El riesgo en la vocación

Ciudad Juárez— Como parte del Departamento de Bomberos, Samuel Ávalos está acostumbrado a intervenir en ayuda de la gente en cualquier momento, en cuanto algo se ofrezca, y así lo hizo días atrás al meterse al canal de aguas residuales a rescatar a un automovilista que cayó con su automóvil en el caudal, luego de que lo chocaron.

Ese día de la semana pasada, el capitán II Samuel Ávalos Pichardo se trasladaba en compañía de otros elementos a hacer un peritaje de un siniestro al sureste de la ciudad; circulaban en una camioneta pickup del departamento por Juan Pablo II, cuando casi por llegar a la intersección del bulevar Independencia varios automovilistas les marcaron el alto.

“En la orilla de la calle había varias personas que nos pedían a señas que nos detuviéramos, y cuando lo hicimos nos dimos cuenta de que un automóvil estaba dentro del canal de aguas residuales, el que lleva las aguas tratadas hacia el Valle de Juárez; la gente nos dijo que dentro de la unidad estaba el guiador del auto”, recuerda Ávalos.

Sin pensarlo dos veces, y aunque no llevaba el equipo adecuado en la unidad, el capitán II se quitó los zapatos, dejó el teléfono celular y la cartera y se lanzó al canal, nadando hacia el automóvil que estaba casi al otro extremo luego de caer tras ser impactado por otro vehículo.

“En la pickup que llevábamos no había equipo de buceo, pues íbamos a donde ocurrió un incendio para elaborar el peritaje, por eso, sin tardarme, así con todo y uniforme, me metí al canal y nadé hasta el auto, que estaba de costado sobre el lado del conductor”, recuerda Samuel.

“Me asomé y vi que el guiador estaba aún sentado, que tenía el cinturón puesto, pero estaba inconsciente, por lo que pedí a mis compañeros que me arrojaran algo para quebrar el vidrio; alguien lanzó un marro y con ese quebré el vidrio de la puerta del copiloto para poder entrar y sacar al señor”, explica.