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Opinión

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Historia de ‘El Quemado’ y mala justicia

El 6 de enero de este año fue sorprendida por policías municipales una célula que operaba para el grupo delictivo “Los Doblados” mientras mantenían cautiva a una persona en un domicilio de la colonia Sierra Vista

LA COLUMNA
de El Diario

domingo, 05 mayo 2024 | 06:00

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El 6 de enero de este año fue sorprendida por policías municipales una célula que operaba para el grupo delictivo “Los Doblados” mientras mantenían cautiva a una persona en un domicilio de la colonia Sierra Vista, calle Hacienda Medina sin número.

Agentes del Distrito Valle llegaron justo al momento que el privado de la libertad era golpeado y amenazado a grandes voces... “cállate a la v... o te matamos”, le advertían.

Cada uno de los detalles fue registrado por los elementos policiacos en un parte que fue consignado tal y cual ante la Fiscalía General de distrito zona norte y de ahí pasado al juez de turno; en este caso al juez, Juan Antonio Coss Araujo.

Posiblemente, a estas alturas la víctima formaría parte de las estadísticas de 90, 100 homicidios mensuales registrados en promedio en la ciudad si no hubiera sido rescatado por los agentes preventivos.

La Fiscalía y sus agentes consignaron a seis integrantes de la célula por secuestro agravado y contra la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Entre los apresados estaba Isaí Emir A. B., de 18 años de edad, el resto tienen entre 21 y 27 años.

Al momento del operativo, los presuntos delincuentes portaban cuatro armas largas con las que habrían apuntado a los policías sin atreverse a disparar. La vivienda ya estaba rodeada de policías. También tenían cuatro radios para comunicarse entre ellos y otras células.

Esa detención, como muchas, debió ser fundamental en el auxilio de la contención de la violencia en aquel sector y otras zonas de la ciudad porque estaba vinculada a múltiples delitos cometidos antes y después del secuestro. Narcomenudeo, extorsiones, secuestros, asesinatos.

Esa célula tenía relación, sigue teniendo, con otra de las muchas facciones que forman parte de Artistas Asesinos (Doblados) dirigida por Michel Angélica P., detenida a mediados de febrero en El Paso y extraditada de inmediato a Ciudad Juárez.

Está acusada de varios asesinatos despiadados. Los cuerpos de sus víctimas eran desmembrados y algunos de sus órganos ofrecidos en rudimentarios altares a la Santa Muerte.

Los Doble AA es una organización delictiva que opera desde hace década y media en Juárez; su principal zona de control es el Valle, pero con influencia en gran cantidad de colonias periféricas donde las principales drogas usadas son las metanfetaminas y la mariguana.

Comercializa para el Cártel de Sinaloa básicamente drogas sintéticas, cristal, fentanilo y ahora la “Tusi Rosa”, o “cocaína” de ese color, no porque su compuesto sea el de la cocaína, sino porque es aspirada por las fosas nasales igual que la coca. Es mayormente compuesta por la droga conocida como MDMA. Metanfetamina. Produce alucinaciones y estimulación.

Técnicamente, el juez Juan Antonio Coss dictó la libertad de los seis acusados por secuestro agravado y por violación a Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos debido a que la víctima habría asumido que formaba parte del mismo grupo delictivo y porque el parte policiaco señalaba las cinco de la mañana como la hora de la detención, pero uno de los testigos de la defensa aseguró que fue dos horas antes, cerca de las tres de la mañana.

Los delitos fueron técnicamente flagrantes, pero no fue suficiente para que el juez Coss dejara fuera de circulación a los presuntos delincuentes. Solo faltó acusar a la municipal de montaje estilo telenovela.

Pudo haber corrupción o pudo haber miedo en el juzgador. De ahí la necesidad de órganos internos de control auténticamente fuertes tanto en el Poder Judicial, como en la Fiscalía y en las corporaciones policiacas responsables de perseguir a los delincuentes.

El 9 de enero sería desarrollada la audiencia inicial contra Isaí Emir y sus otros cómplices, pero denunciaron tortura y pidió su defensa activar el protocolo de Estambul.

Inmediatamente después de esa petición, la audiencia fue suspendida por una amenaza convertida en práctica durante audiencias relacionadas con los Doble AA, la supuesta colocación de bombas en Ciudad Judicial. Hubo suspensión de labores y terror psicológico.

Quizá ese aspecto atemorizó al juzgador o quizá también los mensajes de texto en el mismo sentido que llegaron a los teléfonos de otras juezas, jueces y personal de distintas áreas.

Fueron tantas las amenazas de bomba y por varias semanas que las instalaciones del Poder Judicial estatal debieron ser resguardadas por las corporaciones de seguridad, incluido el Ejército.

Es una explicación amplia la que deben los jefes del Poder Judicial a los juarenses, a la sociedad de esta frontera. No solamente la facción de Isaí Emir, apodado “El Quemado”, o “El Matapolicías”, habría sido beneficiada por los amagos, sino también otros delincuentes. ¿Qué investigaciones hubo sobre las amenazas y qué resultados consiguieron? Respuestas en el aire.

El 14 de enero, ocho días después de la detención, Coss Araujo, liberó a los seis en una audiencia que duró tres horas. Hasta ahí quedó la causa penal 157/2024. Hubo imputación pero no vinculación.

Esa parte de la historia es la menos áspera aunque fundamental para comprender las consecuencias de una mala aplicación de la justicia, sea por las razones que hayan sido; por miedo, por “aceitada” al juez o hasta por mero desinterés del juzgador.

La Fiscalía de distrito zona norte apeló a esa resolución, pero a estas alturas no hay respuesta del Tribunal Superior de Justicia y sí varios asesinatos directamente relacionados con los liberados. No demuestra el Poder Judicial tener apuro en asuntos de este tipo.

Apenas a mediados de abril, 17, fue registrado un multihomicidio en Villas de Alcalá, calles Río Coco y Río Belén. Fueron asesinadas tres personas, pero el objetivo era una expareja de “El Quemado” e integrante de su grupo. Solo ella se salvó.

Tras el ataque fue detenido nada menos que Isaí Emir A. B.; también cuatro jóvenes originarios de El Paso: Evelyn V. de 22 años; Ivette M. de 21; Luis Antonio R., de 29 años; Paúl R. de 28, y el juarense, Jesús Daniel S. M. de 23.

Fueron ubicados por policías municipales cuadras adelante del ataque y perseguidos hasta una casa de seguridad donde trataron de esconderse. Dispararon pero fueron rápidamente sometidos.

Apenas dos días después, el 17 de abril, estando detenido Isaí Emir, hubo un tercer ataque contra su expareja también en Villas de Alcalá, calles Villa María y Villas de Alcalá. Ella logró sobrevivir, pero no su actual pareja, Andrés García Orozco.

La expareja sufrió el primer atentado, presumiblemente ordenado por su ex Isair (ya está acusado por ello), desde el 2 de enero también en Villas de Alcalá. Ella logró escapar, pero fue asesinado su acompañante, Osvaldo Mejía Rivera. Este antecedente y los vínculos respectivos quedaron claros hasta abril en el segundo ataque; supuestamente claros.

Entre el 20 y 21 de abril fueron desarrolladas las audiencias iniciales contra los seis detenidos por el multihomicidio del 17 de abril, y ahora sí, individualmente contra Isaí, por el asesinato del 2 de enero en Villas de Alcalá.

La defensa de los detenidos buscó dar largas a la audiencia de vinculación. El 24 argumentó que debía ponerse al corriente de la carpeta de investigación y el 25 hubo largas interrupciones por “dificultades” técnicas y más alegatos de sus abogados. Finalmente, casi a la media noche, tras 12 horas de estirar y aflojar, el juez de control, Javier Ortiz Beltrán, resolvió la vinculación a proceso. Dio cuatro meses para la investigación complementaria hacia la sentencia. Quedaron los detenidos en el Cereso 3. Seguramente habrá alguna intervención del gobierno de estados Unidos en el caso de los cuatro jóvenes paseños involucrados en uno de los casos.

El solo análisis cronológico de los hechos habla de factores que deben ser analizados concienzudamente; sí revisados los argumentos del juez que permitieron el 14 de enero alargar la libertad de “El Quemado” y cómplices, pero también las razones por las que dicho grupo ha gozado en la calle de tanta capacidad de maniobra para portar armas cortas, largas, la mayoría de calibre R-15 y asesinar personas con esa relativa facilidad narrada en las audiencias judiciales.

Sigue existiendo un problema mayor de violencia al que urgen soluciones integrales: jueces, policías, ministerios públicos... sociedad. Isaí Emir, de apenas 18 años, es nacido en aquella generación de la guerra contra el narco 2006-2007-2011 que obligó al frustrado plan “Todos somos Juárez” que tenía como objetivo la “recomposición del tejido social”.

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