Pláticas sobre seguridad en la frontera enfrentan obstáculos en el Congreso

Washington — Con la reapertura del gobierno federal se da comienzo a tres semanas de intensas negociaciones en torno a la seguridad en la frontera en un Congreso ideológicamente dividido que amenaza con dejar a los líderes republicanos y demócratas justo donde empezaron: en riesgo de un cierre gubernamental.

La propuesta de gastos temporal que el presidente Trump firmó para convertirla en ley el viernes por la noche les da a los líderes de ambas cámaras hasta el 15 de febrero para entablar una resolución bipartidista a su estancamiento por la exigencia del presidente de 5 mil 700 millones de dólares para un muro en la frontera. Pero sin importar con lo que lleguen a concretar es muy probable que enfrenten obstáculos de parte del resurgimiento de los liberales en la Cámara de Representantes y de un Senado mucho más conservador.

Y Trump es un comodín. El presidente tendrá la última palabra en cualquier acuerdo, y ya prometió con volver a cerrar el gobierno, o invocar sus poderes de emergencia para construir un muro, si el Congreso no ofrece una solución que le agrade.

Señalando a la tan estrecha fecha límite, Trump reconoció que se avecinan más dificultades. “No será fácil entablar un acuerdo, ninguno de los partidos quiere dar su brazo a torcer”, según escribió Trump en Twitter el sábado. “El caso de la Seguridad Nacional se ha acentuado en gran parte debido a lo que sucede en la frontera y por medio del diálogo. ¡Construiremos un muro!”

Mientras tanto, el reloj sigue su marcha.

“Creo que Todos se sienten aliviados de que el gobierno será reabierto”, dijo el senador James Lankford, republicano de Oklahoma. “Pero creo que todos también se sienten un poco limitados debido a que tenemos la espada de Damocles sobre nuestras cabezas y ésta caerá dentro de tres semanas para ver si podemos hacer que las cosas funcionen”.