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Opinión

Día Mundial Sin Tabaco

Esta conmemoración tiene su primer antecedente en el año de 1987

Sergio Pacheco González
Analista

martes, 02 junio 2020 | 06:00

Este domingo 31 de mayo se celebró el Día Mundial Sin Tabaco. Esta conmemoración tiene su primer antecedente en el año de 1987, año en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 7 de abril como el Día mundial sin fumar. Al año siguiente, la OMS resolvió que cada 31 de mayo se celebraría el Día Mundial Sin Tabaco. Como argumento de estos pronunciamientos, se indicaba que “El tabaco es la principal epidemia prevenible a la que hace frente el mundo sanitario”.

Hoy día, que la población mundial enfrenta la pandemia del Covid-19, se presenta la oportunidad de reflexionar sobre los daños que el consumo de tabaco causa en la salud de las personas, consuman o no de manera cotidiana esta droga.

Al mismo tiempo, posibilita deliberar entorno a las acciones preventivas y correctivas que es viable articular para prevenir el consumo, favorecer la cesación en quienes ya consumen, atender a los que reconocen y desean superar su adicción y a los que requieren cuidados médicos por padecer enfermedades crónicas resultado de su tabaquismo.

La prevención tiene como horizonte lograr el propósito que enunciaba la celebración del año 2009: “Hagamos de cada día un Día Mundial Sin Tabaco”. Para ello, tanto a nivel internacional como nacional, se han implementado diversas medidas frente a las cuales las compañías tabacaleras, como las y los consumidores, han logrado sobreponerse, ampliando, incluso, la oferta y variedad del producto.

A diferencia del Covid-19, los efectos del tabaco se manifiestan en el mediano y largo plazo. Es una droga, legal sí, mas una droga y como tal, no repele como los efectos del llamado coronavirus, antes al contrario, después de los primeros contactos que refieren sus consumidores no son muy satisfactorios, ofrece la sensación de placer, la percepción de elegancia y madurez que fueron estimulados por la industria fílmica con sus héroes y heroínas como James Bond (Doctor No, 1962; De Rusia con Amor, 1963, entre otras 23 películas) y Marie Magdalene Dietrich (El Ángel Azul, 1930; El Expreso de Shangai, 1932).

El consumo de tabaco está presente en la filmografía nacional de la época de oro (1936 - 1959), donde ídolos populares representaban personajes que disfrutaban del tabaco y que, en signo de decisión, arrojaban al piso el cigarrillo sin consumir, para enfrentar a su rival o besar a la protagonista. Ni cómo ignorarlo en las películas denominadas de ficheras (1970-1980).

En la televisión su presencia era constante y para mayor efecto, en la promoción comercial se posicionó el hombre Marlboro, un vaquero que sólo con su caballo y un cigarro entre los labios, dominaba el escenario natural en que se desplegaba su figura.

Paradójicamente, el hombre que lo personificó por 14 años, Robert C. Norris, falleció a los 90 años, sin haber consumido tabaco en su vida. 

Por otra parte, las disposiciones que procuraron prevenir el consumo de tabaco datan del 13 de marzo de 1973, fecha en que se actualizó el Código Sanitario que establecía la disposición de “que en las etiquetas y contraetiquetas de los envases en que se expenda o suministre tabaco, debe figurar en forma clara y visible la leyenda: este producto puede ser nocivo para la salud” (Ramírez-Barba, Éctor Jaime, Saro-Boardman, Ernesto, Vázquez-Guerrero, Arturo, & Vázquez-Guerrero, Miguel Ángel. 2008. Ley General para el Control del Tabaco en México.)

Posteriormente, la Ley General para el Control del Tabaco (30 de mayo de 2008), estableció que en los empaques “deberán figurar leyendas y pictogramas o imágenes de advertencia que muestren los efectos nocivos del consumo de los productos del tabaco”.

Además, prohibió toda forma de patrocinio que fomente la compra y el consumo de productos del tabaco, así como consumir o tener encendido cualquier producto del tabaco en las escuelas públicas y privadas de cualquier nivel, consideradas espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco. En los espacios públicos y universidades se podrán establecer zonas exclusivas para fumar.

Estas acciones no han impedido que en México se haya incrementado en menos de dos décadas el número de fumadores de nueve a 13 millones de personas y que las enfermedades asociadas al tabaquismo causen la muerte de más de 53 mil personas cada año (PAHO), muertes que pasan a formar parte de las más de ocho millones de personas que cada año pierden la vida por el consumo de productos de tabaco (OMS).

En este tiempo y en este contexto, hoy es un buen día para dejar de fumar.

 

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