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Opinión

¡Todos contra todos con todo el poder!

Es una maravilla, ser los actores en la lucha electoral más grande, en la historia de nuestro país. El espectáculo que se abre ante nuestros ojos, jamás generación alguna de nuestro país, la ha presenciado y peleado con todas sus fuerzas

José Díaz López
Analista

sábado, 27 abril 2024 | 06:00

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¡Gracias a la vida que nos ha dado tanto! Es una maravilla, ser los actores en la lucha electoral más grande, en la historia de nuestro país. El espectáculo que se abre ante nuestros ojos, jamás generación alguna de nuestro país, la ha presenciado y peleado con todas sus fuerzas.

Tomando en cuenta solo una parte de la multitud de sucesos que corren como ríos en el escenario electoral, percibimos acciones, en las que el poder político se pelea con uñas y dientes, cual si fuera una guerra real.

En un lado, están los cinco gobernadores conservadores apoyando a sus candidatos y, en el otro lado, al presidente de la República y a los 22 gobernadores de Morena moviendo las piezas que tienen y metidos en la contienda electoral. 

En Chihuahua se ve a la caballería del IEE y  TEE y a la Fiscalía Anticorrupción golpeando duro a los liderazgos principales de Morena en Ciudad Juárez, con la visible finalidad de sacarlos de la competencia electoral y desprestigiarlos ante el electorado; de forma paralela, la multitud de candidatos conservadores, se movilizan por todo el territorio estatal, tocando puertas y pidiendo el voto. 

Los objetivos de la derecha son muy claros: evitar el avance de Morena en Chihuahua, golpear a Morena con todas sus fuerzas y mañas políticas principalmente en Juárez y defender la mayoría en el Congreso local y las diputaciones federales que tiene. A sabiendas de que los resultados de esta elección, es el “piso” con el que inicia su defensa de la gubernatura.  

En el escenario nacional, por otra parte, vemos al presidente de la República también incidiendo electoralmente, pero en todo el país, arengando a la población a que salga a votar, para consolidar las grandes reformas cuyas bases puso durante su mandato; y a los 22 gobernadores de Morena, también subidos al ring, operando en el mismo sentido presidencial, para obtener los triunfos electorales en las regiones que gobiernan.

Y los objetivos de Morena son muy específicos: seguir avanzando en Chihuahua, defender con todas sus fuerzas el voto casi unánime que tiene en Juárez; y a la vez, contraatacar y avanzar en el resto del estado para concretar el avance político que las encuestas le han vaticinado y en lograr la mayoría de las diputaciones locales y las federales. 

No se necesita ser un sabio para ver tales hechos, que son obvios al sentido común. 

De ese bosque de acontecimientos, inferimos que el desenlace depende de la voluntad del pueblo, corporeizado en la visible e intensa politización de su despertar político y en la voluntad de manifestarse en las urnas, para seguir impulsando los cambios en el país y, Chihuahua no es la excepción. Hemos comparado a este fenómeno social, con lo que Hegel denominó “el paso del Espíritu por la historia”. 

La presión mediática que ejercen todas las fuerzas políticas para persuadir al elector, es enorme en todos los rincones de la sociedad. No hay un solo medio de comunicación, ningún partido político, ningún ciudadano que se escape al influjo de la disputa del espacio público y de intentar controlar su voluntad. 

Todo lo anterior pese a que, según los estudios científicos más avanzados sobre la psicología electoral, avisan de que la inmensa mayoría de la población, ya tomó su decisión antes de empezar las campañas de cómo van a votar.

También es cierto que los estrategas marketineros hacen su “luchita” de persuadir al mayor número de electores, posiblemente a sabiendas, de que la predisposición electoral en favor de votar por las “marcas”, ya está tomada desde hace buen rato. Recordemos aquel descubrimiento científico de la escuela de Chicago, “las campañas electorales se deciden y se ganan, antes de empezarlas”.

Tomando en cuenta lo anterior, a los pescadores del voto durante las elecciones, realmente les queda un reducido segmento social a persuadir: al segmento de los indecisos. Quienes, en efecto, según experimentos que se han hecho sobre la psicología de este tipo de votantes, es que esperan a tomar su decisión de votar, conforme van avanzando las campañas, hasta que deciden o no votar, o hacen voto cruzado. 

Una gran pregunta recorre la sucesión: ¿la ventaja que tiene Claudia Sheinbaum, se extenderá también a los candidatos a diputados y senadores de Morena para conformar la mayoría constitucional en el Congreso de la Unión? Esta es la clave de la elección para todas las fuerzas en lucha.

Conforme avancen las campañas al 2 de junio, posiblemente las encuestas van a ir respondiendo a esa incógnita.

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