Diario
The New York Times
Washington.- Las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos provenientes de la energía y la industria aumentaron un 1.3 por ciento en 2022, y continúan recuperándose de una abrupta disminución pandémica en 2020, pero sin alcanzar los niveles previos a la pandemia, según estimaciones preliminares publicadas este martes por Rhodium Group, una firma de investigación no partidista.
Las emisiones aumentaron incluso cuando la energía renovable superó a la energía del carbón en todo el país por primera vez en más de seis décadas, con energía eólica, solar e hidroeléctrica generando el 22 por ciento de la electricidad del país en comparación con el 20 por ciento a partir del carbón. El crecimiento de la generación de energía con gas natural también compensó la caída del carbón.
La nueva estimación vuelve a poner las emisiones a nivel nacional en línea con su trayectoria a largo plazo después de casi dos años de interrupciones relacionadas con Covid, dijo Ben King, director asociado de Rhodium Group y autor del informe.
“Estamos esencialmente en la misma trayectoria en la que hemos estado desde mediados de la década de 2000”, dijo, y lo llamó un “declive estructural a largo plazo”, pero que “no está sucediendo lo suficientemente rápido”.
Hace dos años, el presidente Biden prometió acelerar el paso y fijó el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del país en al menos un 50 por ciento por debajo de los niveles de 2005, una cantidad que se considera compatible con limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Más allá de ese umbral, los científicos dicen que el riesgo de una catástrofe climática, incluidas las olas de calor que amenazan la vida y la escasez de alimentos y agua, aumenta significativamente. El planeta ya se ha calentado 1.1 grados centígrados durante el último siglo.
Pero el análisis de Rhodium Group sugiere que el país no está en camino de cumplir el objetivo de Biden.