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Opinión

2, ¿al cuadrado o sobre 2, o simplemente 2?

AMLO argumentó que no tenía intenciones de instalar una dictadura

Carlos Irigoyen
Analista Independiente

viernes, 03 julio 2020 | 06:00

Polarizantes, dramáticos, folclóricos, llamativos, curiosos, anecdóticos, destructivos, ilustrativos, mediáticos, simplones, polémicos, sorprendentes, ilusionantes, decepcionantes, aplanadores de curvas, combatientes del huachicoleo, aferrados, anticorrupción, acusadores; tantos calificativos que ha sumado la llamada 4T en dos años. 

Un 53% de la población que votó en 2018 lo hizo por la promesa de que “por el bien de todos, primero los pobres”, AMLO argumentó que no tenía intenciones de instalar una dictadura, que en su gobierno habría “libertad empresarial, libertad de expresión, de asociación y de creencias".

Al anochecer de aquel histórico 1 de julio del 2018, el mismo Andrés Manuel llamaba a la reconciliación y poner por encima del interés particular el interés general. Aquel fue un momento –seamos partidarios o no- mágico para la historia mexicana que siempre se había decantado por gobiernos alineados a corrientes capitalistas y de derecha, a modelos económicos que favorecieran la libre empresa. Históricamente pasamos de una revolución a principios de 1900 a una digital en 100 años. En ese inter de tiempo, se sintió la gran depresión económica de 1929 y los efectos de la segunda guerra mundial. Existió un auge “el milagro mexicano”, y se atravesó el umbral de gobiernos represivos en 1968 y a principios de los 70. Tuvimos que entender que “petrolizar” la economía no era el camino y pasar por la senda de una inflación de tres dígitos. Crecer como generación con la apertura económica y al mismo tiempo un movimiento armado, un magnicidio y una nueva crisis económica que desgasto el esfuerzo de millones de mexicanos y exprimió a la clase media. Por cierto, el sistema político mostraba ya fuertes marcas de resquebrajamiento, en cualquier momento se daría el fin de la “dictadura perfecta” del PRI. En 2000, la alternancia triunfo, porque aun y con aquellas frases impropias del presidente Fox, la población le dio la confianza a Calderón para darle continuidad al PAN. Fueron los últimos momentos de un modelo económico que puso a México hasta en un séptimo lugar como destino de inversión en el mundo. Luego vinieron crisis de seguridad, económicas, de salud, políticas, de transparencia; en ese contexto aprecio una izquierda que construyo un discurso que embeleso a millones de mexicanos, traducido en una aplanadora el día de la elección; un partido que siete años atrás estaba en ciernes había logrado ganar el Congreso, gubernaturas, presidencias municipales, congresos locales y por supuesto, la presidencia de la república. Lo que al PAN le llevo 61 años, Morena lo hizo en casi sólo cuatro de su fundación. 

Entonces, si hay tanta historia, ¿por qué parece que Morena no la valora? Mediocremente se conformo con repartir y esconderse entre excusas para justificar su bajo rendimiento al frente de la nación. Poco que festejar y una cantidad de trabajo por hacer, de no accionar esta condenándose a  ser  “flor de 10 años”. Dice el presidente que ninguno había sido tan atacado en un siglo, quizá no se ha dado cuenta que ninguno había tenido tantas condiciones a su favor al momento de entrar a gobernar. Pero ¿que acaso el ser presidente de la nación no presupone saber enfrentar con estrategia, vigor, experiencia y sobre todo inteligencia, honestidad y sagacidad cualquier circunstancia que se presente? 

Sabemos que usted no puede solo, no esperamos eso como ciudadanos pero sí que su liderazgo inspirara a un equipo bien preparado, visionario, transformador, acorde a lo que usted mismo prometió. Usted aún cree en el discurso como la herramienta política más efectiva, ese que canturrea, corteja, encandila, engatusa; es una personalidad aletargante que usa casi 6 horas diarias para comunicar entre nada y poco, destilar mucha controversia y conjuntar poco conocimiento. Los bocinazos de los carros, la mortandad empresarial, el número de homicidios, la inseguridad, la crisis sanitaria, los reclamos sociales, las sombras de corrupción de varios de sus funcionarios son ejemplos de que esta en un punto de quiebre, actúe decididamente para enderezar este barco en el cual usted está confundiendo las manos levantadas de los que estamos naufragando como si estuviéramos a favor de su forma de navegar; dese cuenta que detrás de usted hay un auténtico caballo de Troya, sus allegados se pelean entre sí por una postura. Los resultados han sido, exceso de protagonismo, egos alterados, un impresionante desasosiego social, una ambición desmedida  por tener el poder, un desaseado manejo de la crisis sanitaria, una tambaleante economía. Y más allá de eso, en desarrollo hay una crisis de certeza y seguridad de que sus conocimientos y experiencia junto con los que componen su gabinete, para que puedan ser instrumentos y medios de desarrollo para nuestra nación. Vaya, en el aniversario hasta su propia esposa decidió agregarle picante a la fecha con el dicho de  “no soy médico, a lo mejor usted, sí. Ande, ayúdelos”. Esto a pregunta expresa de cuando atendería los padres de niños con cáncer. No era necesaria la falta de empatía.

Ojala que por el bien de todos se enderece este barco; en el horizonte se percibe oleaje sumamente agresivo.

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