El desechamiento de la revocación del mandato: una oportunidad política

Después de que el Instituto Estatal Electoral declaró improcedente la revocación del mandato  contra el alcalde de Juárez, Armando Cabada Alvidrez (ahora con licencia), quedó claro que tal como ya se veía venir, en realidad, el grupo que impulsó ese instrumento de participación ciudadana, iría a un rotundo fracaso, el cual, ahora ya quedó irremediablemente consumado.

Con más ruido que nueces y más insultos e injurias que adeptos, los gestores oficiosos de la revocación del mandato, no solo mostraron su incapacidad para lograr su propósito, sino también evidenciaron su falta de convocatoria y de razones comprobables que le dieran un soporte auténtico y popularmente aceptado.

Fueron exclusivamente  veintidós mil firmas las obtenidas como apoyos ciudadanos, equivalentes solo al 1.88% de la lista nominal  del padrón de electores, quedando evidentemente muy lejos  de recaudar al menos , como lo exige la ley, los cinco puntos porcentuales del padrón de electores, que son requeridos para detonar apenas, el inicio del ejercicio democrático que para su aprobación final y por ende para lograr la separación del cargo, exigía más de 350,000 firmas. 

Los resultados del intento fallido para revocarle el mandato, después del desgaste natural que producen los casi cuatro años y medio de ejercicio en la función pública, muy lejos de hacerle mella al Alcalde Juarense con licencia, quien no alcanzó a sentir ni siquiera un mínimo raspón en su popularidad, evidentemente lo fortalecen no solo en su legitimación para poder continuar como Presidente Municipal, sino también en su proyecto  por una Diputación Plurinominal que ahora busca, bajo el impulso de un Instituto Político, amplia e indiscutiblemente reconocido y fortalecido, como es Morena.

Así que, hoy más que nunca, para el  Alcalde de Juárez, se hace mayormente factible y realizable la posibilidad de servirle a la frontera Juarense desde la Más Alta Tribuna del Congreso de la Unión, como uno de sus diputados federales que, aprovechando su amplio conocimiento de las necesidades de sus representados, pugne por la correcta y suficiente asignación de recursos federales, que vengan a fortalecer las finanzas municipales y a dar soluciones integrales  a los problemas añejos que enfrenta la Ciudad.