Juárez

Asaltan en albergue a migrantes cubanos

Narran cómo tres hombres armados ingresan a refugio para golpearlos y robarlos

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

martes, 03 septiembre 2019 | 06:00

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

Ciudad Juárez— Tres hombres armados y cubiertos de la cara con pasamontañas irrumpieron la noche del domingo en un albergue de Ciudad Juárez para golpear y robar documentos migratorios, celulares, dinero e incluso la ropa y artículos de limpieza a los migrantes que buscan el asilo político en Estados Unidos. 

“Mata a uno, mata a uno para que vean que esto es de verdad”, gritaba uno de los asaltantes a sus compañeros mientras los golpeaban y les apuntaban con las armas, recuerda Enrique, como pidió ser llamado por seguridad, un cubano de 30 años de edad, quien después de esperar cuatro meses para cruzar la frontera de manera legal, fue retornado por el Gobierno de Donald Trump hace una semana como parte del programa “Permanecer en México” del Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés).

El isleño narró cómo vivió la noche del domingo los minutos más estresantes de su vida, al ver que los encapuchados golpeaban y le apuntaban con el arma a su papá, con quien salió hace un año y medio de Cuba en busca de una mejor vida.

El asalto ocurrió aproximadamente a las 8:30 de la noche, en un albergue ubicado en el poniente de la ciudad, donde actualmente viven 52 cubanos, pero unos 14 de ellos se encontraban fuera del lugar, al igual que el pastor Rodolfo Barraza, quien había salido a comprar cena para algunos de ellos.

Enrique repartía los kits de aseo personal, mientras tres de sus compañeros estaban sentados en la banqueta, junto a una puerta que da a una habitación de varones; cuando tres hombres que llegaron caminando hacia ellos, sacaron sus armas: dos cortas y una larga.

“Uno de ellos entra corriendo y nos grita: ‘corran’, ‘corran’. Pero a los otros dos, los hombres lograron alcanzarlos y los tumbaron al llegar a la puerta, entonces ellos trataron de esconderse debajo de las literas, pero los sacaron, los arrastraron y comenzaron a darles golpes, les dieron con las armas en la cabeza, les dieron patadas, a uno le dieron varias veces en una pierna, intentando quizás quebrarle la pierna”, relató.

Los asaltantes continuaron por el resto de las habitaciones donde Enrique repartía los kits de aseo, pero al salir del baño, su papá, de 50 años de edad, se topó de frente con uno de ellos, quien le apuntó con el arma y luego lo golpeó en la cara, por lo que cayó al suelo.

“Ahí uno de ellos clamaba que mataran, que mataran (a) uno”, recordó. Lo primero que hizo fue abrazar a dos niñas y correr con ellas hasta el área de mujeres, mientras ellas le preguntaban “si se iban a morir”. 

“Las llevé al cuarto de mujeres, apagué la luz y las escondí debajo de las literas; ahí me quedé con ellas, siempre tratando de calmarlas y fue cuando llamé a la Policía”, aseguró.

Los asaltantes seguían golpeando y despojando a los migrantes de todo lo que traían. “Empezaron a pedir dinero, apuntándole y dándole golpes a todo el que se topaban… había una parte (de los migrantes) en los cubículos y otra en el patio”, desde donde se alcanzan a ver los edificios de Estados Unidos, explicó.

Algunos de los que estaban en el patio cuando el primer migrante ingresó pidiéndoles que corrieran, alcanzaron a brincar las bardas y fueron apoyados por los vecinos quienes les permitieron resguardarse en sus viviendas. 

Los que quedaron dentro del albergue fueron golpeados y asaltados, sin embargo los hombres se llevaron todo lo que pudieron de las habitaciones, ya que además de las carteras y celulares, se  robaron las mochilas que estaban junto a las camas, ropa e incluso los kits de limpieza que acababa de repartirles Enrique.

Ocho de los migrantes fueron golpeados, tres de los cuales fueron trasladados en una ambulancia a un hospital de la ciudad para descartar que tuvieran alguna fractura, pero debido a que sólo fueron lesiones leves fueron dados de alta la misma noche del domingo. 

Lo que más le preocupa a los migrantes son sus identificaciones personales y documentos migratorios de Cuba, México y Estados Unidos, ya que al menos 14 de ellos se quedaron sin ningún documento.

“En ese momento yo pensé que estaba viviendo los últimos segundos de mi vida”, confesó el isleño quien hace unos 25 días había sido asaltado con una pistola en el Centro de la ciudad cuando iba a trabajar.

Para algunos migrantes el atraco ocurrió de dos a tres minutos, mientras que otros estiman que fueron unos 10. Enrique perdió la noción del tiempo, pero recuerda que lo que más decían los atacantes era “mata a uno, mata a uno para que vean que esto es de verdad; tienes que matar uno, tienes que matar uno para que respeten y vean que esto es de verdad”, además de insultos como “pinche cabrón”.

Ayer, el pastor Barraza acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) con un primer grupo de ocho migrantes para que denunciaran, acompañado de una abogada del Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo), mientras otro personal de la misma dependencia y abogadas de Desarrollo Social daban contención emocional al resto de los cubanos en el albergue.

“Esto es algo muy delicado, de algunos se llevaron todo, carteras, sus documentos oficiales, pasaportes, algunos son MPP (retornados de Estados Unidos con una cita ante la Corte)… fue una experiencia muy fea, nadie podía dormir, a las 4 de la mañana la gente estaba en shock”, algunos únicamente se asomaban por la ventaba para estar seguros que la patrulla que estaba afuera no se hubiera ido, dijo el pastor.

Barraza aseguró que la misma noche se tuvo respuesta inmediata por parte de Seguridad Pública Municipal, paramédicos, Derechos Humanos del Municipio, Coespo y ayer se dijo apoyado por el Instituto Nacional de Migración (Inami).

Enrique aseguró haber sido víctima de discriminación en las calles de la ciudad. Por eso pidió el apoyo de la Policía municipal para dar mayor seguridad a los albergues, y recordó a los juarenses que los migrantes salieron de su país para trabajar.

Actualmente hay más de 6 mil 400 migrantes registrados ante Coespo, esperando en Ciudad Juárez su turno de cruzar a Estados Unidos, mientras que 13 mil 292 han sido retornados por el Gobierno de Trump para que esperen aquí su proceso de asilo político.

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