Juárez

Alimenta a 400 niños estudiantes y migrantes a diario

Tiene el sueño de llevar comida a las poblaciones más vulnerables de Ciudad Juárez

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez
lunes, 14 noviembre 2022 | 11:37

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez En una de las visitas a Casa Betania

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez Ayudan a bajar los alimentos previamente elaborados

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez En la preparación de platillos que llevaron a la Casa del Migrante en julio pasado

Con el sueño de llevar alimento a las poblaciones más vulnerables de Ciudad Juárez, desde hace cuatro meses, “Mateo”, el camioncito de comida de Gusteau International, lleva alimento, de lunes a viernes, a un promedio de 400 personas al día. 

Niños de escuelas de la periferia y migrantes forman parte de los juarenses y extranjeros que son apoyados con un plato de comida caliente que comienza a prepararse desde las 4:30 de la mañana. 

Gusteau International es una empresa juarense dedicada a dar servicio en comedores industriales, cuyo director, Hugo Sandoval, soñaba con abrir un albergue para niños, pero debido a todo lo que implica albergar a menores, mejor decidió llevar alimento a grupos vulnerables, por lo cual acondicionó a “Mateo”, una food truck o camioncito de comida en el que sus trabajadores acuden a llevar alimento a distintas zonas de Juárez. 

“Hemos dado apoyo en la Casa del Migrante, en Coespo (Consejo Estatal de Población), en los albergues Misión con Visión, Casa Betel, en Casa Betania, pero ahorita lo más fuerte que estamos apoyando son las escuelas en áreas de bajos recursos como las colonias Fronteriza Baja, Los Ojitos y Anapra”, informó Adrián Medel, quien además de ser el responsable del comedor industrial en una de las maquiladoras se encarga de “Mateo”. 

Adrián explicó que acuden a las primarias de la periferia, en las cuales muchas veces por la falta de recursos en sus hogares los niños llegan sin desayunar y sin dinero para comprar algún alimento. 

“Nosotros queremos que desayunen los niños, y los niños ya nada más ven el camioncito y ya saben, llegan bien contentos. Alrededor de cada 15 días estamos yendo a la misma escuela… ven el juguito y ven el plato y se ponen bien contentos; la verdad es una labor muy bonita que nos ha llenado mucho de satisfacciones todos estos meses”, comentó. 

Las escuelas que han apoyado cuentan con entre 300 y 600 alumnos, y se les da de comer a todos, el desayuno se prepara en la cocina que les es prestada por una maquiladora especialmente para el camioncito. 

“No son sobras, no es nada que se va a echar a perder, no. Todo se prepara como si fuera la comida de una maquiladora, con los mismos procesos, con la misma dedicación. A las 6:30 o 7:00 de la mañana ya tenemos los alimentos en el camioncito para empezar nuestra ruta y llevar la comida”, explicó. 

Dos días a la semana, el camioncito llega hasta Casa Betania, el comedor para migrantes de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, que hace cinco meses abrió sus puertas en la esquina de las calles Juan Mata Ortiz y Begonias, de la colonia Bellavista, en donde apoya con alimento para 300 venezolanos que acuden los lunes, miércoles, viernes y sábados. 

Menú del viernes

El viernes el apoyo fue de huevo con chorizo, winnie en salsa de tomate, frijoles y tortillas, narró Medel mientras que decenas de migrantes venezolanos hacían fila en el exterior de Casa Betania para poder ingresar en grupos de 15 personas a comer adentro, debido a que se trata de migrantes que forman parte del campamento instalado en el bordo del río Bravo.