Diario
Estados Unidos
martes, 09 julio 2019 | 17:30
Washington— Dentro de un edificio de oficinas en Londres a principios de junio, tres investigadores del inspector general del Departamento de Justicia dieron un paso crucial para eliminar las consecuencias políticas de la investigación de Rusia: pasaron dos días entrevistando a Christopher Steele, el exespía británico cuyo ahora infame informe sobre los vínculos entre los asociados de Trump y Rusia terminaron en manos del FBI antes de las elecciones de 2016.
Los investigadores analizaron los viejos memos de Steele y sus notas contemporáneas de las reuniones con FBI agentes en el otoño de 2016, según una persona familiarizada con la investigación. Le pidieron al Sr. Steele que explicara en detalle cómo había validado sus fuentes dentro de Rusia, cómo se comunicó con ellos y cómo decidió cuál de sus reclamos incluiría en sus informes. Hablaron largamente sobre el trabajo del Sr. Steele con la F.B.I. sobre otras investigaciones relacionadas con Rusia y sus contactos con un alto funcionario del Departamento de Justicia.
La entrevista fue un paso clave en la investigación por parte del inspector general, Michael E. Horowitz, sobre los hechos que subyacen a una amarga disputa partidista: Hizo F.B.I. los funcionarios hacen algo mal en 2016 cuando intentaron comprender los vínculos de la campaña de Trump con Rusia, incluso cómo utilizaron la información del Sr. Steele.
Esa pregunta ha estado suspendida sobre la investigación de Rusia durante dos años cuando el presidente Trump y sus aliados asaltaron repetidamente a los investigadores que lo examinaron a él y a sus asesores. El Fiscal General William P. Barr, quien acusó a la F.B.I. de "espionaje" en la campaña de Trump, ha comenzado su propia revisión que también incluirá agencias de inteligencia.
Pero la investigación realizada por el Sr. Horowitz, quien ha mantenido una reputación de estar por encima de la fama partidista, puede tener una mejor oportunidad de ser aceptado en todas las líneas del partido como creíble. Se cree que el Sr. Horowitz, que se espera que publique un informe muy esperado de sus hallazgos en las próximas semanas, está sopesando si recomienda que el Departamento de Justicia endurezca las reglas para futuras investigaciones de contrainteligencia de una campaña presidencial, que fue una novela Dilema en 2016, según personas familiarizadas con aspectos de su investigación.
El examen anterior de Horowitz de las acciones de aplicación de la ley en 2016 ha proporcionado forraje a los críticos republicanos y demócratas. Encontró fallas en el ex F.B.I. El director James B. Comey emitió comentarios públicos en 2016 sobre la investigación del servidor de correo electrónico privado de Hillary Clinton, pero no con la decisión de pasarle un cargo.
El Sr. Horowitz también descubrió mensajes de texto entre la F.B.I. los empleados Peter Strzok y Lisa Page critican al entonces candidato Donald Trump. Reprensamente reprendió a la pareja, pero dijo que no había encontrado evidencia de que la pareja había actuado con sesgo en la investigación de Clinton.
En el centro de la investigación actual del Sr. Horowitz se encuentra el Sr. Steele y cómo el F.B.I. Utilizó su reportaje en su investigación de la campaña Trump.