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito, los Juzgados de Distrito, así como por los órganos auxiliares y administrativos. Su principal función es interpretar y aplicar las leyes, y garantizar que se respeten los derechos constitucionales de los ciudadanos mexicanos. 

A raíz de los escándalos suscitados por las continuas acusaciones entre ministros y exministros, lo único que ha quedado en evidencia es lo que todos los mexicanos hemos percibido durante muchos años, o sea que el sistema de justicia se corrompió y eso afecta a todos los ciudadanos, pero especialmente a los más vulnerables, aquellos que no pueden “comprar” los favores necesarios para que prevalezca el estado de derecho al momento de hacer justicia. 

Pero la corrupción es solo uno de los muchos “defectos” que tiene el Poder Judicial en México; existe un andamiaje de complicidades que tienen que ver con el hecho de que es el grupo gubernamental más opaco, ya que no rinde cuentas a nada ni a nadie; además, resulta ser tremendamente caro y lleno de privilegios para ciertos grupos de personas, recordemos que en este año nos ha costado 78 mil millones de pesos a los mexicanos y mexicanas.

Aunado a todo lo anterior, es necesario observar que el andamiaje de justicia tiene como resultado el fenómeno de la puerta giratoria que pone en riesgo la seguridad y la paz en el país. Con gran frecuencia vemos a los delincuentes entrar y salir de procesos judiciales que además del desgaste administrativo, de poner en riesgo a los elementos de seguridad, municipal, estatal y federal, genera un vacío de confianza que inhibe la denuncia y se aumenta el grado de impunidad ante los crímenes. 

En lo personal, cuando fui presidente municipal, me tocó vivir casos de personas que por el mismo delito eran detenidos en varias ocasiones en un solo mes, poniendo en grave peligro a los policías municipales y a sus familias por las posibles venganzas de los delincuentes. 

Por todo lo anterior, es necesario trabajar en una reforma que toque a fondo todos estos temas que inciden en la vida de todos los ciudadanos de nuestro país. El equilibrio entre poderes tiene que ver con muchas cosas más que la independencia entre ellos; por ejemplo la igualdad de circunstancias y el costo basado en las especialidades y conocimientos, pero no pueden seguir fundamentadas en los privilegios que han generado una casta de beneficiados perniciosa y corruptora.

Los objetivos más importantes de una reforma al Poder Judicial en México tienen que ver con la importancia para fortalecer el Estado de Derecho, mejorar la eficiencia en la impartición de justicia y recuperar la confianza ciudadana en el sistema judicial. Solamente con una reforma se permitiría modernizar los procesos judiciales, garantizar mayor transparencia y rendición de cuentas. Además, debemos superar los retos provenientes de la interferencia política; así como los demás obstáculos que actualmente enfrenta el Poder Judicial, impulsando un sistema más justo, eficiente y confiable para todos los mexicanos. 

Estamos ante la gran oportunidad de cambiar el rumbo del Poder Judicial, de fortalecerlo y acercarlo a las necesidades del pueblo mexicano; será responsabilidad de todos crear las condiciones adecuadas y así consolidar un país mejor, más justo y en pleno Estado de Derecho.