Revoca gobernador de Florida impuestos especiales y privilegios en el estado

Nueva York.— El gobernador Ron DeSantis revocó este viernes los impuestos especiales y privilegios en Florida, culminando un extraordinario enfrentamiento entre una de las figuras principales del Partido Republicano y una poderosa empresa que tiene profundos vínculos históricos con su estado.

La medida, que revirtió un acuerdo de 55 años que permitió que la empresa se manejara como quisiera en su parque temático, ocurrió después de una batalla que duró una semana con Disney y que se convirtió en un símbolo de una lucha cultural más amplia en el país sobre la educación, sexualidad e identidad.

El problema en Florida se centró mayormente en una ley de educación promulgada recientemente por DeSantis. La ley llamada “Derechos Parentales en la Educación” —o como le apodan sus críticos “No digas la palabra gay”— prohíbe la instrucción en los salones de clase acerca de la orientación sexual e identidad de género en algunos grados de la educación primaria.

Después que las demandas internas se dieron a conocer, Disney, el empleador privado más grande de Florida, ha criticado la medida y pausado sus donativos políticos.

“No me siento cómodo con ese tipo de tratamiento especial en mi estado”, dijo este viernes DeSantis, denunciando la manera en que Disney ha respondido a la legislación, así como también videos que se filtraron y circularon por los medios de comunicación conservadores en donde mostraban a funcionarios de la empresa discutiendo asuntos sobre sexualidad e identidad como parte de una serie de conversaciones más amplia.

Un representante de Disney rechazó comentar sobre el tema.

Ampliamente considerado como una represalia, la medida de DeSantis ilustró la manera en que el Partido Republicano se ha transformado drásticamente desde la época en que sus líderes usualmente interactuaban al mismo ritmo que los negocios más importantes del país.

El episodio también mostró cuántas empresas importantes han sentido una creciente presión para tomar parte en temas políticos candentes.

Durante la última década o algo así, y especialmente después de la ascensión del ex presidente Donald J. Trump, el liderazgo republicano ha obtenido cada vez más beneficios políticos al criticar a las corporaciones de Estados Unidos.