PUBLICIDAD

Juárez

El amor de madre lo enfrenta todo…

Isabel desea como regalo de Navidad poder comprar férulas para los pies de su hijo, que sufre parálisis cerebral

Mayra González / El Diario de Juárez

sábado, 24 diciembre 2022 | 10:57

Carlos Sánchez / El Diario de Juárez | Esther Rodríguez, madre de Isabel, es quien la ha apoyado siempre con el cuidado de sus hijos y con la discapacidad de Gerardo Carlos Sánchez / El Diario de Juárez | Gerardo, de 19 años

PUBLICIDAD

Ciudad Juárez.— Isabel Moreno tiene 43 años de edad y es operadora de maquiladora. Desde hace 19 años es madre soltera debido a que el padre de sus dos hijos la abandonó cuando supo que el menor de ellos –a causa de una negligencia médica– nació con parálisis cerebral, desde entonces ella sola los sacó adelante y a pesar de la discapacidad de Gerardo, ha luchado por darle una buena calidad de vida pero asegura que no ha sido nada fácil.

Su mayor deseo de Navidad es poder reunir los 20 mil pesos que Gerardo necesita para las férulas en sus pies antes de que sus tobillos se le enclaven aún más como ya está ocurriendo con el izquierdo, ya que debido a su crecimiento, las que tenía desde 2016 ya no le quedan.

A pesar de que a Isabel le dijeron que su niño no pasaría de los 10 años de edad, Gerardo Zapata Moreno ahora tiene 19 años y puede sostener su cabeza y ser reactivo gracias a que desde los tres años recibe sus terapias en la fundación Villa Integra, a donde su madre y su abuela lo llevan.

Enterarse de su diagnóstico de Parálisis Cerebral Infantil (PCI) fue un golpe inesperado para Isabel y más aún al saber que estaba sola junto con su otra niña de entonces cuatro años de edad.

“Tuvo sufrimiento fetal, le faltó oxígeno al cerebro al momento del nacimiento pero a nosotros no nos dijeron nada, yo me enteré como a los cuatro meses que yo vi que no sostenía su cabecita y le empecé a hacer estudios y me dieron el diagnóstico”, mencionó.

Gerardo nació en el hospital número 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Ciudad Juárez, ubicado en la zona Pronaf, donde Isabel asegura que fue víctima de una negligencia médica que ocasionó la discapacidad de su hijo. 

“Fue una negligencia del Seguro, cuando yo iba rumbo a la sala de expulsión y que me dijeron que estaba a punto de nacer, yo estaba consciente en todo momento porque fue parto normal, una de las enfermeras me cerró las piernas y me dijo ‘es que todavía no llegamos a la sala, no, no, todavía no’ y me cerró las piernas y yo pienso que ahí fue la negligencia; aparte de todo no me dijeron nada, me lo dieron como sano’, narró. 

El diagnóstico se lo hicieron en Durango, Durango a donde ella había ido a vivir y donde le realizaron a Gerardo sus terapias los primeros años de su vida, después regresó a Ciudad Juárez en busca de salir adelante.

“Yo me quedé sola con ellos dos chiquitos, mi mamá siempre me ha apoyado y fue bastante difícil”, expresó.

Isabel trabaja en la maquiladora turnos de 12 horas, de 6:00 de la mañana a 6:00 de la tarde en semanas de tres y cuatro días, los otros días lleva a Gerardo a la Fundación Integra donde recibe hidroterapia y mecanoterapia.

“La verdad él llegó muy mal ahí, no sostenía su cabecita, no se sentaba, no hacía nada por sí solo y en cuanto yo empecé a llevarlo empezó a sostener su cabeza, a agarrar cosas, se empezó a expresar por medio de señas”, comentó. 

Las férulas que necesita para sus pies le fueron donadas en 2016 por los Shriners, pero sus pies ya crecieron y no le quedan por lo que necesita unas nuevas, sin embargo ya no entra en ese programa de apoyo debido a que es hasta los 16 años de edad y ahora tiene que comprarlas su madre pero por cada pie tienen un costo aproximado de 10 mil pesos, indicó. 

“Mi mayor deseo es que no le falte nada, ahorita no trae sus férulas porque ya no le quedan y yo me acerqué con la coordinadora de Rehabilitación y me dice que sí están muy, muy caras, yo estoy en ese proceso de que voy a ir a Ortopedia Calderón a ver si me las dan en abonos”, comentó.

Su mayor apoyo ha sido su madre

Esther Rodríguez, madre de Isabel, es quien la ha apoyado siempre con el cuidado de sus hijos y con la discapacidad de Gerardo. 

“Yo lo quiero mucho a mi’jo, y hemos sufrido mucho porque su papá cuando supo que estaba así se desentendió, entonces para ir a la fundación no había ruta, caminábamos mucho y tenía a la otra niña; para sostenerlos, para ir a la escuela, hemos batallado mucho, hasta ahorita que ya trabaja ella (su nieta mayor) ya estamos mejor y también ya hay rutas para la fundación”, dijo entre lágrimas.

Pero el apoyo de Esther no sólo ha sido en cuanto a lo físico, sino también en lo emocional, sobre todo al saber que su hija se encontraba sola. 

“Cuando supimos lo que tenía, mi hija se quiso volver loca porque no nos dijeron y no lo podíamos creer… le decía yo a ella ‘mi’ja, mi preocupación es doble porque tú y luego el niño”, expresó. 

Ahora que la hija mayor de Isabel ya cuenta con vehículo, el traslado a la fundación desde Riberas del Bravo, donde viven, ya no es tan complicado como lo fue todos los años anteriores, pero la principal preocupación de Isabel es poder conseguir los recursos para las férulas que Gerardo necesita. 

Las personas que deseen ayudar a Gerardo pueden hacerlo a través del número de cuenta 1122944696 de Banorte. 

1122944696 Número de cuenta de Banorte donde pueden depositar quienes deseen ayudar a la familia

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search