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Juárez

Madre e hija, unidas vs Covid

Saby y Samantha llaman a la sociedad a no bajar la guardia

Alejandro Vargas
El Diario de Juárez

viernes, 13 agosto 2021 | 11:39

Cortesía

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Ciudad Juárez— La vocación de servicio en el área Covid-19 del Hospital General de Ciudad Juárez es compartida por las enfermeras Saby Medina, de 47 años, y su hija Samantha, de 28. Ambas heroínas de la salud enfocan todos sus conocimientos para salvar vidas en la frontera, donde se han registrado 33 mil 854 contagios desde marzo de 2020.

Con los esfuerzos de personas como ellas, 29 mil 205 pacientes han recobrado su bienestar. No obstante, de acuerdo con la Secretaría de Salud 3 mil 821 han muerto, por lo que las trabajadoras del sanatorio exhortaron a la sociedad a no bajar la guardia, ya que últimamente ha ido al alza la ocupación de camas. 

“Ha ido en aumento, han llegado muchos pacientes que ya se aplicaron la primera vacuna. También la gente no se cuida, piensan que porque ya se aplicaron la primera vacuna ya no les va a dar, pero hay que seguir cuidándonos”, dijo Saby, egresada del Femap, con 25 años laborando en el inmueble del Ichisal.

A su vez, Samantha, graduada de la Cruz Roja, quien heredó de su madre la vocación por el auxilio sanitario, manifestó que de frente a la presencia de las nuevas variantes del virus, que resultan aún más contagiosas, la comunidad debe auxiliar evitando reuniones que den pie a las cadenas de transmisión del SARS-CoV-2.

‘La pandemia sigue ahí’

“La gente debe seguir protegiéndose y no tomar esto a la ligera, porque la pandemia sigue ahí. Es importante que en verdad crean que la enfermedad existe, porque aún nos llegan algunos que no creían, nos han llegado también vacunados con una sola dosis”, enfatizó quien lleva año y medio en el nosocomio.

El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDre) ha oficializado la circulación de cuando menos cuatro mutaciones: mexicana B.1.1.519, británica B.1.1.7, californiana B.1429 y brasileña P.1. Además, se confirmó la B.1.617, procedente de la India, también denominada Delta el pasado 31 de julio.

“La vacuna sí nos ayuda, pero no nos va a ayudar al 100%. También debemos poner de nuestra parte para protegernos a nosotros mismos”, destacó la experta. Recordó que su mamá contrajo la patología en julio del pasado año, y no le fue nada bien ya que su oxigenación bajó hasta 72, cuando debe estar sobre 90.

Con mucho esfuerzo, Saby logró recuperar su salud. Una vez repuesta, se incorporó de nuevo a sus labores en el “covidiario”, como se le llama de forma coloquial al lugar en donde se atienden a tales internados. Sentenció que fue afortunada, puesto que por sus manos y las de su hija han pasado muchos desenlaces. 

“Mis hijas (Samantha y sus hermanas) tenían miedo y yo también tenía miedo de contagiarlas. Por fortuna no se enfermaron, pero por eso mismo las personas tienen que seguir cuidándose y no bajar la guardia, muchos se confían y no usan el cubrebocas, es una enfermedad muy fea y hay que evitarla”, manifestó. 

Del 5 de julio al 2 de agosto, las incidencias “activas” –contagiosas con síntomas en los últimos 14 días– se cuadruplicaron en este municipio pasando de 95 a 379. Así, en pleno contexto de la tercera oleada, tales servidoras apelaron a la conciencia comunitaria para cuidar los unos de los otros, pues esto aún no acaba. (Alejandro Vargas / El Diario)

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