El Paso

Arriesgó Trump la seguridad de EU

Mintió y conspiró para conservar secretos de Estado, algunos nucleares, asienta acusación formal

The New York Times
sábado, 10 junio 2023 | 06:00

Associated Press Cajas con documentos confidenciales, en un baño de Mar-a-Lago

Washington— Los fiscales federales presentaron un caso repleto de evidencia en una acusación formal (indictment) dada a conocer el viernes, la cual señala que el ex presidente Donald Trump había puesto en riesgo los secretos de seguridad nacional al manejar indebidamente documentos clasificados que tomó de la Casa Blanca y luego conspiró para impedir que el Gobierno recuperara el material.

La acusación de 49 páginas y 38 cargos –37 contra el ex mandatario y uno extra para un colaborador– decía que los documentos retenidos por Trump incluían algunos relacionados con programas nucleares sensibles y otros que detallaban las posibles vulnerabilidades del país a un ataque militar.

En algunos casos, dijeron los fiscales, los mostró a personas sin autorización de seguridad y los almacenó de manera desordenada en Mar-a-Lago, incluso apilando cajas en un baño en su club privado y residencia en Florida.

La acusación incluía evidencia que ilustraba vívidamente lo que los fiscales dijeron que era la voluntad de Trump de ocultar el material a los investigadores.

En una de las pruebas más problemáticas para el ex presidente, la acusación relataba cómo en un momento durante el esfuerzo del Gobierno por recuperar los documentos, Trump, según el relato de uno de sus abogados, hizo un “movimiento con sus manos”. 

Las señas trataban de decir: “¿Por qué no te los llevas a tu habitación de hotel y si hay algo realmente malo allí, ya sabes, lo sacas?”.

Jack Smith, el fiscal especial que presenta el caso para el Departamento de Justicia, presentó la investigación durante una breve declaración en Washington como una defensa de seguridad nacional. Instó a los estadounidenses a leer la acusación para comprender el “alcance y la gravedad” de los cargos, que dijo que eran necesarios para preservar los principios democráticos “fundamentales”.

“Tenemos un conjunto de leyes en este país, y se aplican a todos”, dijo. La investigación se llevó a cabo con la máxima integridad, agregó, y, en una seña de asentamiento implícita al calendario electoral –Trump sigue siendo el favorito para la nominación presidencial republicana de 2024–, prometió buscar un juicio rápido.

Trump y sus aliados continuaron su esfuerzo por presentar la acusación como políticamente motivada e injustificada, con los republicanos de la Cámara apoyándolo y argumentando que el presidente Joe Biden había armado al Departamento de Justicia contra su potencial rival en 2024.

Biden en silencio

Biden se apegó a su silencio calculado sobre la acusación, juzgando que es mejor no proporcionar municiones a los republicanos que intentan convencer a los votantes de que él estaba detrás de la decisión de acusar a Trump.

Las ramificaciones legales y políticas del primer enjuiciamiento de un ex presidente podrían ser profundas y podría enfrentar muchos años en una prisión federal si es declarado culpable.

Trump fue acusado de 37 cargos criminales que cubrían siete violaciones de la ley federal, solo o junto con uno de sus asistentes personales, Walt Nauta, quien también fue nombrado en la acusación.

El ex presidente fue acusado de 31 cargos de retención deliberada de información de Defensa nacional en virtud de la Ley de Espionaje y un cargo de hacer declaraciones falsas derivadas de sus interacciones con investigadores federales y uno de sus propios abogados.

Presunto cómplice

Trump y Nauta fueron acusados conjuntamente de cargos únicos de conspiración para obstruir la justicia, retención de documentos gubernamentales, ocultación corrupta de registros, ocultación de un documento en una investigación federal y conspiración para ocultar sus esfuerzos. Nauta fue acusado de un cargo separado por hacer declaraciones falsas a los investigadores.

Según un expediente judicial relacionado con la acusación, los fiscales informaron a Trump que era objeto de la investigación el 19 de mayo e informaron a Nauta el 24 de mayo.

La acusación proporcionó el recuento más claro hasta la fecha de los archivos que Trump se llevó consigo cuando dejó la Casa Blanca, su enfoque negligente para almacenar materiales que sabía que eran altamente confidenciales y las medidas extraordinarias que tomó para evadir a los investigadores y engañar incluso a su propio equipo de abogados.

Dijo que había retenido ilegalmente documentos relacionados con “programas nucleares de Estados Unidos; vulnerabilidades potenciales de los Estados Unidos y sus aliados a un ataque militar; y planes para posibles represalias en respuesta a un ataque extranjero”.

Alto riesgo

Los fiscales no proporcionaron un motivo para las acciones de Trump, pero describieron incidentes en los que parecía estar mostrando el material.

Los fiscales presentaron evidencia de que Trump compartió un “plan de ataque” altamente sensible contra Irán a los visitantes de su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey, en julio de 2021, y fue grabado en una cinta describiéndolo como “altamente confidencial” y “secreto”, mientras admitía que no había sido desclasificado.

En septiembre de 2021, según la acusación, compartió un mapa militar ultrasecreto con un miembro del personal de su comité de acción política (PAC) que no tenía autorización de seguridad.

La presentación incluye muchas imágenes de lo que parecen ser cajas de banqueros, algunas con documentos nacionales altamente confidenciales, que fueron trasladadas por Nauta y otros asistentes a instancias de Trump.

Algunas de las cajas parecen estar hundidas, y el 7 de diciembre de 2021, Nauta descubrió que una de las cajas se había caído y derramado su contenido en el piso.

Los archivos que se desplegaron en la alfombra incluían la designación “SECRETO/RELACIONADO CON Estados Unidos, FVEY”, lo que significaba que estaban destinados a ser vistos por funcionarios de Estados Unidos, Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Australia y Canadá con autorizaciones de seguridad de alto nivel.

Obstruir la justicia

Los fiscales dijeron que Trump había hecho que sus abogados certificaran falsamente una declaración para el Departamento de Justicia en junio pasado de que su equipo legal había realizado una “búsqueda diligente” en Mar-a-Lago y encontró sólo unos pocos archivos que no habían sido devueltos al Gobierno. Meses después, agentes del FBI con una orden judicial registraron Mar-a-Lago y encontraron cientos de páginas de documentos adicionales con marcas clasificadas.

Se espera que Trump comparezca ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Miami el martes por la tarde. Pareció tener una oportunidad inicial afortunada: la jueza federal en Florida asignada al caso, Aileen M. Cannon, es una persona designada por Trump que emitió fallos ampliamente favorables para Trump en una etapa anterior de la investigación de documentos, sólo para ser anulados por un Corte de Apelaciones.

Pero también sufrió otro revés: dos de los abogados que lo representaban, James Trusty y John Rowley, renunciaron a su equipo de defensa.

La revelación de la acusación por parte del Departamento de Justicia se produjo un día después de que Trump confirmara en su plataforma de redes sociales que estaba siendo acusado en el caso, el resultado de sólo una de las investigaciones que lo han puesto en grave peligro legal, incluso mientras busca reconquistar la Casa Blanca.

Smith continúa examinando los esfuerzos de Trump para revertir su derrota electoral en 2020 y cómo esos esfuerzos culminaron en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Un fiscal en el Condado de Fulton, Georgia, está realizando una extensa investigación sobre los intentos de Trump de anular su derrota electoral y se espera que anuncie los cargos este verano.

Y Trump ha sido acusado en Nueva York en relación con un caso de dinero secreto.