Planean demócratas cambios en derechos electorales de EU

Nueva orleans.— Durante los últimos dos años, los demócratas en los estados disputados se han defendido de los esfuerzos de los republicanos por restringir el acceso al voto y aumentar las dudas sobre la legitimidad de las elecciones de la nación.

Ahora son los demócratas, que retuvieron todos menos uno de los cargos de gobernador que tienen y ganaron el control de las legislaturas estatales en Michigan y Minnesota, quienes están listos para pasar a la ofensiva en 2023. Están presentando una larga lista de propuestas que incluyen la creación automática de sistemas de registro de votantes, preinscribir a los adolescentes para votar antes de que cumplan 18 años, devolver el derecho al voto a los delincuentes liberados de prisión y criminalizar la desinformación electoral.

Desde 2020, los republicanos, inspirados por las mentiras electorales del expresidente Donald J. Trump, intentaron dificultar la votación para cualquiera que no emitiera su voto en persona el día de las elecciones. Pero en las elecciones intermedias, los votantes de todo el país rechazaron a los candidatos republicanos más destacados que aceptaron afirmaciones falsas sobre las elecciones estadounidenses y prometieron torcer las reglas en beneficio de su partido.

Los demócratas que ganaron la reelección o que pronto asumirán el cargo han interpretado sus victorias como un mandato para que la votación sea más fácil y accesible.

“Les he pedido que piensen en grande”, dijo el gobernador Tim Walz de Minnesota sobre sus instrucciones a sus compañeros demócratas sobre temas de votación, ahora que su partido controla ambas cámaras de la Legislatura del estado.

Los republicanos mantendrán el control unificado el próximo año sobre los gobiernos estatales de Texas, Ohio, Florida y Georgia. En Texas y Ohio, junto con otros lugares, los republicanos están evaluando restricciones adicionales para votar cuando se reúnan en el nuevo año.

Los gobernadores demócratas en Arizona y Wisconsin se enfrentarán a legislaturas dirigidas por republicanos que son ampliamente hostiles a la expansión del acceso al voto, mientras que es probable que Josh Shapiro, el gobernador electo demócrata de Pensilvania, eventualmente presida una cámara con una mayoría republicana y otra con una estrecha mayoría demócrata.

Y en Washington, D.C., la Corte Suprema está analizando un caso que podría otorgar a las legislaturas estatales un poder mucho mayor sobre las leyes electorales, una decisión con enormes implicaciones para el poder de los legisladores estatales para dibujar mapas del Congreso y establecer reglas para las elecciones federales.

Los demócratas han interpretado ampliamente ese caso, presentado por los republicanos en Carolina del Norte, como peligroso para la democracia debido a la perspectiva de una agresión del Partido Republicano y la posibilidad de que los legisladores estatales determinen el resultado de las elecciones. Pero también permitiría que los demócratas se escriban a sí mismos en el poder permanente en los estados donde controlan las elecciones.