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Juárez

Impulsan sueños en honor a su hija

Crean programa de becas para hijos de víctimas de violencia y desaparición, como ocurrió con Jessica

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

martes, 27 diciembre 2022 | 12:45

Carlos Sánchez / El Diario de Juárez | Durante el evento, realizado en el memorial del ‘Campo Algodonero’, el sacerdote Francisco García pidió a la comunidad solidarizarse con quienes sufren por la ausencia de un ser querido Carlos Sánchez / El Diario de Juárez | El evento se hizo en el memorial del Campo Algodonero

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Tras perder a Jessica Ive­tte Ochoa, quien el 5 de junio de 2021 se convirtió en víctima de feminicidio en esta frontera, su familia decidió apoyar con una beca escolar a menores que viven los estragos de la desaparición y la violencia de género en Ciudad Juárez. 

Este año, la segunda beca anual “Jessica Ivette Ochoa Scholarship Fund”, permitirá continuar con sus estudios a Marlon David, de 11 años, quien sueña con ser pintor; a Michelle de 16 años, que quiere estudiar Diseño Gráfico y a Arturo, de 13, que busca convertirse en ingeniero en Robótica. 

Los tres cuentan actualmente con un promedio de excelencia, por lo que fueron elegidos por la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez para recibir el apoyo económico que envió la familia desde Estados Unidos, el cual fue entregado ayer durante una ceremonia que se llevó a cabo en el memorial del Campo Algodonero. 

“Muchas gracias”, dijo Marlon David, quien estudia actualmente sexto grado de primaria y aseguró que el apoyo económico le servirá para alentarlo a convertirse en pintor y poder vivir de su pasión.

“Es una motivación para mí esta ayuda, porque me estoy esforzando para lograr todo esto, y para en un futuro ser una persona importante. Muchas gracias por habernos dado esto”, dijo Michelle, quien en enero ingresará al cuarto semestre de preparatoria con un promedio de 10. 

Michelle es sobrina de María de la Luz Hernández Cardona, desaparecida el 26 de abril de 2011, a los 17 años de edad, por lo que acudió acompañada de su abuelita María del Carmen Cardona, quien portaba una manta rosa en forma de mandil, con la pesquisa de su hija. 

Arturo cursa actualmente el segundo grado de secundaria, y sueña con convertirse en ingeniero, por lo que sus calificaciones son de 9 y 10, aseguró al agradecer el apoyo económico que recibió. 

“Muchas gracias por el apoyo, es una manera de incentivarlos”, dijo su mamá Rocío Pérez, quien es apoyada junto con su hijo por la Red Mesa de Mujeres. 

“Son familias que apoyamos porque vivieron la desaparición o el feminicidio de alguna mujer de su familia, y la selección es en función de las calificaciones. Desgraciadamente ellas (las familiares de Jessica) saben que una vez que pasa una situación así, las infancias y las adolescencias quedan con mayor vulnerabilidad, entonces quieren cobijarlos lo más que se pueda”, explicó Yadira Cortés, de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez. 

A Jessica Ivette Ochoa le arrebataron la vida en Ciudad Juárez, en donde las mujeres siguen siendo víctimas de desaparición y feminicidio, por lo que por segundo año su familia apoyó a tres menores cuyas familias han vivido también los estragos de la violencia de género. 

Jessica Ivette nació en Ciudad Juárez el 16 de mayo de 1980, era la segunda de tres hermanas, y aunque contaba con la ciudadanía estadounidense, decidió vivir en Juárez porque era la ciudad que amaba, pero el 5 de junio del año pasado, a los 41 años de edad, se convirtió en víctima de feminicidio.

Jessica y su familia crecieron en el fraccionamiento San Ángel, pero al regresar a Juárez comenzó a vivir en una casa que había heredado en la calle Tlalnepantla de la colonia Fundidora, en donde fue asesinada la madrugada del sábado 5 de junio del año pasado. 

De acuerdo con la versión oficial que le dio la FEM a la familia, ese día, cuando ella regresó de El Paso le marcó a un amigo, quien trabaja como chofer a través de una plataforma, y cuando estaban cenando pizzas él le dice que tiene que ir por un amigo que anda en un bar en el Centro, y luego regresó con él. Se trataba de José Miguel Chaparro Tovar.

El 14 de febrero pasado, durante un procedimiento abreviado, José Miguel fue sentenciado a 41 años de cárcel y el pago por concepto de reparación del daño de 1 millón 66 mil 950 pesos, tras haber sido encontrado culpable del feminicidio de Jessica Ivette.

Tras el dolor de haberla perdido, su familia decidió apostar por los menores juarenses, ayudándolos económicamente a recibir una beca, canalizando su dolor en ayuda y solidaridad, destacó el sacerdote Francisco García, quien desde hace años da acompañamiento a las familias de hombres y mujeres víctimas de desaparición. 

El sacerdote pidió a la comunidad solidarizarse con quienes sufren por la ausencia de un ser querido, a no ser indiferentes ante el dolor ajeno y el sufrimiento que cargan tantas familias juarenses. 

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