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Salud

Trabajar con las manos es bueno para el cerebro

Actividades como escribir, trabajar en el jardín o tejer pueden mejorar la cognición y el estado de ánimo. ¿Teclear, teclear y desplazarse? No tanto

The New York Times

jueves, 04 abril 2024 | 09:14

The New York Times | Cada vez realizamos menos trabajos manuales complejos The New York Times | Cada vez realizamos menos trabajos manuales complejos The New York Times | Cada vez realizamos menos trabajos manuales complejos

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La mano humana es una maravilla de la naturaleza. Ninguna otra criatura en la Tierra, ni siquiera nuestros parientes primates más cercanos, tiene manos estructuradas como las nuestras, capaces de agarrar y manipular con tanta precisión.

Pero cada vez realizamos menos trabajos manuales complejos. Gran parte de la vida moderna consiste en movimientos sencillos, como pulsar pantallas o botones, y algunos expertos creen que el abandono de actividades manuales más complejas podría tener consecuencias en nuestra forma de pensar y sentir.

"Si nos fijamos en la superficie del cerebro -cómo se divide y dónde se invierten sus recursos-, una gran parte se dedica al movimiento, especialmente al movimiento voluntario de las manos", afirma Kelly Lambert, catedrática de Neurociencia del Comportamiento de la Universidad de Richmond (Virginia).

La Dra. Lambert, que estudia las recompensas basadas en el esfuerzo, dijo que le interesa "la conexión entre el esfuerzo que ponemos en algo y la recompensa que obtenemos de ello" y que cree que trabajar con las manos puede ser singularmente gratificante.

En algunas de sus investigaciones con animales, la Dra. Lambert y sus colegas descubrieron que las ratas que utilizaban sus patas para desenterrar comida tenían perfiles hormonales de estrés más saludables y eran mejores en la resolución de problemas en comparación con las ratas a las que se les daba comida sin tener que escarbar.

Ella ve algunas similitudes en los estudios sobre personas, que han descubierto que toda una serie de actividades manuales -como tejer, trabajar en el jardín y colorear- se asocian con beneficios cognitivos y emocionales, como mejoras en la memoria y la atención, así como reducciones en los síntomas de ansiedad y depresión.

Estos estudios no han determinado que la implicación de las manos, específicamente, merezca el mérito. Los investigadores que estudiaron el colorear, por ejemplo, especularon con la posibilidad de que fomentara la atención plena, lo que podría ser beneficioso para la salud mental. Los que han estudiado el tejido de punto dicen algo parecido. "El ritmo y la repetición de tejer un patrón familiar o establecido resultaban calmantes, como la meditación", afirma Catherine Backman, profesora emérita de terapia ocupacional de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), que ha estudiado la relación entre tejer y el bienestar.

Sin embargo, la Dra. Backman afirmó que la idea de que trabajar con las manos pueda beneficiar la mente y el bienestar de una persona parece plausible. Las tareas manuales que captan toda nuestra atención -e incluso nos plantean un reto leve- pueden favorecer el aprendizaje, añadió.

La Dra. Lambert tiene otra hipótesis. "Con la depresión, la gente experimenta algo que se llama indefensión aprendida, en la que sienten que no importa lo que hagan, nada funciona", dijo. Lambert cree que trabajar con las manos es estimulante para el cerebro, y que incluso podría ayudar a contrarrestar esta impotencia aprendida. "Cuando uno se esfuerza y puede ver el resultado, como una bufanda tejida, creo que se crea una sensación de logro y de control sobre el mundo", afirma.

Algunos investigadores se han centrado en las posibles repercusiones de sustituir tareas manuales relativamente complicadas por otras más básicas.

En un pequeño estudio sobre estudiantes universitarios publicado en enero, investigadores noruegos compararon los efectos neurológicos de escribir a mano con los de escribir en un teclado. Según los investigadores, la escritura a mano se asociaba a una actividad cerebral "mucho más elaborada" que la escritura con teclado.

"Con la escritura a mano, hay que formar letras muy complejas mediante movimientos muy controlados de la mano y los dedos", explica Audrey van der Meer, una de las autoras del estudio y profesora de Psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Cada letra es diferente, explica, y requiere una acción distinta de la mano.

La Dra. Van der Meer dijo que el acto de formar una letra activa recuerdos distintivos y vías cerebrales vinculadas a lo que esa letra representa (como el sonido que hace y las palabras que la incluyen). "Pero cuando se escribe a máquina, cada letra se produce con el mismo movimiento de dedo, muy simple, y como resultado se utiliza todo el cerebro mucho menos que cuando se escribe a mano", añadió.

El estudio de la Dra. Van der Meer es el último de una serie de investigaciones en las que ella y sus colegas han descubierto que escribir y dibujar parecen comprometer y ejercitar el cerebro más que escribir en un teclado. "Las habilidades que implican un control motor fino de las manos son un entrenamiento y una superestimulación excelentes para el cerebro", afirma. "El cerebro es como un músculo, y si seguimos eliminando estos movimientos complejos de nuestra vida cotidiana -especialmente los de motricidad fina-, creo que ese músculo se debilitará". Aunque se necesita más investigación, la Dra. Van der Meer postula que la subestimulación del cerebro podría provocar en última instancia déficits de atención, formación de la memoria y resolución de problemas.

Pero, al igual que ocurre con tejer y colorear, algunos expertos cuestionan los mecanismos subyacentes.

"Con algunas de estas investigaciones, creo que es difícil disociar si es el movimiento físico de las manos lo que produce un beneficio o si es la concentración, la novedad o el reto cognitivo", afirma Rusty Gage, profesor del Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego.

El Dr. Gage estudia cómo determinadas actividades pueden estimular el crecimiento de nuevas células en el cerebro. "Creo que si realizas un trabajo complejo que implica tomar decisiones y planificar, eso puede importar más que si utilizas las manos", afirma.

Dicho esto, no cabe duda de los beneficios de muchas actividades prácticas. Además de la jardinería y las manualidades, las investigaciones han descubierto que actividades como el arte y tocar un instrumento musical también parecen ser beneficiosas.

"Hemos evolucionado en un mundo tridimensional y hemos evolucionado para interactuar con ese mundo a través de nuestras manos", afirma el Dr. Lambert. "Creo que hay muchas razones por las que trabajar con las manos puede ser próspero para nuestro cerebro".

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