Han evitado iglesias catástrofe migrante

Ciudad Juárez.— Ante el cambio de las políticas migratorias de Estados Unidos –en acuerdo con el Gobierno mexicano– y el aumento de personas que buscan ingresar a través de El Paso, las iglesias, la sociedad civil y la comunidad binacional han sacado adelante el fenómeno migratorio en Ciudad Juárez, coinciden especialistas.

“Desde finales de 2018 y sobre todo desde principios de 2019, ellos son los que han respondido a las oleadas migrantes, a los cambios que ha habido en el ritmo del flujo migratorio, a las características del propio flujo”, comentó el profesor-investigador de El Colegio de Chihuahua (El Colech), Rodolfo Rubio Salas.

Agregó: “Siguen teniendo la batuta principal en términos de responder a lo que ha implicado en cada momento el flujo, porque muchas veces las respuestas gubernamentales son tardías”.

Luego de que el Gobierno de Joe Biden, en acuerdo con México, extendió la política de expulsión del Título 42 a los venezolanos, nicaragüenses, haitianos y cubanos, y abrió las citas para una posible excepción humanitaria a través de la aplicación móvil CBP One, durante enero los albergues de migrantes de la ciudad se han mantenido saturados.

Sin la posibilidad de refugio y sin la expedición de Formas Migratorias Múltiples (FMM) para que puedan permanecer y trabajar de manera temporal en el país, cientos de extranjeros –principalmente de origen venezolano– han comenzado a vender dulces, limpiar vidrios o pedir dinero en las calles para poder pasar la noche en un cuarto de renta o en un hotel, pero desde la semana pasada la Policía Municipal recibió la orden de retirarlos, mientras que el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN) han sacado a decenas de distintos hoteles para devolverlos al centro del país.

Mientras que las iglesias de las diferentes corrientes ideológicas apoyan con el alimento diario de más de mil personas, dan albergue a cientos de familias e incluso les han pagado habitaciones de hotel para que puedan pasar la noche, los propios migrantes han manifestado sentirse acorralados por las distintas autoridades.

El sacerdote Francisco Javier Calvillo Salazar, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, advirtió que las acciones de las autoridades orillan a los migrantes a la desaparición o la muerte, al hacerlos buscar opciones más peligrosas para cruzar la frontera, además de recurrir a traficantes de personas, quienes muchas veces los roban, los secuestran o los abandonan en el desierto.

“Desde el año 2000 que estoy en Movilidad Humana Diocesana, nunca se había visto esto (la persecución de las autoridades), a lo mejor se escuchaba en otras fronteras, pero nunca se había escuchado en Juárez. Todas estas estrategias binacionales o acciones políticas, todas estas órdenes que se dan y que se ejecutan a través de diferentes autoridades lo único que hacen es exponer más a los migrantes… nunca se había visto este ambiente de violencia”, dijo el director de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Ciudad Juárez.

“Qué triste que esos acuerdos de migración hagan todo esto. Y, definitivamente eso nos supera, ante todos estos acuerdos políticos qué triste que los migrantes sufran las consecuencias, que sean utilizados como cartas de juego, como números, como estadísticas, como objetos de otros intereses”, señaló el sacerdote, quien destacó que ha sido principalmente la comunidad binacional la que ha mantenido la Casa del Migrante durante los últimos años.

Los flujos migrantes han presentado cambios repentinos, en el perfil, asociados a las políticas migratorias de Estados Unidos. “De repente los dejas entrar con visas humanitarias, de repente cortas esos caminos y entonces se vuelven estas coyunturas más difíciles de responder a nivel local”, dijo Rubio Salas.

La Red de Albergues fue una respuesta a una condición que comenzó a gestarse a finales de 2018, y siguen siendo los baluartes para responder a lo que está sucediendo con el fenómeno, agregó el especialista en temas migratorios.

“Sin las aportaciones que hace la comunidad binacional sería muy difícil poder responder de esa manera. Más allá de que siempre hay ciertas personas que evidentemente están en contra de la presencia de migrantes o que les molesta la presencia de migrantes, me parece que en general tenemos una empatía con las personas migrantes”, comentó al destacar además la colaboración que han tenido los empresarios para responder a necesidades específicas.

El profesor asociado de El Colech y la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), Emilio López Reyes, también señaló que la sociedad civil y las comunidades de fe han controlado la migración en esta región, mientras que las nuevas administraciones han tenido un cambio en su actuación respecto al fenómeno, como el que la Policía Municipal retire a las personas, sin tener facultades para hacerlo.

López Reyes destacó que las acciones de Estados Unidos han dirigido ciertos flujos migratorios internacionales a la frontera Juárez-El Paso, mientras que los mexicanos se sienten más seguros aquí que en otras fronteras como Tijuana o Matamoros.

“Hubo un cambio respecto a la información que los mismos migrantes en tránsito han estado manejando, porque se está concentrando desde septiembre todo acá; si contrastas con Tijuana o Matamoros, Tijuana bajó muchísimo su flujo, ahorita hay espacios de acogida que ya están a la mitad de su capacidad, ya no como se mantuvieron desde 2018. Como que se reconfiguró hacia Juárez –el éxodo hacia Estados Unidos–”, apuntó.

Recordó además que desde 2019 Ciudad Juárez destacó por la atención a los migrantes, a través de la sociedad civil organizada, entre la que se encuentra la Iglesia, aunque actualmente se sobrepasaron las capacidades ya instaladas.