Inflación en EU alcanza su nivel más alto desde 1982

Nueva York.- Los responsables de la formulación de políticas de la Reserva Federal están terminando un año que se ha visto teñido por una inflación sorprendentemente alta con otra mala noticia: la medida de precios que siguen más de cerca tocó su nivel más alto desde 1982.

El índice de precios de los gastos de consumo personal, que es el objetivo oficial de la Reserva Federal cuando apunta a una inflación anual del 2 por ciento en promedio a lo largo del tiempo, subió un 5.7 por ciento en noviembre respecto al año anterior, dijo este jueves el Departamento de Comercio. Parte del salto se debió a los precios de la gasolina, que subieron bruscamente en noviembre, pero se han moderado este mes, pero el llamado índice básico que excluye los precios de los alimentos y el combustible también aumentó bruscamente, al 4.7 por ciento.

El fuerte aumento de la inflación este año, y el hecho de que se haya prolongado, hace que los responsables de la formulación de políticas y los economistas intenten evaluar lo que sucederá en 2022.

Los precios en rápido aumento están durando más de lo que esperaban los responsables de la formulación de políticas y se han vuelto más evidente en los últimos meses. A principios de este año, los grandes aumentos de precios se reservaron para los productos que escaseaban a medida que aumentaba la demanda y las líneas navieras sobrecargadas luchaban por mantenerse al día. Más recientemente, se han dividido en categorías como el alquiler, que pueden durar más.

Los datos de inflación publicados este jueves vinieron junto con datos sobre ingresos y gastos que mostraron que los consumidores ahorraron menos en noviembre y que su consumo apenas se movió después de ajustar la inflación, lo que podría ser simplemente una señal de que los consumidores hicieron sus compras navideñas temprano en medio de los problemas de la cadena de suministro. 

En caso de que dure el gasto, una demanda más débil podría eventualmente lastrar los aumentos de precios. Pero Estados Unidos podría terminar en una situación desagradable en la que el crecimiento sea menos robusto mientras la inflación sigue siendo alta.