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Tecnología

Uso de redes sociales está relacionado con los cambios cerebrales en los adolescentes

Muestran estos cambios bastante dramáticos en la forma en que sus cerebros responden

The New York Times

domingo, 15 enero 2023 | 15:29

Tomada de Internet

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El efecto del uso de las redes sociales en los niños es un área de investigación tensa, ya que los padres y los legisladores intentan determinar los resultados de un vasto experimento que ya está en pleno desarrollo. Estudios sucesivos han agregado piezas al rompecabezas, desarrollando las implicaciones de un flujo casi constante de interacciones virtuales que comienzan en la infancia.

Un nuevo estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Carolina del Norte intenta algo nuevo, realizando escaneos cerebrales sucesivos de estudiantes de secundaria entre las edades de 12 y 15 años, un período de desarrollo cerebral especialmente rápido.

Los investigadores encontraron que los niños que habitualmente revisaban sus redes sociales alrededor de los 12 años mostraban una trayectoria distinta, con su sensibilidad a las recompensas sociales de sus compañeros aumentando con el tiempo. Los adolescentes con menos participación en las redes sociales siguieron el camino opuesto, con un interés decreciente en las recompensas sociales.

El estudio, publicado este martes en JAMA Pediatrics, es uno de los primeros intentos de captar los cambios en la función cerebral relacionados con el uso de las redes sociales durante un período de años.

El estudio tiene limitaciones importantes, reconocen los autores. Debido a que la adolescencia es un período de expansión de las relaciones sociales, las diferencias cerebrales podrían reflejar un giro natural hacia los compañeros, lo que podría estar impulsando un uso más frecuente de las redes sociales.

“No podemos hacer afirmaciones causales de que las redes sociales están cambiando el cerebro”, dijo Eva H. Telzer, profesora asociada de psicología y neurociencia en la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, y una de las autoras del estudio.

Sin embargo, agregó, “los adolescentes que habitualmente revisan sus redes sociales muestran estos cambios bastante dramáticos en la forma en que sus cerebros responden, lo que podría tener consecuencias a largo plazo hasta bien entrada la edad adulta, preparando el escenario para el desarrollo del cerebro con el tiempo.”

Un equipo de investigadores estudió a un grupo étnicamente diverso de 169 estudiantes de sexto y séptimo grado de una escuela secundaria en la zona rural de Carolina del Norte, dividiéndolos en grupos de acuerdo con la frecuencia con la que informaban que revisaban su Facebook, Instagram y Snapchat.

Alrededor de los 12 años, los estudiantes ya mostraban distintos patrones de comportamiento. Los usuarios habituales informaron revisar sus redes 15 o más veces al día; los usuarios moderados consultaron entre una y 14 veces; los usuarios no habituales consultaban menos de una vez al día.

Los sujetos recibieron escáneres cerebrales completos tres veces, en intervalos de aproximadamente un año, mientras jugaban un juego computarizado que entregaba recompensas y castigos en forma de compañeros sonrientes o con el ceño fruncido.

Mientras realizaban la tarea, los verificadores frecuentes mostraron una activación creciente de tres áreas del cerebro: los circuitos de procesamiento de recompensas, que también responden a experiencias como ganar dinero o asumir riesgos; regiones del cerebro que determinan la prominencia, seleccionando lo que se destaca en el entorno; y la corteza prefrontal, que ayuda con la regulación y el control.

Los resultados mostraron que "los adolescentes que crecen revisando las redes sociales con más frecuencia se están volviendo hipersensibles a los comentarios de sus compañeros", dijo el doctor. Telzer.

Los hallazgos no capturan la magnitud de los cambios cerebrales, solo su trayectoria. Y no está claro, dijeron los autores, si los cambios son beneficiosos o perjudiciales. La sensibilidad social podría ser adaptativa, mostrando que los adolescentes están aprendiendo a conectarse con los demás; o podría provocar ansiedad social y depresión si no se satisfacen las necesidades sociales.

Los investigadores en el campo de las redes sociales advirtieron contra sacar conclusiones radicales basadas en los hallazgos.

"Están demostrando que la forma en que lo usa en un momento de su vida influye en la forma en que se desarrolla su cerebro, pero no sabemos cuánto, o si es bueno o malo", dijo Jeff Hancock, director fundador del Laboratorio de Medios Sociales de Stanford, que no participó en el estudio. Dijo que muchas otras variables podrían haber contribuido a estos cambios.

“¿Qué pasaría si estas personas se unieran a un nuevo equipo, un equipo de hockey o un equipo de voleibol, y comenzaran a tener mucha más interacción social?” él dijo. Podría ser, agregó, que los investigadores estén "dándose cuenta del desarrollo de la extroversión, y es más probable que los extrovertidos revisen sus redes sociales".

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