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Acompañamiento integral

A través del Proyecto Cihuatl, la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor acercan diversos servicios, como la atención médica y psicológica, orientación legal, becas de estudio, entre otros a mujeres en situación de prostitución

Brisa Frías/ El Diario

jueves, 07 marzo 2024 | 17:24

Cristopher Tovar/El Diario | Hermanas y voluntarias

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La cantidad de vidas que cambiarían si se les tratara con dignidad y empatía, y no con indiferencia, discriminación y maltrato. En todo el mundo, el ejercicio de la prostitución se alimenta en la mayoría de los casos de la trata de personas con fines de explotación sexual, y en Ciudad Juárez la problemática mantiene niveles alarmantes.

Pero es también aquí en la frontera donde un grupo de personas realiza una misión específica para apoyar a mujeres en situación de prostitución. Proyecto Cihuatl, iniciativa de la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, brinda acompañamiento bio-psico-espiritual a estas mujeres y a sus hijos.

“Las hermanas Oblatas en Ciudad Juárez hacemos la misión específica de la congregación que es el acompañamiento de manera integral a mujeres en contextos de prostitución. Es una misión muy concreta, en cualquier lugar de los 15 países en los que estamos presentes es el mismo trabajo que hacemos”, indica Genoveva Ochoa Castrejón, religiosa al frente del proyecto cuya persona jurídica en México es el Instituto Pro Infancia y Juventud Femenina A.C.

El trabajo que lleva a cabo la asociación, explica, es el acompañamiento integral a partir de diversos servicios, como la atención médica y psicológica, orientación legal, becas de estudio, entre otros.

Actualmente, las mujeres que se acercan de manera constante a Proyecto Cihuatl, ya sea para solicitar apoyo o participar en las actividades, es un promedio de unas 60, además de sus hijos; no obstante, desde el establecimiento de la agrupación en Juárez, en 2004, se ha atendido a cerca de mil.

“No es una población estable, pero mientras están aquí buscan la manera de tener su espacio. A ellas lo que más les afecta es el factor económico, aunado a lo emocional”.

Lo anterior es reafirmado por Denisse Barraza, voluntaria del proyecto, quien detalla que los altos índices de violencia intrapersonal que se registran en Ciudad Juárez afectan a las mujeres en contexto de prostitución.

“Hace un tiempo se hizo un estudio demográfico que arrojó que el promedio de edad en el que las muchachas entraban al contexto de prostitución era a los 13 años, la mayoría venía de familias desintegradas y habían sido víctimas de violencia de todo tipo. Con educación prácticamente nula, mucha migración en su infancia, por lo que no alcanzaban a hacer raíces ni redes de apoyo”, aporta Barraza.

“En esa situación un número significativo de mujeres se ven en la necesidad de recibir dinero inmediato porque tienen hijos o dependientes, o se han quedado sin pareja, sin padres, por crímenes violentos”.

La joven voluntaria indica que las mujeres se pueden acercar al proyecto por diferentes motivos, ya sea para solicitar apoyo por una cuestión de salud, si requiere asesoría legal o tutorías para que puedan terminar sus estudios.

“Hay muchachas que han terminado primaria, secundaria, preparatoria y hasta una carrera, sobre todo aprenden oficios. También se hace acompañamiento espiritual, nos acercamos a ellas con un espíritu muy humano, pueden no necesitar nada, pero el verlas de frente y reconocerlas es parte de la misión”.

Una planeación estratégica dirige las acciones primordiales de la misión. La operatividad de este proyecto está apoyada por un modelo de intervención social específica, diseñado para la población de mujeres en situación de prostitución.

Laura Ortiz, médica de profesión y voluntaria en Proyecto Cihuatl, explica la manera en la que se aborda a las mujeres en las diferentes zonas en las que se encuentran para darles a conocer lo que la asociación tiene par ellas.

“Es importante llegar con ellas y tratarlas con cariño y dignidad. Se les explica las funciones que llevamos a cabo y les insistimos mucho en que pueden marcar al número telefónico que tenemos, que se comuniquen para que puedan descubrir las necesidades que tienen”.

Después del abordaje, comenta la hermana Genoveva, la chica que lo desea viene y expone su situación, “es cuando empieza a generarse el proceso de acompañamiento de acuerdo a lo que requiere, si es cuestión académica o de capacitarse en algo para generar ingresos”. 

“El hecho de que venga aquí no quiere decir que va a dejar la prostitución en automático, todavía tiene que sopesar varias cosas. Nosotras lo que hacemos es facilitar herramientas para que aprenda algo, para cuando ya se sienta fortalecida diga ‘yo ya me ayudo de otra manera, esto ya no lo quiero hacer’. Y empieza a ver la vida de otra manera, a fortalecer su autoestima, a clarificar las diversas alternativas que tiene y cuando llega el momento es ella la que toma la decisión”.

La religiosa señala que una vez que la mujer se integra a alguna clase o capacitación el cambio se da desde el momento en que interactúa con otras personas, en un ambiente diferente que la ayuda a fortalecerse.

“Y es que, así como la sociedad en algún momento la ha excluido, la sociedad misma tiene que atraerla, darle el espacio para que salga adelante”.

En Proyecto Cihuatl también se realizan tres celebraciones especiales al año: Día del Niño, Día de la Madre y Navidad. En estas festividades comparten alimentos y se les dan regalos a los hijos. Asimismo, gracias a donativos de particulares, la organización está en posibilidades de entregarles despensas.

“Nosotras trabajamos con la población más vulnerable que va al día en cuestión de alimentos. Nuestra sociedad debe ser consciente de que existe el problema y que ellas requieren una atención por parte del Estado y de la sociedad. Dejar de estarlas estigmatizando, de señalarlas, son seres humanos como cualquiera y son personas que requieren de un apoyo para salir adelante”, afirma Genoveva Ochoa.

Asimismo, aclara que Cihuatl es un proyecto de puertas abiertas en el que las mujeres pueden acudir a experimentar paz con el sólo hecho de externar su situación.

“Ellas saben que este proyecto pastoral es católico, pero nosotras respetamos indistintamente si es atea, si es evangélica, no les imponemos la cuestión religiosa”.

Con dos décadas al frente de la asociación en esta frontera, la hermana reitera su compromiso y deseo de seguir generando más sensibilización.

“Este problema va aunado a la trata de personas con fines de explotación sexual y no podemos cerrar los ojos ante ello. Tenemos hay un gran compromiso a nivel de fe, a nivel pastoral, no es sólo una intervención social lo que hacemos, vamos más allá”.

Andrea

Para Andrea no hubo otro camino. Originaria de Guatemala, hace 16 años llegó a Ciudad Juárez y la situación de pobreza y el contexto en el que cayó la orillaron a ejercer la prostitución.

De aquellos días, recuerda el choque que le generaba el contraste de su vida en el pueblo con lo que se enfrentaba en la ciudad, tierra que históricamente ha sido de paso para miles de migrantes.

“Mi vida en el rancho era una burbuja sin la maldad que hay que una ciudad. No a esa magnitud. Yo llegué aquí a vivir con una prima y mi primer trabajo fue un table dance”, dice Andrea, de 38 años y madre de seis hijos.

De forma asidua ella visita a las hermanas desde hace más de cuatro años. Llegó ahí porque una amiga que trabajaba en la zona, al verla emocionalmente dañada, le aconsejó que se acercara.

“Yo no estaba bien, vivía con una persona que era drogadicta. Nos separamos porque yo era la que trabajaba, mantenía la casa, los hijos y el vicio de él, yo ya estaba al límite. Era desgastante porque si le pedía que me comprara pañales no llegaba hasta el siguiente día y yo me quedaba sin dinero, sin pañales, sin nada”.

A la distancia, Andrea sabe que vivió violencia psicológica y económica, y que incluso repitió patrones en sus relaciones.

“Te vuelves dependiente de la persona. A mí lo que me preocupaba que eran mis hijos, tengo niñas y mi preocupación siempre han sido ellas, pero las ponía en riesgo con él porque era una persona que se drogaba. Luego estuve con otra persona y volví a quedar embarazada, y en lugar de tener un apoyo me estaba hundiendo más”.

Al borde de la desesperación y siguiendo el consejo de su amiga, Andrea llegó a las instalaciones de la asociación ubicada en calle Vicente Guerrero 2251. En ese lugar se le abrieron las puertas y encontró consuelo.

“En el momento en que llegué aquí ya no me sentí sola, me sentí querida, valorada. Siento que esta es mi familia. Desde entonces prometí que si encontraba quien me ayudara yo dejaría ese camino, y no voy a mentir, no ha sido fácil porque es como una adicción, porque cuando no tienes para comida dices ‘voy un rato y ya’, pero me estaba dañando más”.

Proyecto Cihuatl le proporcionó terapia individual y grupal, la cual le ayudó sobre todo en el trato con sus hijos, en quienes volcaba su frustración con gritos y castigos. Andrea también aprendió a leer y escribir, se enlistó en una clase de fisioterapia y actualmente estudia enfermería.

“Estoy muy agradecida porque en el lugar en el que me encontraba nadie cree en ti, nadie te va a dar ese rayito de sol, esa esperanza de vida, de que mereces algo mejor. Por el contrario, aquí me siento muy tranquila, trato de guiar a mis hijos bien y lo seguiré intentando hasta donde Dios quiera”, concluye Andrea. 

Actividades 

Abordaje en zonas donde se encuentras las mujeres

Talleres formativos y de capacitación

Visitas domiciliarias

Acompañamiento personalizado

Servicios

Departamento de Trabajo Social

Canalizaciones a diferentes dependencias acorde a las demandas de las mujeres, tal es el caso de consultas médicas, trámites de documentos oficiales, educación formal e informal, casas hogares, centros de rehabilitación, atención psicológica

Alimentos para ellas y sus hijos cuando la situación lo requiere

Becas para estudio y capacitación

Recepción de donaciones en especie

OBJETIVO

Contribuir al empoderamiento espiritual, político, social y económico de las mujeres en situación de prostitución y/o de trata para explotación sexual, a través de un proyecto que garantice el cumplimiento y la apropiación de sus derechos como ciudadanas y mujeres.

Proyecto Cihuatl

Avenida Vicente Guerrero 2251

Colonia Partido Romero

Teléfono: 656 612-48-69

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