Recibieron disparos 149 menores de edad en Nueva York este año

Nueva York.- La risa de las hermanas una vez llenó el dormitorio mientras saltaban y bailaban al ritmo del R&B de los 90. Shayma y Tayma Roman eran conocidas en el vecindario como gemelas a pesar de que tenían dos años de diferencia: rara vez se veía a una sin la otra cerca.

Su habitación permaneció en silencio a principios de octubre.

Shayma, una animadora, jugadora de baloncesto y amante de la moda de 17 años, estaba frente al departamento de su abuela en Crown Heights, Brooklyn, con su hermana Tayma, de 19, cuando hombres armados abrieron fuego el 28 de septiembre y le dieron en el torso. Shayma, quien, según sus familiares, estaba en los brazos de Tayma mientras sangraba, murió en el Hospital Brookdale.

Tayma no asistió a un servicio conmemorativo días después en una brumosa noche de octubre. Fue demasiado difícil para ella regresar a casa, dijo la familia. En cambio, estaba de luto a unas cuadras de distancia, rodeada de amigos.

“Compartieron una habitación toda su vida”, dijo Shakim-Unique Correnthi, su hermano mayor. “Estaban juntas todo el día y todos los días”.

El tiroteo a Shayma, que era un transeúnte, fue parte de un número creciente de ataques contra y por parte de niños este año, incluso cuando la violencia armada en general disminuyó.

Este año, aproximadamente uno de cada 10 neoyorquinos alcanzados por una bala eran un niño. Al menos 16 murieron, según el Departamento de Policía.

Ha habido 149 víctimas de disparos a menores de 18 años este año, hasta el 18 de diciembre, según datos del Departamento de Policía. Eso es notablemente más alto que el número en 2021, cuando le dispararon a 138 niños. En 2017, cuando la violencia armada alcanzó mínimos históricos, solo 75 víctimas de disparos eran niños.

La cantidad de personas menores de 18 años acusadas de tiroteos también está aumentando: 105 fueron denunciados hasta fines de septiembre, en comparación con 102 en todo 2021, según los datos más recientes proporcionados por el Departamento de Policía.

Los expertos mencionan varias razones: la agitación de la pandemia en la vida escolar y familiar; la proliferación de armas de fuego; y la devastación económica de las comunidades de bajos ingresos en los últimos tres años. Los líderes comunitarios han dicho que los escasos recursos para el apoyo académico, los programas extracurriculares y los servicios de salud mental han dejado a los niños sin rumbo y atrapados en ciclos de violencia y represalias.

En 2020, las muertes por armas de fuego se convirtieron en la principal causa de muerte entre los jóvenes de entre 1 y 19 años en Estados Unidos, superando los accidentes automovilísticos. La tasa a la que aumentaron las muertes por armas de fuego entre niños y adolescentes entre 2019 y 2020 fue más del doble que el aumento entre la población general.

Los niños afroamericanos se han visto afectados de manera desproporcionada. Entre 2018 y 2021, las muertes por armas de fuego se duplicaron entre los jóvenes afroamericanos y aumentaron en un 50 por ciento entre los jóvenes hispanos, según la Kaiser Family Foundation. Los niños tenían cuatro veces más probabilidades de morir que las niñas.

En las comunidades de Nueva York más afectadas por la violencia, los monumentos conmemorativos de velas devocionales, animales de peluche, globos y notas escritas a mano colocadas debajo de fotografías sonrientes de los asesinados se han vuelto comunes.

Las historias comienzan a hacer eco a medida que crecen los números.

Días antes de que mataran a Shayma, Jordany Aracena, de 17 años, recibió un disparo mortal frente a su casa en el vecindario de Mott Haven, en el Bronx. Un joven de 17 años fue acusado de asesinato.

También en Mott Haven: Angellyh Yambo, de 16 años, fue asesinada a tiros en abril por una bala perdida mientras caminaba a casa desde la escuela. Otro joven de 17 años fue acusado de asesinato.

Prince Shabazz y Jacob Borbin del Bronx y Justin Streeter de Harlem también fueron asesinados este año. Todos tenían 14 años.