¿Te cuesta salir de la cama al despertar?

Cuando la casa está helada y afuera todavía reina la oscuridad parece razonable, incluso noble, disfrutar de unos minutos extra en la cama.

En TikTok, algunos celebran esta acogedora holgazanería matutina como “hurkle-durkling”, en referencia a una antigua frase escocesa para pasar el tiempo despierto en la cama. Tanto si quieres acurrucarte bajo las mantas y hurkle-durkle —o, si como algunos usuarios de TikTok, simplemente disfrutas diciendo la frase— la tendencia es un recordatorio de que está bien reclamar un poco de tiempo libre.

Por qué se siente tan bien ceder al descanso

Según Eleanor McGlinchey, psicóloga del sueño del Manhattan Therapy Collective y profesora asociada de psicología de la Universidad Fairleigh Dickinson, quedarse en la cama después de despertarse nos atrae tanto porque ansiamos esa sensación de decidir algo con intención. Al igual que la “procrastinación vengativa a la hora de dormir” —el acto de quedarse despierto demasiado tiempo para compensar las horas que has pasado trabajando o cuidando de otros durante el día—, holgazanear por la mañana es adelantar ese tiempo “para mí” antes de que nos invadan las responsabilidades del día. Cualquier padre puede dar fe del cambio tan brusco que sucede entre despertar del sueño y la preparación de loncheras. Quién no preferiría una taza de café y una almohada mullida antes que responder a la pregunta: “¿has visto mi uniforme de fútbol?”.

(Por supuesto, las personas que probablemente más necesitan un hurkle-durkle son las que menos pueden permitirse ese capricho).

Para los que participan en este hábito por las mañanas, es importante poner límites. El tiempo de calidad para uno mismo puede convertirse en algo perjudicial, como gastar una hora sin sentido o incluso más tiempo en las redes sociales (quizá buscando más inspiración escocesa para quedarse en la cama).

“Para algunas personas, coger sus teléfonos y revisar su correo electrónico o encender las noticias mientras están en la cama hace que se estresen más”, dijo McGlinchey. “Así que ahora se quedaron dando vueltas en la cama y se sienten peor”.

Así que planifica con antelación cómo quieres pasar tus minutos libres en la cama.

“Le digo a la gente que cualquier cosa que vayan a hacer, la hagan con propósito”, recomendó McGlinchey. “No estén a merced de las notificaciones que llegan de la noche a la mañana. Decide con intención como usar tiempo”. Por ejemplo, si responder unos cuantos correos urgentes desde la cama te permite relajarte un poco sin tener que preocuparte por meterte de lleno en el trabajo, puede que sea algo positivo.

“Es importante tener un grado de decisión sobre cómo empieza tu día, sobre todo para las personas que, en cuanto se levantan de la cama, están de guardia como cuidadores”, dijo. “Pero date un cierto margen de tiempo. Escribe un diario. Escucha música”.

Es posible que las personas que padecen insomnio u otros problemas de salud que afectan sus horas de dormir intenten acostarse antes, aunque no tengan sueño, o permanecer despiertas en la cama por la mañana en un intento de descansar. Pero eso podría ser un error, porque “el cuerpo aprende a estar en la cama despierto”, dijo Alcibiades J. Rodríguez, neurólogo y director médico del Comprehensive Epilepsy Center-Sleep Center de NYU Langone Health.

¿Hay un límite para permanecer en la cama?

No hay una regla fija sobre cuánto tiempo es demasiado para acurrucarse bajo las sábanas después de despertarse, pero si esto ocurre a diario, entre 15 y 30 minutos deberían ser suficientes para la mayoría de las personas. “Si te despiertas y te sientes bien y esto forma parte de tu rutina, no tienes por qué dejar de hacerlo”, dijo Marjorie Soltis, especialista en medicina del sueño y profesora adjunta de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke. “Pero creo que 30 minutos es un buen umbral”.

Tumbarse en la cama no sustituye al sueño. “Pero debes escuchar a tu cuerpo”, añadió. “Si te sientes mejor después de descansar un poco, es posible que estés obteniendo algún beneficio, aunque no sea lo mismo que dormir”. Las personas que puedan quedarse en la cama sin presiones laborales o familiares, o que necesiten ese tiempo extra por motivos de salud, deberían hacerlo sin avergonzarse, según los expertos.