Reparan de mala gana Telescopio Espacial James Webb

Nueva York.— En el 2018, el Telescopio Espacial James Webb, el problemático proyecto para construir un instrumento que pudiera observar las primeras estrellas del universo, pareció descarrilarse nuevamente.

Las piezas del telescopio y sus instrumentos estaban completos, pero necesitaban ser ensamblados y probados. La fecha de lanzamiento se estaba prolongado al futuro y los costos, que ya casi llegaban a los 8 mmdd, estaban aumentando nuevamente.

El Congreso, que le proporcionó varias infusiones importantes de financiamiento al paso de los años, no se sentía contento de que la NASA solicitara más dinero.

Ahí fue cuando le pidieron a Gregory Robinson que se convirtiera en el director del programa Webb.

En ese tiempo, Robinson era el sub-administrador de programas de la NASA y era el responsable de evaluar el desempeño de más de 100 misiones científicas.

Inicialmente rechazó el puesto, pero Thomas Zurbuchen, administrador adjunto de Ciencias en la NASA, se lo pidió nuevamente.

“Él tenía una especie de confluencia de dos destrezas. La primera es que había visto muchos proyectos, incluyendo los que eran problemáticos. Y lo segundo es que desarrollaba una actividad en la que desplegaba confianza interpersonal. Él podía entrar a un salón o a una cafetería y para el momento en que salía de allí, conocía a la mitad de la gente”, comentó Zurbuchen acerca de Robinson.

Eventualmente, Robinson cedió y en marzo del 2018, aceptó la tarea de poner en uso el telescopio en el espacio.

En la NASA, Robinson, quien tiene 62 años, es una rareza, es un afroamericano entre los encargados de alto nivel de la agencia.

Asegura que actualmente hay muchos ingenieros afroamericanos que trabajan en la NASA, pero "ciertamente no tantos como debería haber”, y la mayoría no han escalado tan alto para ser vistos por el público, como por ejemplo, tomar parte en una conferencia de prensa, como lo ha hecho Robinson después del lanzamiento del programa Webb.

Nació en Danville, Virginia, fue el noveno de once hijos. Sus padres cultivaban tabaco. Fue el único de su familia que estudió Ciencias y Matemáticas, al obtener una beca a través del fútbol que allanó su camino para poder ingresar a la Universidad Virginia Union en Richmond.

Posteriormente fue transferido a la Universidad Howard, obtuvo la licenciatura en Matemáticas de Virginia Union y otra en Ingeniería Eléctrica en Howard.