Dan último adiós a adolescente asesinado presuntamente por un policía

Amigos y familiares de Tomás Enrique Flores, adolescente asesinado presuntamente por un agente de la policía municipal, le rindieron un homenaje esta tarde en el centro comunitario de la colonia Kilómetro 28.

Con rezos y aplausos recibieron el ataúd blanco con el cuerpo de Enrique, y luego de colocarlo en el centro de la cancha de basquetbol, pasaron uno por uno a despedirse del joven de 16 años de edad.

Durante varios minutos estuvo en el centro de la cancha el ataúd blanco en el que destacaban los mensajes y firmas que sus amigos le escribieron para honrarlo.

Posteriormente, los miembros del equipo de futbol donde jugaba Enrique colocaron el féretro en un costado de la cancha y luego se pasaron un balón hasta que llegaba al sitio donde estaba el cuerpo del adolescente, simulando un pase en un encuentro deportivo.

Tomás Enrique Flores Arrieta falleció a principios de semana, luego de que el sábado pasado recibió un balazo en la cabeza, hecho del cual se señala como presunto responsable a un agente de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).

De acuerdo a la mamá del joven, Eréndira Arrieta, un viejo problema familiar fue lo que ocasionó la agresión contra el menor de 16 años y el policía municipal señalado como presunto culpable sigue prófugo.

La señora dijo que el sábado pasado, luego de un partido de futbol, en el momento en el que un hermano de ella y su hijo se subieron al vehículo para regresar a casa, se acercó el agente y les disparó, pero la bala pegó en la cabeza de Enrique, quien viajaba de pasajero.

El vocero de la Fiscalía General del Estado, Alejandro Ruvalcaba Valadez, dio a conocer que se investiga a un agente activo de la SSPM como probable responsable de la agresión en contra de Tomás Enrique, en hechos ocurridos el pasado fin de semana en unos campos de futbol ubicados en la calle Santos Dumont, esquina con Luis Beriot, en el Parque Industrial Panamericano.

La madre del menor dijo que “Kike” era el segundo de cuatro hijos, acababa de terminar el segundo semestre de la preparatoria y hace una semana consiguió trabajo en una recicladora.

“Mi hijo tenía la ilusión de seguir estudiando, era un muchacho muy divertido, muy espontaneo; él era como un líder en la escuela y entre sus amigos. Era muy original donde quiera era bien aceptado”, agregó.

Varios de los órganos del adolescente fueron donados para distintos pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, luego de que se le declaró muerte cerebral.