Diario
Estados Unidos
viernes, 03 enero 2020 | 19:04
Washington— Las agencias federales no tendrán que tomar en cuenta el cambio climático entre los impactos ambientales de autopistas, oleoductos y otros grandes proyectos de infraestructura, según una reforma de ley propuesta por la Administración Trump que debilitaría una de las leyes ambientales referentes de le era moderna.
Los cambios propuestos a la cincuentenaria Ley Nacional de Política Ambiental podrían reducir drásticamente los obstáculos para el oleoducto Keystone XL, así como para otros proyectos de combustibles fósiles que se vieron obstaculizados cuando los tribunales dictaminaron que la Administración Trump no consideró adecuadamente el cambio climático al analizar los efectos ambientales de los proyectos.
La Ley requiere que el Gobierno federal haga análisis detallados de proyectos que podrían tener efectos ambientales significativos, incluidos los impactos a largo plazo que, según los tribunales, incluyen el cambio climático; y sólo se ha modificado una vez desde su promulgación en 1970.
La Administración Trump ha sido agresiva en sus esfuerzos por revertir las regulaciones ambientales consideradas sacrosantas por mucho tiempo.
Las aproximadamente 50 páginas de revisiones, que el Consejo de Calidad Ambiental de EU publicará el miércoles, marcarían los primeros cambios importantes a la ley en tres décadas.
Según un funcionario del Gobierno que vio el reglamento propuesto, pero no estaba autorizado para hablar públicamente sobre él, la Administración definirá de manera más estricta el tipo de proyecto que requiere una revisión ambiental.
Eso provocaría que más proyectos sean aprobados sin tener que revelar efectos ambientales, tales como descargas de desechos peligrosos, la eliminación de árboles o una mayor contaminación del aire.
Activistas ambientales y expertos legales coincidieron en que los cambios propuestos debilitarían las medidas de seguridad para el aire, el agua y la vida silvestre.
La medida, si se sostuviera en la corte, también podría eliminar una herramienta poderosa que los activistas del cambio climático han utilizado para detener o retrasar el apoyo de Trump al carbón y el petróleo.
Michael Gerrard, director del Centro Sabin para la Ley de Cambio Climático de la Universidad de Columbia, dijo que dejar de considerar el cambio climático conduciría a más tuberías y otros proyectos que empeorarían las emisiones globales.
También podría poner en riesgo autopistas, puentes y otra infraestructura, dijo Gerrard, pues no se requeriría que los desarrolladores analizaran si el aumento del nivel del mar amenaza con sumergir un proyecto, por ejemplo.
"Tiene el potencial de distorsionar la planificación de la infraestructura al hacer más fácil ignorar futuros predecibles que podrían degradar severamente los proyectos", dijo Gerrard.